BEIJING, 15 nov (Xinhua) -- En momentos en que la economía global continúa enfrentando un periodo de incertidumbre y vientos en contra, China mantiene firmemente su puerta abierta a la cooperación internacional y su compromiso con la promoción del desarrollo común.
En una muestra de este espíritu, que es una necesidad urgente bajo las actuales circunstancias, el primer ministro chino, Li Keqiang, se encuentra en Singapur para participar en una serie de reuniones de líderes de Asia del Este, con el fin de alcanzar un mayor consenso sobre temas de interés común.
También en noviembre, pero hace 40 años, el entonces vicepremier chino Deng Xiaoping llegó a Singapur en una histórica visita exploradora, donde quedó profundamente impresionado por la dinámica transformación de ese país del Sudéste Asiático, sólo 13 años después de su independencia, resultado del compromiso activo con la economía global.
Ese mismo año fue cuando Beijing comenzó a prepararse para una nueva prescripción integral en busca de un desarrollo más rápido y una reorientación hacia un mundo más amplio. Un mes después, Beijing declaró el inicio de su política de reforma y apertura, comenzando décadas de exuberante ascenso económico de China.
En las últimas cuatro décadas, el espíritu de apertura ha sido la orientación de la cooperación china con la comunidad internacional, en particular con las naciones de Asia del Este.
Este espíritu ha ayudado a fortalecer la confianza política mutua, la cooperación económica y los intercambios sociales y culturales entre China y sus vecinos de Asia del Este, y establecer varias asociaciones de diálogo multilaterales y pactos de libre comercio en la región.
Gracias a estos marcos, el comercio entre China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) alcanzó un récord de 514.800 millones de dólares el año pasado, seis veces más que en 2003, cuando ambas partes establecieron su asociación estratégica.
Las inversiones en ambas direcciones han sumado más de 200.000 millones de dólares, y más de 4.000 empresas chinas se han instalado en el mercado de la ASEAN, creando más de 300.000 empleos locales, según el Ministerio de Comercio de China.
Gracias al comercio e inversiones dinámicos, la región ha visto la formación de una cadena industrial y de suministro bastante completa y madura, la cual ha unido a las economías locales, sentando una sólida base para una mayor integración económica regional.
Este año, las negociaciones de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés) se han acelerado.
Una vez establecido, el propuesto acuerdo regional de libre comercio, que incluye a los 10 países miembros de la ASEAN y seis de Asia-Pacífico con los que el bloque regional mantiene sendos acuerdos de libre comercio -- Australia, China, India, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda --, puede cubrir cerca de la mitad de la población mundial y un tercio del comercio global.
La reunión de este año de líderes de Asia del Este tiene lugar en momentos en que la economía global enfrenta graves desafíos como el creciente proteccionismo comercial y el nacionalismo.
La estructura económica vibrante de Asia del Este enfrenta serias amenazas. La solución de Beijing es tener la puerta más abierta, lo que ha sido sostenido con acciones concretas.
El viaje de Li se da justo después de la primera Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE), que atrajo a 3.600 empresas de más de 130 países y regiones y concluyó con acuerdos en perspectiva por 57.800 millones de dólares.
En la CIIE, China no solo ofreció a los comerciantes extranjeros acceso directo a sus mercados internos, sino que también demostró su compromiso con una mayor apertura.
Además, Beijing presentó en la conferencia anual de Boao Forum para Asia del pasado mes de abirl un paquete de medidas destinadas a dar a los inversores extranjeros un mayor acceso a los mercados de China, proteger mejor los derechos de propiedad intelectual, reducir significativamente los aranceles sobre vehículos importados y eliminar completamente la restricción a la propiedad extranjera en sectores financieros en tres años.
La cooperación económica requiere una sólida confianza política y la tranquilidad regional. La buena noticia es que la región ahora goza de una condición cada vez más favorable.
En mayo, los líderes de China, Japón y Corea del Sur se reunieron por primera vez en tres años. En agosto, China y la ASEAN llegaron a un único texto de negociación del Código de Conducta en un intento por garantizar la paz en el mar Meridional de China.
Mirando hacia el futuro, los países de la región deben mantener el espíritu de apertura y cooperación, y aunar esfuerzos para facilitar la integración económica regional y salvaguardar el multilateralismo, así como el sistema de comercio global basado en normas para el desarrollo común.
