Cuando China propuso la Iniciativa de la Franja y la Ruta y estimuló a los inversores chinos a llevar su dinero al exterior, el país también estableció restricciones para prevenir el crecimiento irracional de las inversiones en el exterior.
Estadísticas del Ministerio de Comercio muestran que en los primeros siete meses del año no se reportaron nuevos proyectos en sectores como desarrollo inmobiliario, deportes y entretenimiento.
Entre tanto, la estructura de la inversión en el exterior siguió perfeccionándose, con las inyecciones de capital orientadas principalmente a sectores como alquiler y servicios de negocios, ventas al mayoreo y al detal, manufactura y minería.
Ding Yuan, otro de los panelistas, quien es el vicepresidente de la Escuela Internacional de Negocios China-Europa, señaló que la eficiencia debe ser uno de los principios de la inversión en el exterior, y agregó que el centro de formación se ha dado a la tarea de ofrecer sugerencias a los inversionistas chinos que tienen en sus planes explorar los mercados extranjeros, teniendo en cuenta los desafíos que pueden surgir al incursionar en un mundo con culturas y sistemas legales diferentes.
James Li, presidente de E.J. McKay, una empresa bancaria de inversiones dedicada en particular a las fusiones y adquisiciones y las finanzas corporativas relacionadas con China, hizo énfasis en la necesidad de la gobernanza basada en leyes. En su concepto, para liberar todo el potencial de la inversión en el exterior, China necesita fortalecer la gobernanza basada en las leyes para que los inversores puedan elaborar planes a largo plazo y consecutivos.
"Puesto que China ha venido trabajando para integrarse en la economía global, el gobierno debe estimular a más empresas domésticas para que exploren el mercado del ultramar y se hagan con activos extranjeros, pero con apego a la ley", manifestó Li.