ESPECIAL: Cubanos festejan 14° aniversario del primer Instituto Confucio del mundo y Festival de Medio Otoño

Actualizado 2018-09-28 09:25:45 | Spanish. xinhuanet. com

CUBA-HABANA-CHINA-INSTITUTO CONFUCIO-FESTIVAL DE MEDIO OTOÑO

LA HABANA, septiembre 27, 2018 (Xinhua) -- Una persona realiza una presentación durante la celebración del 14 aniversario de la creación del primer Instituto Confucio del mundo, y al mismo tiempo, el Festival de Medio Otoño, en La Habana, Cuba, el 27 de septiembre de 2018. Dos importantes festividades sirvieron de oportunidad para engalanar el Instituto Confucio de La Habana, que el jueves celebró un aniversario más de la creación de estas instituciones educativas chinas a nivel mundial y, al mismo tiempo, el tradicional Festival de Medio Otoño. (Xinhua/Joaquín Hernández)

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 27 sep (Xinhua) -- Dos importantes festividades sirvieron de oportunidad para engalanar el Instituto Confucio de La Habana, que hoy celebró un aniversario más de la creación de estas instituciones educativas chinas a nivel mundial y, al mismo tiempo, el tradicional Festival de Medio Otoño.

Con faroles típicos y coloridas decoraciones alegóricas a la fecha, realizadas de manera artesanal por los propios estudiantes, se embellecieron las áreas exteriores del Instituto, un centro que, en sus nueve años de fundado, se ha convertido en referente para los cubanos interesados en aprender sobre China.

El jolgorio contó no sólo con adornos, sino con el entusiasmo y la alegría de más de un centenar de alumnos y profesores que participaron en diversas actividades recreativas y juegos tradicionales chinos.

Dentro de ellos el "tou hu" o lanza a la canasta, el toque de tambor, adivinanzas, recorte de papel, caligrafía, destreza con los palitos chinos, nudos, artesanías, competencias de equilibrio y la soga, entre otros.

"Esta es una gran oportunidad para que los estudiantes intercambiemos con profesores y miembros de la comunidad china; eso es muy importante porque al final estudiamos no sólo un idioma sino una cultura", comentó Raquel Toranzo, alumna de quinto año.

Atareada con la organización del concurso de caligrafía, pues ya cursa el penúltimo de los seis años requeridos para graduarse del Instituto Confucio, la joven se mostró complacida con la gran acogida y el nivel de convocatoria del evento, reflejo del creciente interés de los cubanos por acercase a China.

"Cuando empecé a estudiar éramos muy pocos y aún menos los que se graduaban. Este año tuvieron que poner una prueba de aptitud de cultura general y fonética para las personas que querían entrar, porque son demasiados los cubanos que (se) quieren matricular", dijo con satisfacción.

Al respecto, Zhang Wei, director por la parte china del Instituto Confucio, explicó que cada año unos 700 alumnos ingresan al centro y estudian de manera gratuita el idioma.

"Hemos formado a más de 5.000 estudiantes. Ahora tenemos 14 profesores chinos, cinco cubanos y un gran número de voluntarios (...) Contamos con concursos, cursos de formación, campamentos de verano y becas para estimular a los estudiantes destacados que viajen a China a conocer con sus propios ojos", manifestó Zhang.

Al mismo tiempo, anunció que el Instituto Confucio expandirá su labor y, a partir del próximo mes de octubre, sus docentes comenzarán a impartir clases en la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, con la finalidad de formar a futuros guías caribeños capaces de comunicarse en idioma chino.

Esta es una idea que se inserta en la propia razón de ser de los Institutos Confucio, creados para fomentar el intercambio cultural y educativo entre China y el mundo.

"Son una bandera de unión entre China y el resto de los continentes. Para la Universidad de La Habana es un puente directo con universidades chinas, y es trascendental festejar la fecha y decirle a los estudiantes lo que implica eso", resaltó Yorbelis Rosell, directora del Instituto Confucio por la parte cubana.

En tal sentido, la funcionaria destacó el hecho de que este jueves no sólo se conmemora el 14° aniversario de la fundación del primer Instituto Confucio del mundo, ya que los organizadores en Cuba lo hicieron coincidir con la Fiesta del Medio Otoño o Festival de la Luna.

