BEIJING, 6 sep (Xinhua) -- La cooperación de China y África se basa sobre una visión para el desarrollo social, e incluye el reconocimiento de que la buena salud también llevará al logro de una ganancia económica mutua, dijo un alto funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Michel Sidibe, subsecretario general de la ONU y director ejecutivo de ONUSIDA, el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA, hizo estas declaraciones el martes en una entrevista exclusiva con Xinhua.
Sidibe felicitó a China por el logro de enormes progresos en la lucha contra la epidemia, y agregó que el ONUSIDA ha venido trabajando estrechamente con el país asiático a través de una colaboración de vieja data. "Las ganancias en materia de salud equivalen a ganancias en desarrollo", sostuvo.
En el marco de sus esfuerzos para poner fin a la epidemia del SIDA como una amenaza pública, China ha lanzado campañas de alcance nacional a lo largo de las últimas tres décadas. Para el final de 2017, China casi había logrado detener la propagación del VIH a través de transfusiones de sangre y controlado efectivamente la infección a través del uso de drogas inyectables, así como la transmisión de madre a hijo.
Sidibe hizo notar que el progreso a nivel global es desequilibrado. Al mismo tiempo que China está acumulando éxitos, otros países están experimentando altas tasas de nuevas infecciones con VIH.
A través de la cooperación, con toda seguridad China fortalecerá la capacidad de los países africanos para hacer frente a la epidemia, por ejemplo produciendo medicamentos para garantizar el suministro en ese continente, manifestó.
El alto funcionario citó como ejemplo las visitas realizadas a China por funcionarios de los ministerios de Salud de varios países africanos para aprender más con respecto a la reducción de los perjuicios causados por la enfermedad y la prevención del contagio en personas adictas a las drogas.
El ONUSIDA se ha comprometido a trabajar para cumplir la meta de poner fin a la epidemia de SIDA hacia 2030, así como el ampliamente adoptado "Objetivos 90-90-90" hacia 2020, cuya definición es, que el 90 por ciento de los portadores del VIH sean conscientes de su estado, que el 90 por ciento de la gente consciente de su estado reciba tratamiento, y que el 90 por ciento de quienes reciban tratamiento tengan una carga viral suprimida.
Aunando los esfuerzos y recursos de la Secretaría del ONUSIDA y de 11 organizaciones copatrocinadoras del sistema de las Naciones Unidas, entre ellas la Unicef, ONU Mujeres y la Unesco, ONUSIDA trabaja estrechamente con socios globales y nacionales con la mira puesta en terminar la epidemia de SIDA hacia 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
"En la actualidad tenemos cerca de 22 millones de portadores del VIH recibiendo tratamiento de asistencia vital. Además, en la historia reciente hemos registrado el número más bajo de muertes relacionadas con el SIDA", aseguró Sidibe.
"Poner fin al SIDA no es una conclusión previsible", aseveró el funcionario, y complementó: "Nuestro futuro debe incluir una generación libre de SIDA".