ESPECIAL: Trovadores peruanos custodian herencia incaica

Spanish.xinhuanet.com   2018-10-28 07:48:20

Por Juan Limachi

LIMA, 27 oct (Xinhua) -- Los trovadores peruanos han logrado preservar el canto quechua original en sus diversas expresiones líricas populares, destacó hoy el compositor de "huaynos" (cantos incaicos), Ranulfo Fuentes.

"Las raíces mismas, son 1.000 años de música peruana, que los incas nos han legado, desde épocas precolombinas", declaró Fuentes a Xinhua.

El compositor y difusor de esta expresión cultural explicó las diversas expresiones artísticas musicales que los peruanos cultivan como parte de su herencia cultural que tiene orígenes ancestrales.

"En Perú antiguo se cultivaban las danzas con música, la presencia de tambores, la quena (flauta andina), las antaras (instrumento de viento) y la tinya (tamborcillo pequeño)", anotó.

Según el estudioso, durante el periodo Inca surgieron varios géneros de música como el "ayataqui" (canto de muertos), el "harahui" (poemas) que es triste, expresión de sentimientos y el "kacharpari" (despedida).

Fuentes destacó que el baile tradicional andino, cuya raíz semántica proviene de la palabra quechua "huayna", es símbolo de juventud, es expresión de vitalidad musical de toda actividad festiva.

"El huayno ha logrado sobrevivir y actualmente se mantiene con diversas variantes en Perú, Ecuador, Bolivia, las zonas norte de Chile y Argentina, el territorio que comprendió el Imperio Inca (Tawantinsuyo)", detalló.

De acuerdo con el compositor, esta música es el alma del canto peruano, la esencia misma, la identidad de Perú, a diferencia de otras expresiones de origen europeo.

"A partir de la década del 50, del siglo pasado, Lima, la capital peruana sufrió una transformación porque llegaron migrantes del norte, del sur y del este que cambiaron el rostro de esta ciudad con sus expresiones culturales andinas y con esto se impone el huayno, convirtiéndose en el género más cantado de los peruanos", subrayó.

Fuentes, autor de cantos emblemáticos como "El Hombre", "El hermano", "Clamor de niño" y "Punchullay", entre más de 80 composiciones, nació hace 78 años en la comunidad campesina de Punqui, provincia de La Mar, departamento de Ayacucho (sur).

"La música es muy atractiva, de sentimiento del alma, canto a la naturaleza, a los ríos, a los andes y predomina la temática de la convivencia del hombre con la naturaleza", puntualizó.

Alrededor del 90 por ciento de los 9,3 millones de habitantes de la capital peruana tienen ascendencia andina, migrantes que arribaron a Lima en busca de oportunidades.

El compositor andino Ricardo Dolorier, egresado de la Universidad Nacional La Cantuta, otro de los custodios del espíritu andino de Perú, describió la riqueza expresiva de estos cantos ancestrales.

"El huayno en sus múltiples facetas, con diferentes nombres, mantiene un ritmo y una forma expresiva de presentar la secuencia musical, la melodía y a las letras", explicó.

Sobre el auge de estas expresiones culturales, insertadas en las zonas urbanas de Lima, Dolorier sostuvo que las raíces musicales están en los genes de los peruanos.

Las fiestas coloridas de las colonias de migrantes andinos en la capital peruana pintan de colores y melodías andinas sus calles, mostrando la vitalidad de una cultura ancestral que no ha muerto pese a 500 años de presencia cultural occidental.

"Es el mejor rescate que hemos hecho de nuestras tradiciones, de nuestras esencias primigenias", subrayó.

Según el compositor, las expresiones artísticas musicales tienen su origen en la nobleza del hombre andino, la laboriosidad del campesino y su espíritu amoroso, aspectos que plasma en sus cantos.

"El respeto con que se tratan los campesinos en las comunidades a la naturaleza y la música misma, refleja esta expresión, es la esencia de esa forma de concebir la vida", anotó.

Dolorier, autor del canto andino "Flor de retama", afirmó que la magia del huayno para sobrevivir en un medio competitivo se sustenta en sus expresiones de vitalidad, pasan los ritmos de moda, pero esta música queda firmemente asentada.

"Es la forma de acercarse a sus paisajes, a esa tierra lejana y añorada. Eso es lo que une hoy a los padres con sus hijos, con relación a sus pueblos natales", destacó.

Dolorier, con 83 años de edad, fue ganador del Premio Nacional de Cultura 2016 y a lo largo de su vida ha trabajado incansablemente por la preservación del huayno.

"No tenía ninguna sospecha de que podía tener alguna habilidad para componer, tarde he descubierto esto, pero me es sumamente trabajoso", comentó.

Este custodio del canto ancestral señaló que su inspiración es la vitalidad de los hombres y mujeres andinas, que viven una existencia sencilla en sus tierras, en los altos andes a 3.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar.

"Voy elaborando una nueva canción muy lentamente y, a veces, se pierde en el camino, y otras logran culminar", sostuvo.

De acuerdo con el compositor peruano, el huayno quechua es poético y sus composiciones tiene un lenguaje cargado de lirismo, que llega a las fibras más hondas de los oyentes, esa es la clave de su sobrevivencia.

"Hay que rescatarlo y preservar eso, que la alegría también puede hacerse poesía", agregó Dolorier, heredero de los antiguos "amautas" (maestros) incas que construyeron enigmáticas ciudadelas de piedra como Machu Picchu y Sacsayhuamán.