"Este festival evoca a compartir en familia. El ofrecer a familiares y amigos el pastel de la Luna, es una manera de recrear esa unión. Por eso hacemos este tipo de actividades, donde los propios estudiantes hacen los pasteles de la Luna", indicó Rosell.

Más allá de las leyendas, el evento tiene una gran connotación para los habitantes de la nación asiática, y además de unir a las familias en torno a la Luna llena, la forma redonda de los dulces representa también la felicidad y la satisfacción completa.

"Nosotros aquí enseñamos el idioma, pero también nuestra cultura y su verdadero significado. Con esta actividad le mostramos a los estudiantes qué es el Festival de Medio Otoño, y ellos ven directamente lo que representa para nosotros; además, participan y se interesan más por aprender", explicó la profesora Mai Qiaochu.

Esa fue la principal motivación de Raquel González y Javier López, los dos jóvenes ganadores del concurso del pastel de la Luna convocado por el Instituto Confucio, quienes atraídos por la celebración decidieron formar un equipo para elaborar deliciosos dulces decorados con los caracteres de amor, persona y el satélite homenajeado.

"Cuando nos enteramos nos dimos a la tarea de investigar un poco más. Bajamos de internet varias recetas, las diferentes formas de hacer un pastel de la Luna, los ingredientes que se le podían echar y luego decidimos hacerlo de cinco frutos secos", explicó López.

En tanto, su risueña compañera de aventura recordó lo difícil que les resultó encontrar algunos de los componentes originales, como fue el caso de las semillas de calabaza, por eso apelaron a la imaginación de la culinaria caribeña y a una bella presentación que cautivó a los jueces y les garantizó el triunfo.

"Es una forma de acercarnos a la cultura china, a sus tradiciones, costumbres y al idioma, porque nuestra profesora Wang Huan nos comentó frases típicas que se dicen en esta festividad. Estamos muy alegres porque es la primera vez que hacíamos un dulce típico de China", manifestó González.

Celebrado el día 15 del octavo mes del año en el calendario lunar chino, durante la luna llena (normalmente a finales de septiembre o principios de octubre en el calendario gregoriano), el Festival es considerado en Beijing patrimonio cultural inmaterial desde 2006.

Este 2018 tuvo lugar el 24 de septiembre pasado, pero en Cuba se festejó este jueves con los sabores, el regocijo y el carisma de un pueblo que cada día admira más a China, porque conoce mejor su idiosincrasia y su identidad.

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LA HABANA, septiembre 27, 2018 (Xinhua) -- Una persona realiza una presentación durante la celebración del 14 aniversario de la creación del primer Instituto Confucio del mundo, y al mismo tiempo, el Festival de Medio Otoño, en La Habana, Cuba, el 27 de septiembre de 2018. Dos importantes festividades sirvieron de oportunidad para engalanar el Instituto Confucio de La Habana, que el jueves celebró un aniversario más de la creación de estas instituciones educativas chinas a nivel mundial y, al mismo tiempo, el tradicional Festival de Medio Otoño. (Xinhua/Joaquín Hernández)

Por Noemí Galbán

LA HABANA, 27 sep (Xinhua) -- Dos importantes festividades sirvieron de oportunidad para engalanar el Instituto Confucio de La Habana, que hoy celebró un aniversario más de la creación de estas instituciones educativas chinas a nivel mundial y, al mismo tiempo, el tradicional Festival de Medio Otoño.

Con faroles típicos y coloridas decoraciones alegóricas a la fecha, realizadas de manera artesanal por los propios estudiantes, se embellecieron las áreas exteriores del Instituto, un centro que, en sus nueve años de fundado, se ha convertido en referente para los cubanos interesados en aprender sobre China.

El jolgorio contó no sólo con adornos, sino con el entusiasmo y la alegría de más de un centenar de alumnos y profesores que participaron en diversas actividades recreativas y juegos tradicionales chinos.

Dentro de ellos el "tou hu" o lanza a la canasta, el toque de tambor, adivinanzas, recorte de papel, caligrafía, destreza con los palitos chinos, nudos, artesanías, competencias de equilibrio y la soga, entre otros.

"Esta es una gran oportunidad para que los estudiantes intercambiemos con profesores y miembros de la comunidad china; eso es muy importante porque al final estudiamos no sólo un idioma sino una cultura", comentó Raquel Toranzo, alumna de quinto año.

