Por Fernando Muñoz
BEIJING, 20 dic (Xinhua) -- La región latinoamericana y del Caribe ha sido una de las mayores beneficiadas de la política de apertura y reforma de China, y las oportunidades de cooperación continuarán creciendo gracias a una mayor apertura china, estimaron expertos y personalidades.
Con motivo del 40º aniversario de la reforma y apertura de China, especialistas destacaron en entrevistas con Xinhua el progreso que han tenido en diversos campos las relaciones entre el país asiático y América Latina, entre ellos un incremento exponencial en el comercio en ambas vías.
AMENAZA, ¡NO! OPORTUNIDADES, ¡SÍ!
China celebró una reunión extraordinaria el pasado martes para conmemorar el 40º aniversario de la reforma y apertura del país, una revolución que ha cambiado el destino de la nación china y también ha influenciado al mundo.
El director del Centro de Estudios Asiáticos (CEA) de la Universidad de San Marcos en Lima, Carlos Aquino, señaló que la reforma y apertura económica de China, iniciada hace 40 años, ha "beneficiado mucho al mundo".
El crecimiento de China derivado de esta política ha llevado a que su industria manufacturera demande el principal producto de exportación de los países latinoamericanos, y con ello un mayor ingreso de divisas para el desarrollo de proyectos internos de diversa índole, pero especialmente de infraestructura, indicó.
En materia de inversiones las estadísticas muestran un fuerte incremento en los últimos 40 años hasta alcanzar los 25.000 millones de dólares en 2017, representando un 15 por ciento del total de la inversión foránea en la región, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Los trabajadores latinoamericanos también se han beneficiado con la política de apertura y reforma, y según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), China ha generado 1,8 millones de empleos en Latinoamérica a través del comercio, las inversiones y los proyectos de infraestructura en las últimas dos décadas.
Siendo China el segundo mayor socio comercial y el tercer mayor emisor de inversiones de América Latina, el desarrollo del país asiático en los últimos 40 años ha fomentado enérgicamente el crecimiento económico y la prosperidad de la región.
Además, las firmas chinas han destinado cada vez mayores recursos en los campos de las telecomunicaciones, el sector inmobiliario, agroindustrial y energías renovables de Latinoamérica, lo que ha permitido mejorar sustancialmente la infraestructura de la región y a diversificar las alternativas de los consumidores.
Como lo afirmó previamente el embajador mexicano en China, José Luis Bernal, el desarrollo de China en las últimas cuatro décadas no ha sido una amenaza sino una oportunidad para América Latina.
MAYOR APERTURA MÁS OPORTUNIDADES
El presidente del Organismo Promotor de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (Proesa), Sigfredo Reyes, está seguro que en la medida en que China fortalece su economía y su estructura social y política, en la misma medida el mundo tendrá más oportunidades de beneficiarse de los avances que trae una mayor apertura del país asiático.
Reyes destacó las palabras del presidente chino, Xi Jinping, en las que planteó el compromiso de su país de abrirse aún más al mundo y promover esfuerzos conjuntos para construir una comunidad de destino para la humanidad.
El planteamiento de Xi sobre la voluntad de China de abrirse al mundo, aumentando las compras de bienes y servicios a nivel mundial, "es un enorme empuje al crecimiento de la economía global y a la creación de empleos en todo el mundo", indicó.
"Creo que es una muestra bastante evidente de que detrás de estas palabras también hay una voluntad real de cumplir con esa apertura", precisó.
La investigadora en Economía del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China, Yue Yunxia, destacó que la mayor apertura de China creará un ambiente favorable para la cooperación comercial y económica entre las dos regiones.
Asimismo, indicó que esto representa una gran oportunidad para las empresas exportadoras latinoamericanas de productos de alta calidad, equilibrando la balanza comercial y, al mismo tiempo, mejorando la estructura comercial con mayor participación del sector servicios.
"La industria de servicios en Latinoamérica y el Caribe goza de una ventaja comparativa, por ejemplo en el sector de turismo, y con el relajamiento de las restricciones de acceso al mercado chino, las empresas de servicios latinoamericanas podrán buscar su espacio en China y así impulsarán la cooperación bilateral", subrayó.
Cuando China adoptó la política de reforma y apertura en 1978, su comercio bilateral con Latinoamérica y el Caribe era solo de 736 millones de dólares.
Después de 40 años de acercamiento y cooperación bilateral, la suma se multiplicó por más de 350 hasta situarse en unos 260.000 millones de dólares en 2017.
Ese crecimiento va a continuar, según vaticinan todos los expertos.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, destacó los grandes avances de China a lo largo de los 40 años de la reforma y apertura, y se mostró confiada en que la cooperación a futuro entre las dos regiones ayude a los países latinoamericanos a modificar su estructura productiva.
La funcionaria explicó que América Latina exporta básicamente productos primarios a China y ahora enfrenta el desafío de diversificar sus exportaciones a China y lograr dar valor agregado a estos productos antes de exportarlos.
Para lograr este objetivo consideró que la iniciativa de la Franja y la Ruta "es fundamental".
EJEMPLO PARA EL DESARROLLO
Mario Cimoli, secretario ejecutivo interino de la Cepal, indicó que la reforma y apertura de China es un ejemplo paradigmático del cambio estructural que también promueve ese organismo en Latinoamérica.
"China transforma su estructura y la moderniza, y eso es un ejemplo para América Latina, porque América Latina de este proceso tiene que aprender y comprender que los procesos no vienen exclusivamente porque dejamos funcionar a los mercados", indicó Cimoli.
El representante de la Cepal, organismo de las Naciones Unidas (ONU), añadió que "China le enseña a América Latina cómo ser una economía de mercado, teniendo un Estado que oriente, transforme la estructura productiva y la haga competitiva", precisó.
Además de ser uno de los modelos económicos de referencia a nivel mundial, el proceso de reforma y apertura de China ha demostrado al mundo que es posible, en pocos años, salir de la pobreza y del subdesarrollo, "siempre que se apliquen políticas inteligentes con base en una consistente planificación y con mirada de largo plazo", dijo el experto argentino Patricio Giusto.
El director del Observatorio Sino-Argentino y profesor de la Universidad Católica Argentina (UCA) precisó que en pocos años, China experimentó una revolución económica y social "que no registra antecedentes, tanto por su velocidad como por la magnitud de los logros".