Por Valentina Bastías Atias
SANTIAGO, 4 dic (Xinhua) -- La esencia de la sempiterna cultura china quedó plasmada este martes en Chile con la presentación del espectáculo de danzas poéticas National Beauty, protagonizado por artistas del país asiático que deleitaron al público local.
El ballet compuesto de nueve capítulos evoca los elementos tradicionales de China a través de la danza y la representación de los colores más simbólicos del país asiático; reflejo de la espiritualidad, los ritos y los 5.000 años de historia que preceden a esta nación.
"Esta compañía es la mejor de danza de China, y ha conseguido un fondo para hacer un viaje por Sudamérica", señaló a Xinhua el consejero cultural de la embajada china en Chile, He Yong.
La porcelana blanco-azul, la ceremonia del té, la artesanía de bambú y el femenino Qipao, fueron incorporados en el lenguaje dancístico y el sentir de los coreógrafos y bailarines, quienes hicieron un recorrido desde las veneradas costumbres ancestrales hasta los tiempos modernos.
Esta obra "contribuye al conocimiento mutuo, por medio de los elementos más importantes de la cultura tradicional china. Se trata de una misión cultural para traer la cultura china al público chileno", añadió He Yong.
Al paso de los colores y sus significados, los asistentes chinos y chilenos experimentaron la relevancia de la caligrafía, la pintura, la medicina tradicional china, la ópera y la flor de la primavera, con el manifiesto de sus nobles cualidades y su encanto.
El policromo escenario hizo a la vez de pasarela para los delicados vestidos de los artistas, confeccionados en sedas y terciopelos, y embellecidos con flores bordadas y brillantes tocados.
"Enaltecer la cultura china en nombre de los colores" es uno de los emblemas de National Beauty, que glorifica "la elegancia oriental por la prosperidad de China" y transmite un mensaje de bienvenida a los amigos del resto del mundo.
Este propósito se logra al compás de la danza, la poesía y el compromiso de los artistas, quienes personifican la solemnidad y serenidad del blanco en la melodía "Luna reflejada en el río primaveral", y la belleza de las damas orientales por medio del color rosa, colmado de elegancia y sabiduría.
El negro, por su parte, se ocupó de encarnar al héroe chino, cuya pasión, sentido de la responsabilidad y coraje quedó de manifiesto al sonar la música de "Tres estrofas de flores de ciruelo", tema que acompañó las finas ejecuciones y limpias acrobacias de los bailarines.
Entre otros tonos resaltó el gris como "resplandor de la caligrafía china" y sus diversos estilos, así como también la cultura del Taichi.
Brilló asimismo el oro en la interpretación de la "maravillosa medicina tradicional china", cuyo propósito de salvar vidas, aliviar dolores y devolver felicidades, ha dado la vuelta al mundo.
El esmeralda, el arcoíris y el amarillo fueron igualmente parte de esta danza, mientras que el rojo anunció el cierre del espectáculo, como embajador internacional de la cultura china, representado en una llama que arde y un sol que encandila.
