MADRID, 11 sep (Xinhua) -- El triunfo de España ante Inglaterra (2-1) el pasado sábado ha servido para recuperar el prestigio y la ilusión perdida tras un nefasto Mundial y así volver a recuperar el prestigio que La Roja se dejó en Rusia 2018, recoge hoy la prensa deportiva.
España disputa hoy su segundo partido de la Liga de las Naciones, que organiza la UEFA, contra Croacia, la subcampeona del mundo, en el estadio Martínez Valero de Elche (Alicante-sureste) con el objetivo de mantener el mismo nivel de juego desarrollado ante los ingleses y al mismo tiempo consolidar los cambios que el nuevo seleccionador Luis Enrique va imprimiendo al combinado español.
De esta forma, la nueva selección española afronta su segundo partido de la Liga de Naciones con el objetivo de sumar un segundo triunfo, tras su histórica victoria en Wembley, que le permitiría asentarse en la primera plaza del grupo y encarrilar su pase a las semifinales de esta novedosa competición.
El partido ante los croatas supondrá el primer partido de Luis Enrique como seleccionador en terreno español tras su gran debut en Inglaterra, frente a un rival que viene de empatar en un amistoso en Portugal y que afronta su primer partido de la Liga de Naciones.
Los integrantes de la selección española también respiran un optimismo que había desaparecido hace meses, pero ahora todo comienza a ser diferente, tal como el propio centrocampista de La Roja Busquets afirmara que tras las tres decepciones vividas en los últimos torneos internacionales, los jugadores desean pasar página y abrir una nueva etapa.
"No queremos vivir del pasado, después de tres decepciones seguidas queremos pasar página y centrarnos en el futuro y en hacer una buena clasificación en esta competición nueva y luego ir a por la Eurocopa", señaló el jugador del Barcelona, cuyas declaraciones son recogidas hoy por la prensa nacional.
En definitiva, España ha comenzado a andar con Luis Enrique y además La Roja logró un triunfo de enorme mérito en Wembley ante Inglaterra (2-1). Una victoria de prestigio, de las que dejan huella, en un estadio en el que los ingleses no perdían un partido oficial desde hace 11 años, dice hoy el diario El País.