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Spanish.xinhuanet.com 2018-10-28 07:48:20

Por Juan Limachi

LIMA, 27 oct (Xinhua) -- Los trovadores peruanos han logrado preservar el canto quechua original en sus diversas expresiones líricas populares, destacó hoy el compositor de "huaynos" (cantos incaicos), Ranulfo Fuentes.

"Las raíces mismas, son 1.000 años de música peruana, que los incas nos han legado, desde épocas precolombinas", declaró Fuentes a Xinhua.

El compositor y difusor de esta expresión cultural explicó las diversas expresiones artísticas musicales que los peruanos cultivan como parte de su herencia cultural que tiene orígenes ancestrales.

"En Perú antiguo se cultivaban las danzas con música, la presencia de tambores, la quena (flauta andina), las antaras (instrumento de viento) y la tinya (tamborcillo pequeño)", anotó.

Según el estudioso, durante el periodo Inca surgieron varios géneros de música como el "ayataqui" (canto de muertos), el "harahui" (poemas) que es triste, expresión de sentimientos y el "kacharpari" (despedida).

Fuentes destacó que el baile tradicional andino, cuya raíz semántica proviene de la palabra quechua "huayna", es símbolo de juventud, es expresión de vitalidad musical de toda actividad festiva.

"El huayno ha logrado sobrevivir y actualmente se mantiene con diversas variantes en Perú, Ecuador, Bolivia, las zonas norte de Chile y Argentina, el territorio que comprendió el Imperio Inca (Tawantinsuyo)", detalló.

De acuerdo con el compositor, esta música es el alma del canto peruano, la esencia misma, la identidad de Perú, a diferencia de otras expresiones de origen europeo.

"A partir de la década del 50, del siglo pasado, Lima, la capital peruana sufrió una transformación porque llegaron migrantes del norte, del sur y del este que cambiaron el rostro de esta ciudad con sus expresiones culturales andinas y con esto se impone el huayno, convirtiéndose en el género más cantado de los peruanos", subrayó.

Fuentes, autor de cantos emblemáticos como "El Hombre", "El hermano", "Clamor de niño" y "Punchullay", entre más de 80 composiciones, nació hace 78 años en la comunidad campesina de Punqui, provincia de La Mar, departamento de Ayacucho (sur).

"La música es muy atractiva, de sentimiento del alma, canto a la naturaleza, a los ríos, a los andes y predomina la temática de la convivencia del hombre con la naturaleza", puntualizó.

Alrededor del 90 por ciento de los 9,3 millones de habitantes de la capital peruana tienen ascendencia andina, migrantes que arribaron a Lima en busca de oportunidades.

El compositor andino Ricardo Dolorier, egresado de la Universidad Nacional La Cantuta, otro de los custodios del espíritu andino de Perú, describió la riqueza expresiva de estos cantos ancestrales.

"El huayno en sus múltiples facetas, con diferentes nombres, mantiene un ritmo y una forma expresiva de presentar la secuencia musical, la melodía y a las letras", explicó.

Sobre el auge de estas expresiones culturales, insertadas en las zonas urbanas de Lima, Dolorier sostuvo que las raíces musicales están en los genes de los peruanos.

Las fiestas coloridas de las colonias de migrantes andinos en la capital peruana pintan de colores y melodías andinas sus calles, mostrando la vitalidad de una cultura ancestral que no ha muerto pese a 500 años de presencia cultural occidental.

"Es el mejor rescate que hemos hecho de nuestras tradiciones, de nuestras esencias primigenias", subrayó.

Según el compositor, las expresiones artísticas musicales tienen su origen en la nobleza del hombre andino, la laboriosidad del campesino y su espíritu amoroso, aspectos que plasma en sus cantos.

"El respeto con que se tratan los campesinos en las comunidades a la naturaleza y la música misma, refleja esta expresión, es la esencia de esa forma de concebir la vida", anotó.

Dolorier, autor del canto andino "Flor de retama", afirmó que la magia del huayno para sobrevivir en un medio competitivo se sustenta en sus expresiones de vitalidad, pasan los ritmos de moda, pero esta música queda firmemente asentada.

"Es la forma de acercarse a sus paisajes, a esa tierra lejana y añorada. Eso es lo que une hoy a los padres con sus hijos, con relación a sus pueblos natales", destacó.

Dolorier, con 83 años de edad, fue ganador del Premio Nacional de Cultura 2016 y a lo largo de su vida ha trabajado incansablemente por la preservación del huayno.

"No tenía ninguna sospecha de que podía tener alguna habilidad para componer, tarde he descubierto esto, pero me es sumamente trabajoso", comentó.

Este custodio del canto ancestral señaló que su inspiración es la vitalidad de los hombres y mujeres andinas, que viven una existencia sencilla en sus tierras, en los altos andes a 3.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar.

"Voy elaborando una nueva canción muy lentamente y, a veces, se pierde en el camino, y otras logran culminar", sostuvo.

De acuerdo con el compositor peruano, el huayno quechua es poético y sus composiciones tiene un lenguaje cargado de lirismo, que llega a las fibras más hondas de los oyentes, esa es la clave de su sobrevivencia.

"Hay que rescatarlo y preservar eso, que la alegría también puede hacerse poesía", agregó Dolorier, heredero de los antiguos "amautas" (maestros) incas que construyeron enigmáticas ciudadelas de piedra como Machu Picchu y Sacsayhuamán.

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