Por Luis Brito y Wu Hao
SANTO DOMINGO, 21 sep (Xinhua) -- Tambor mayor en la banda de la Guardia Presidencial de República Dominicana, el primer teniente Ortiz platica que a últimas fechas han estado interpretando los himnos de su país y de China cuando antes prácticamente no lo hacían.
Este viernes, la banda de uniforme color arena se alistó desde temprano para tocar de nuevo los dos himnos en un día considerado histórico para los lazos diplomáticos bilaterales: el Acto de Inauguración de la Embajada China en República Dominicana.
Cerca de 50 asistentes entre ministros del Gobierno dominicano, parlamentarios, embajadores de países latinoamericanos, empresarios e invitados especiales estaban reunidos ya a las 08:30 hora local para el acto, que encabezaron los cancilleres de los dos países.
"Es un momento histórico. Se ha abierto un nuevo capítulo de las relaciones chino-dominicanas" , dijo el consejero de Estado y ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi.
La inauguración de la embajada china en la capital dominicana llega poco más de cuatro meses después de que ambos países establecieran relaciones diplomáticas tras varios años de mantener lazos comerciales.
El canciller chino apuntó que las relaciones bilaterales, concretadas el 1 de mayo pasado, son un sueño hecho realidad y añadió que "la íntima amistad borra la inmensa lejanía", parafraseando un dicho chino para describir el estado de ánimo del momento, ante funcionarios, políticos e invitados dominicanos y chinos.
Para el país caribeño de 9,4 millones de habitantes, la apertura de las relaciones y de la sede diplomática en la que despacha el embajador Zhang Run significa la posibilidad de aumentar exportaciones hacia ese país y atraer inversiones, coincidieron distintas personalidades entrevistadas en el evento.
"Me siento muy feliz y satisfecha por haber contribuido a lograr esta meta histórica para nuestros pueblos", manifestó la ex representante de República Dominicana en China, impulsora y testigo de los lazos, Rosa Ng Báez.
Ng Báez llegó a Beijing en 2011 tras abrirse la representación y se regresó apenas en agosto pasado tras entregar la oficina, pero ya no a otro representante sino al primer embajador dominicano en China.
Con este paso, República Dominicana se suma a los países que aprueban la resolución 2758 de la Asamblea General de las Naciones Unidas que reconocen la existencia de una sola China, que ahora son 178 naciones.
Dicha resolución, del año 1971, reconoce que el Gobierno de la República Popular China es el único legítimo en representación de toda China y que Taiwan forma parte inalienable del territorio chino.
El canciller dominicano, Miguel Vargas, dijo a Xinhua que no podían estar de espaldas a un país que representa el 20 por ciento de la población mundial, que es la segunda economía global y que ha crecido con un proceso de industrialización que beneficia a sus habitantes.
"Es un paso gigante de avance de manera firme en lo que son las relaciones diplomáticas internacionales de la República Dominicana", apuntó Vargas.
Los cancilleres sellaron la inauguración de la embajada con la develación de una placa, un apretón de manos, y un choque de copas en un brindis que compartieron con los otros asistentes.
"Hemos encontrado, además, un amigo y un oído abierto a nuestras aspiraciones", expresó antes Vargas en su discurso, agregando que "se convierte en realidad un hito en la historia reciente de nuestra diplomacia".
Entre los invitados, el expresidente de República Dominicana Hipólito Mejía (2000-2004), expuso que, más allá de los negocios, la comunidad china en su país es un ejemplo de sacrificio y dedicación al trabajo.
"En el año 2011, siendo yo candidato presidencial, dije que si yo ganaba, al día siguiente iba a haber relaciones con China", aseguró Mejía al recordar cuando se volvió a postular a la presidencia.
Para el presidente de la Cámara de Diputados dominicana, Radhamés Camacho, entre los frutos que la relación podría rendir es la cooperación para la transmisión de la experiencia china en materia agropecuaria.
"Los vínculos son muy profundos, políticos, históricos y de relaciones incluso interpersonales. Hay cientos de familias dominicanas que están emparentadas con cientos de familias chinas", comentó el parlamentario del oficialista Partido de la Liberación Dominicana.
Por lo pronto, en los dos países se estudian las potencialidades en el intercambio comercial y del lado dominicano hay un esfuerzo para cumplir con las especificaciones del mercado chino, indicó el director ejecutivo del Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana, Marius de León.
"Hemos hablado del ron, del cigarro, del cacao. Hemos hablado del aguacate, de la piña, del café", enlistó el funcionario.
En el último tramo de su discurso, el canciller Wang se dirigió a los chinos que viven en el país caribeño para ofrecerles la embajada como un hogar donde se escucharán sus voces y se solucionarán sus problemas.
"Un gran país con 1.300 millones de habitantes por fin cuenta con su propio representante oficial en este país", abundó.