Atareada con la organización del concurso de caligrafía, pues ya cursa el penúltimo de los seis años requeridos para graduarse del Instituto Confucio, la joven se mostró complacida con la gran acogida y el nivel de convocatoria del evento, reflejo del creciente interés de los cubanos por acercase a China.

"Cuando empecé a estudiar éramos muy pocos y aún menos los que se graduaban. Este año tuvieron que poner una prueba de aptitud de cultura general y fonética para las personas que querían entrar, porque son demasiados los cubanos que (se) quieren matricular", dijo con satisfacción.

Al respecto, Zhang Wei, director por la parte china del Instituto Confucio, explicó que cada año unos 700 alumnos ingresan al centro y estudian de manera gratuita el idioma.

"Hemos formado a más de 5.000 estudiantes. Ahora tenemos 14 profesores chinos, cinco cubanos y un gran número de voluntarios (...) Contamos con concursos, cursos de formación, campamentos de verano y becas para estimular a los estudiantes destacados que viajen a China a conocer con sus propios ojos", manifestó Zhang.

Al mismo tiempo, anunció que el Instituto Confucio expandirá su labor y, a partir del próximo mes de octubre, sus docentes comenzarán a impartir clases en la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, con la finalidad de formar a futuros guías caribeños capaces de comunicarse en idioma chino.

Esta es una idea que se inserta en la propia razón de ser de los Institutos Confucio, creados para fomentar el intercambio cultural y educativo entre China y el mundo.

"Son una bandera de unión entre China y el resto de los continentes. Para la Universidad de La Habana es un puente directo con universidades chinas, y es trascendental festejar la fecha y decirle a los estudiantes lo que implica eso", resaltó Yorbelis Rosell, directora del Instituto Confucio por la parte cubana.

En tal sentido, la funcionaria destacó el hecho de que este jueves no sólo se conmemora el 14° aniversario de la fundación del primer Instituto Confucio del mundo, ya que los organizadores en Cuba lo hicieron coincidir con la Fiesta del Medio Otoño o Festival de la Luna.

"Este festival evoca a compartir en familia. El ofrecer a familiares y amigos el pastel de la Luna, es una manera de recrear esa unión. Por eso hacemos este tipo de actividades, donde los propios estudiantes hacen los pasteles de la Luna", indicó Rosell.

Más allá de las leyendas, el evento tiene una gran connotación para los habitantes de la nación asiática, y además de unir a las familias en torno a la Luna llena, la forma redonda de los dulces representa también la felicidad y la satisfacción completa.

"Nosotros aquí enseñamos el idioma, pero también nuestra cultura y su verdadero significado. Con esta actividad le mostramos a los estudiantes qué es el Festival de Medio Otoño, y ellos ven directamente lo que representa para nosotros; además, participan y se interesan más por aprender", explicó la profesora Mai Qiaochu.

Esa fue la principal motivación de Raquel González y Javier López, los dos jóvenes ganadores del concurso del pastel de la Luna convocado por el Instituto Confucio, quienes atraídos por la celebración decidieron formar un equipo para elaborar deliciosos dulces decorados con los caracteres de amor, persona y el satélite homenajeado.

"Cuando nos enteramos nos dimos a la tarea de investigar un poco más. Bajamos de internet varias recetas, las diferentes formas de hacer un pastel de la Luna, los ingredientes que se le podían echar y luego decidimos hacerlo de cinco frutos secos", explicó López.

En tanto, su risueña compañera de aventura recordó lo difícil que les resultó encontrar algunos de los componentes originales, como fue el caso de las semillas de calabaza, por eso apelaron a la imaginación de la culinaria caribeña y a una bella presentación que cautivó a los jueces y les garantizó el triunfo.

"Es una forma de acercarnos a la cultura china, a sus tradiciones, costumbres y al idioma, porque nuestra profesora Wang Huan nos comentó frases típicas que se dicen en esta festividad. Estamos muy alegres porque es la primera vez que hacíamos un dulce típico de China", manifestó González.

Celebrado el día 15 del octavo mes del año en el calendario lunar chino, durante la luna llena (normalmente a finales de septiembre o principios de octubre en el calendario gregoriano), el Festival es considerado en Beijing patrimonio cultural inmaterial desde 2006.

Este 2018 tuvo lugar el 24 de septiembre pasado, pero en Cuba se festejó este jueves con los sabores, el regocijo y el carisma de un pueblo que cada día admira más a China, porque conoce mejor su idiosincrasia y su identidad.

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