QUITO, 11 dic (Xinhua) -- El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, condenado a seis años de prisión dentro de la trama de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, levantó hoy la huelga de hambre iniciada hace 52 días en rechazo al cambio de centro carcelario.
El levantamiento de la medida fue anunciado por el propio Glas a través de un manifiesto público difundido en las redes sociales de Twitter y Facebook.
"Ante el pedido de mi familia, mis compañeros y de todos ustedes (ciudadanos de Ecuador y del mundo que han estado pendientes de su situación), hoy declino mi huelga de hambre, no quiero causarles más sufrimiento", dijo Glas.
Señaló que el esfuerzo de su esposa, de sus hermanos y de su madre, de 81 años, "ha sido muy importante para sostenerme, han recibido solidaridad infinita de todas partes del mundo".
Aclaró, sin embargo, que "esto no significa que declino a la lucha y a mis principios, todo lo contrario".
Glas agregó que ha sido advertido de "graves riesgos, de daños irreversibles en mi salud por parte de la Cruz Roja Internacional y hasta de un infarto".
El ex vicepresidente, quien cumple prisión preventiva desde octubre de 2017, fue acusado por la Fiscalía de haber recibido sobornos por 13,5 millones de dólares para beneficiar a Odebrecht con contratos del Estado en cinco proyectos de los sectores estratégicos.
El ex alto funcionario estaba recluido en una cárcel especial de Quito, pero por decisión del gobierno fue trasladado el pasado 21 de octubre a la cárcel de Latacunga, de máxima seguridad, ubicada en la ciudad del mismo nombre en la provincia andina de Cotopaxi (centro).
Según argumentó entonces el gobierno, la decisión se tomó con base en un informe de Inteligencia, que recomendaba su traslado por razones de seguridad.
La medida llevó a Glas a iniciar, al día siguiente, una huelga de hambre debido a las condiciones "deplorables e infrahumanas" en las cuales se encuentra recluido en la cárcel de Latacunga, según su abogado Eduardo Franco.
Glas, quien según su defensa, sufre de hipertensión y gastritis crónica severa, fue trasladado el pasado 6 de noviembre a un hospital de Quito para recibir un "proceso de alimentación intravenosa de líquidos y electrolitos" debido a complicaciones en su salud derivadas de la huelga de hambre.
