Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 14 nov (Xinhua) -- Parece que el agua es el medio natural del cubano Jhoen Lefont, un hombre que ha encontrado una singular manera de unir sus dos pasiones: el fútbol y el polo acuático.
Hoy miércoles, Lefont se lanzó a una de las albercas del Complejo de Piscinas Baraguá, en el este de La Habana, donde con una facilidad increíble implantó dos nuevas marcas mundiales que ahora deberán ser homologadas por los responsables del Libro Mundial de los Récords Guinness.
Sin mucho protocolo, este hombre de 31 años, con un balón en equilibrio sobre la cabeza, nadó 50 metros en un minuto, 14 segundos y 44 centésimas.
Diez minutos después, se volvió a lanzar al agua para nadar, nuevamente con un balón en equilibrio sobre la cabeza, 325 metros, una cifra escogida, pues coincide con el número de años que cumplió en octubre último la ciudad de Matanzas, a unos 100 kilómetros al este de La Habana y sitio natal de Lefont.
El llamado "Delfín" del fútbol cubano dijo a Xinhua que en los entrenamientos había logrado hacer 1 minuto y 20 segundos en la primera modalidad, por eso se sintió muy complacido con el tiempo alcanzado en la prueba oficial.
"Estaba bien preparado psicológicamente, para el segundo récord sobre todo", dijo el atleta quien mide 1,86 metros y pesa 94 kilogramos.
Hace poco más de cinco años, en febrero de 2013, Lefont nadó 200 metros con un balón sobre la cabeza, pero en un canal a cielo abierto en la Marina Hemingway, un embarcadero turístico del oeste de La Habana.
"En aquel intento lo más complicado fue luchar contra el viento, que sopló con mucha fuerza, pero todo era en línea recta", recordó el multirecordista, quien ahora, al nadar en una piscina de 50 metros, tuvo que cambiar de dirección seis veces.
A pesar de los complicados cambios de dirección, Lefont dijo que en la piscina todo es más fácil, porque "el sol no me molesta, el viento tampoco y es un escenario competitivo muy bueno".
A esas condiciones se suma el hecho de que el singular atleta tiene más experiencia en la realización de esas extrañas marcas.
Desde 2010, Lefont es entrenado por el ex jugador de polo acuático Jorge del Valle, un hombre que además dirige la selección nacional femenina de ese deporte y que descubrió el talento natural del joven para el dominio del balón.
"Lefont estaba en la preselección nacional juvenil de polo acuático, que yo entrenaba, y me di cuenta que al terminar la preparación, cada día se quedaba en el agua haciendo malabares con un balón, mientras flotaba. Era como un juego, pero un juego extraordinario", recordó.
El preparador contactó con Erick Hernández, otro cubano que tiene varios récords en el dominio del balón, quien se sorprendió al ver lo que hace Lefont en el agua y comenzó a darle asesoría.
De este modo, ocho años atrás, Lefont y Del Valle unieron fuerzas y el 28 de noviembre de 2010 el atleta debutó al rebasar por primera vez los 1.000 toques de balón para iniciar una seguidilla de 14 marcas.
Respecto al futuro, Lefont anunció que el año próximo intentará nadar 500 metros con un balón sobre la cabeza, marca cargada de simbolismo, pues en 2019 la ciudad de La Habana arriba al medio milenio desde su fundación.
Será ese otro récord que presentará a los Guinnes, pero sobre todo otra manera de volver a unir la pasión que siente Jhoen Lefont por el fútbol y el polo acuático.