SHANGHAI, 9 nov (Xinhua) -- La quinua real orgánica de la empresa boliviana Andean Valley ha llegado a la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, siglas en ingles), en Shanghai con parte del trabajo hecho gracias a los contactos que le han facilitado empresas chinas dedicadas a la construcción de infraestructuras en el país andino.
"Hoy por hoy en Bolivia hay muchas visitas de ciudadanos y empresas chinas que se dedican a construir tramos de rieles o carreteras. Estos son los contactos que hemos utilizado nosotros acá; no solo construyen, sino también consumen", explicó a Xinhua Marco Bonifax, chef embajador de la firma, una de las cuatro que conforman la delegación boliviana a la feria.
Algunos contactos se han traducido en "charlas muy interesantes con varios clientes" y se han cerrado "algunas transacciones", precisó Bonifax en el pabellón boliviano de esta feria de importaciones, que se cierra mañana sábado.
"El mercado de China es un mercado gigantesco, ellos necesitan apoyo alimenticio y energético de toda clase", y países como el suyo necesitan infraestructuras, resaltó en el pabellón institucional de la feria, donde se presentan otros productos como sésamo, almendra chiquitana, carne de res o chía.
Entre las charlas mantenidas estos días, está la que han tenido con la unidad agrícola de una empresa de la provincia oriental china de Shandong, que está construyendo carreteras en Bolivia.
"La próxima semana iremos a Shandong a conocer la empresa y veremos que todo fluya de la mejor manera conociendo ya las instalaciones", explicó, por su parte, Linett Salinas, gerente corporativa de la firma boliviana.
Andean Valley, que exporta a 17 países, trabaja con ocho comunidades, 487 familias y 2.922 personas que cultivan unas 4.000 hectáreas de quinua real, una variedad del pseudograno nativa del altiplano boliviano y muy cotizada en la gastronomía. Los cultivos se ubican a orillas del salar de Uyuni, el más grande del mundo, y ante el volcán Tunupa.
Además de quinua real en grano, especificó Salinas, ofrece derivados como hamburguesas, dulces o incluso masa para pizza, pensando sobre todo en los celíacos, pues este "grano de oro" de los incas no tiene gluten.
Según indicó Bonifax, la quinua o el singani (un aguardiente de uva moscatel), productos tradicionales en la dieta de los pueblos nativos, no eran muy bien vistos hasta hace poco en Bolivia, "pero esas son barreras que se están pasando y están ayudando a las producciones".
Confió en que el año próximo, en la segunda edición de la CIIE, el pabellón de su país crezca y, de las cuatro compañías que hay ahora, se pase "a más de 10 o 15 productores que puedan tener la opción de vender en este mercado que es interesante".
Antes del comienzo de la exposición de Shanghai, el viceministro de Comercio Exterior e Integración boliviano, Clarens Endara, afirmó que, para Bolivia, "China es un mercado muy interesante, porque podemos segmentar productos de calidad".