RIO DE JANEIRO, 28 dic (Xinhua) -- La bolsa brasileña, la de mayor volumen de negocios de América Latina, finalizó 2018 con una valorización del 15 por ciento, un resultado muy superior a los principales índices mundiales y superando un año lleno de turbulencias marcado por las elecciones presidenciales y el escenario internacional.
En la última sesión del año, el índice Ibovespa de la Bolsa de Sao Paulo finalizó con una subida del 2,84 por ciento y cerró el año en los 87.887,26 puntos. Se trata del tercer año consecutivo de ganancias, tras el crecimiento del 26,86 por ciento del año pasado y el 38,93 por ciento de 2016. En 2015, la bolsa paulista perdió un 13,31 por ciento.
Según los analistas, la bolsa brasileña logró desvincularse de las turbulencias externas y siguieron el optimismo electoral que generó entre los mercados la victoria electoral de Jair Bolsonaro, con la perspectiva de que adopte políticas económicas del agrado del mercado que ayuden a Brasil a dejar atrás finalmente los efectos de la recesión económica que sufrió entre 2015 y 2016.
Para 2019, la previsión de los economistas es que la bolsa de Sao Paulo cierre nuevamente al alza, aunque todo ello dependerá de si la administración de Bolsonaro logra aprobar en el Congreso varias reformas consideradas clave para sanear la maltrecha economía brasileña, principalmente, la reforma de la Seguridad Social, que alarga la edad de jubilación.
A lo largo de 2018, el índice Ibovespa saltó de los 76.000 a los 87.000 puntos y alcanzó su máxima histórica, próxima a los 90.000 puntos, que se logró tras la victoria electoral de Bolsonaro.
La escalada de la Bolsa de Sao Paulo y su desvinculación del escenario externo quedó claro a partir de octubre, cuando la plaza se disparó, reflejo del optimismo de los inversores con los sondeos, que daban como ganador a Bolsonaro, y su victoria final en los comicios.
"La bolsa empezó a subir claramente con el crecimiento del lucro de las principales empresas. Aunque la economía brasileña creció poco este año, las empresas tuvieron resultados muy buenos porque, después de años sin crecimiento, redujeron los gastos y tuvieron ganancias de productividad", explicó a Xinhua Victor Candido, economista de la correctora Guide.
Según él, "el movimiento del alza estuvo impulsado por los inversores locales, ya que los extranjeros fueron abandonando el país temerosos de un empeoramiento del escenario externo".
Según la consultora B3, los inversores extranjeros retiraron más de 11.000 millones de reales de la bolsa brasileña este año, un flujo que aumentó a partir de octubre, cuando aparecieron las primeras noticias sobre una desaceleración más grande de lo esperada de la economía global.
Candido resaltó el hecho de que la Bolsa de Sao Paulo subió un 66,57 por ciento durante los dos años y medio de gobierno de Michel Temer, iniciado el 12 de mayo de 2018, cuando la presidenta electa, Dilma Rousseff, fue apartada por el Congreso por supuestas irregularidades.
Según el economista, la valorización del parqué "reflejó principalmente las señales de recuperación de la economía y la expectativa de aprobación de las reformas estructurales, como la de la Seguridad Social. La bolsa siempre busca anticiparse a los movimientos de la economía. Después de dos años de contracción, en 2015 y 2016, el mercado apostó por la recuperación de la economía brasileña, aunque lenta, y en el avance de las reformas".
"El optimismo permaneció este año con la elección de Jair Bolsonaro, que debe empeñarse en las reformas y en promover un gobierno liberal, lo que favorecerá los resultados de las empresas", explicó Candido.
Además de la Bolsa, el dólar también finalizó el año revalorizándose respecto al real brasileño. La divisa estadounidense subió un 16,94 por ciento este año y finalizó cotizado en los 3,87 reales por dólar.
Se trata del segundo año seguido de valorización del dólar, que en 2017 ya subió un 1,99 por ciento frente al real, recuperándose de la caída del 17,69 por ciento registrada en 2016.