Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 15 nov (Xinhua) -- La cubana Caridad Linares no ha podido olvidar a aquella hermosa perra dálmata que tuvo en casa durante unos días, hace casi 50 años.
"Nunca había visto un perro de esa raza y aquel animal me enamoró porque saliendo de la escuela la hallé perdida en la calle y mansamente me siguió hasta mi casa", recordó Linares, quien en la actualidad es la presidenta de la Federación Cinológica de Cuba y del Club de dálmatas.
Linares recordó que tuvo que regresar aquel animal días después, cuando encontró a su verdadero dueño, un hombre que vivía lejos de su casa en el reparto habanero de Playa de donde se había extraviado el animal tras escapar.
"Desde entonces soñé con tener un dálmata y hoy tengo ocho. Creo que el sueño se ha cumplido con creces", dijo Linares, entre risas, a Xinhua.
Todo comenzó en 1994, cuando, por intermedio de un amigo, le regalaron un ejemplar dálmata de alto pedigrí, nombrado Sagitario Dalma Zoe, pero que ella bautizó con el más sencillo nombre de Tara, una perra con un pelaje del llamado color Hígado y que llegó a ser Gran Campeona de Cuba.
Linares descubrió casi por casualidad el linaje de Tara cuando encontró un pequeño tatuaje en la oreja izquierda del animal, una práctica común entre los criadores para identificar a sus ejemplares, sobre todo si tienen un buen pedigrí.
La ya fallecida María Elena Altuna, ex presidenta del Club de dálmatas de Cuba, le ayudó y le transmitió todo el conocimiento acerca de esos animales manchados, popularizados por los estadounidenses estudios Disney en 1961, en la película "101 dálmatas" y que tuvo un "remake" en 1996.
Tara murió en enero de 2007, pero Linares no abandonó su pasión por los perros y 10 años después fue electa como presidenta de la Federación, que agrupa a 11 clubes, organizados por razas y cuyos miembros eligen, por voto directo y secreto, a la directiva nacional.
La institución cubana fue creada el 27 de diciembre de 1987 con el objetivo de fomentar y proteger a los perros de pura raza de la isla y desde entonces forma parte de la correspondiente Federación Internacional, que tiene sede en Bruselas, Bélgica.
La Federación es la encargada de organizar, cuatro veces al año, competencias de belleza perruna, como este fin de semana, cuando sesiona en la capital de la isla la Competencia Internacional de Belleza Circuito Otoño.
En la lid participan más de 250 perros de una cincuentena de razas, los que durante cuatro días tienen que hacer igual número de exhibiciones ante jurados diferentes para después, con la suma de la puntuación diaria, determinar a los cuatro mejores.
La raza pitbull, que muchos consideran como animales de ataque, son los más representados en la competencia, aunque además aparecen las razas cocker, doberman y dálmata.
"Hoy tenemos razas que pueden competir en cualquier lugar del mundo y no tenemos nada que temer, inclusive hay perros nuestros que han viajado y han ganado en esas competencias a nivel internacional", afirma Linares, una habanera de 63 años.
La federativa explicó que a nivel continental, los animales de Cuba están muy bien valorados, aunque tienen la rivalidad de Argentina, México y Estados Unidos, este último país lo califica como "una potencia en el mundo de los perros de raza" .
En Cuba, que vive estrecheces económicas, mantener a un perro de raza constituye un verdadero desafío, aunque los criadores afiliados a la Federación reciben una subvención estatal que les permite adquirir carne y un alimento especial elaborado por el Centro Nacional de Producción de Animales de Laboratorios (Cenpalab).
No obstante, Linares considera que "lo primero que tiene que tener un criador es un amor muy grande por sus perros y eso hace que sacrifiquen lo que tengan que sacrificar para que sus animales estén en las mejores condiciones".
Esa parece ser la filosofía de vida de Caridad Linares, una cubana que vive apasionada por los perros.