BEIJING, 22 ago (Xinhua) -- La política de reforma y apertura lanzada cuatro décadas atrás por el entonces líder chino Deng Xiaoping fue el punto de partida de la modernización del país y a la vez el origen del concepto del sueño chino, afirmó el cineasta colombiano Andrés Mora, quien lleva más de 15 años viviendo en China.
"La política de reforma y apertura ha sido el gran motor, el gran concepto que ha ayudado a cambiar hacia una modernización a China, y creo que ha sido el concepto por el que la gente acepta que hay que cambiar, que hay que hacer cosas nuevas, que podemos hacerlo de distinta manera, y creo que esto es lo que lleva a lo que llamamos ahora el sueño chino, ese fue el espacio que permitió hablar de un sueño chino, que es que todas las personas pueden mejorar su nivel de vida, ir hacia arriba y no tener límites en sus sueños, mantener la idea de que yo puedo hacer mi propia empresa, puedo darle una vida mejor a mi familia, puedo mejorar mi vivienda, puedo ir a nuevas áreas de trabajo", dijo Mora en entrevista con Xinhua.
Mora llegó al país asiático en 2002 con una beca para estudiar Dirección de Cine en la Academia de Cine de Beijing, pocos años después de haber estado en la ceremonia de devolución de Hong Kong a China por parte de Reino Unido. El joven Mora hacía parte del equipo de producción del programa El Mundo al Vuelo, dirigido y presentado por su padre, Héctor Mora, quien recorría el planeta para mostrar a los televidentes colombianos aspectos desconocidos de la cultura de diversos países.
"Además de lo de Hong Kong hicimos varias filmaciones por las principales ciudades que China quería mostrar al mundo en ese momento, como Shenzhen, Shanghai, Xi´an y Beijing. Y también nos invitaron a Hohhot (capital de Mongolia Interior) para mirar esa China que todavía no era tan conocida y enterarnos de lo que estaba sucediendo, y también para darnos a conocer la visión que tenían de cómo se iba a transformar el país... ´Lo que ven ahora se va a transformar´, era el mensaje", relata.
(Xinhuanet/Wang Zhongyi)
Para el director, tomar la decisión de estudiar en China no fue nada complicado, pues, guardadas las proporciones, la situación del cine local era parecida a la del colombiano. "Era un cine que no malgastaba el dinero sino que maximizaba los recursos, que aprovechaba el equipo y el talento de los que disponía. Por eso dije que sería bueno ir a estudiar en la academia donde los chinos formaban a la gente que hacía su cine, para saber cómo pensaban, qué pensaban, y luego maximizar eso para poder hacer visuales relativamente interesantes".
Más de dos décadas en contacto directo con China le dan a Mora la autoridad para hablar no solo de cine sino de la evolución que ha experimentado el país, toda vez que su ejercicio profesional le ha dado la oportunidad de recorrer diferentes regiones.
"El cambio que más me ha impresionado es la unificación de las tres redes, la red de telefonía, la red de televisión y la red de Internet, algo que era un plan de gobierno desde hace ya casi diez años. Esto solo se viene a entender hoy día en lo que llaman la ´digitalización de la vida cotidiana´, o sea que hoy a través de un teléfono inteligente puedes comprar productos diarios, lo que todavía en nuestros países es un poco mito. Puedes pagar servicios, puedes hacer transacciones bancarias, contratos, todo a través de una unidad portátil que está maximizando los recursos ya instalados en el país. Y esa creo que es la mayor lección, un país con un área tan grande, con la mayor población del mundo, para implementar una tecnología y mejorar las condiciones de vida lo que ha hecho es utilizar lo que ya estaba instalado. Las antenas de telefonía celular, que son propiedad el Estado, se utilizan para maximizar un ancho de banda donde la información vaya comprimida y sea multiservicios. Ya no es solo para video, también transacciones bancarias, reservar un restaurante, hacer un pedido de flores, de ropa, un billete (de entrada, de tren o de avión), todo esto mejora las condiciones de vida porque hace la vida más práctica".
(Xinhuanet/Wang Zhongyi)
Para Mora es de destacar que dicha mejora no es selectiva sino que cobija a toda la población, "pues los servicios disponibles hoy son usados tanto por el CEO de una empresa grande como por el dueño de una tienda de abarrotes, o por las escuelas, que envían información a los estudiantes y a los padres de familia a través de la Red, y entonces la gente ahora dispone de un tiempo que antes no tenía, y lo puede dedicar, por ejemplo, a su familia".
No pasa por alto tampoco el cambio físico, por ejemplo en Beijing, "una ciudad que tenía alrededor de nueve millones de habitantes y en los últimos 15 años construyó infraestructura para alojar a 22 millones", ni tampoco el cambio de actitud de la gente hacia los extranjeros. "Cuando filmamos en 1997, en Shanghai y Beijing era normal que la gente se tomara fotos con nosotros porque era una relación de distancia, de curiosidad, incluso de sorpresa. Pero hoy en día la gente ya no se sorprende al ver extranjeros, y lo abordan a uno con tranquilidad, a veces incluso en inglés, o hasta en francés".
El cineasta no duda en afirmar que todo el que viva en China, aunque no sea chino, puede disfrutar de los beneficios de la reforma y apertura e inscribirse en la corriente del sueño chino. "Yo también me podría involucrar, porque uno también, viviendo en este ambiente, se da cuenta de que se pueden realizar los sueños, y en mi caso se mantiene la idea de poder hacer una película o una serie, una historia escrita que refleje muchísimos sentimientos encontrados a través de una historia, contar lo que se vivió y materializar todo lo que se ha aprendido en estos años de trabajo, dejar, tal vez, un legado, escribir un libro, tener un hijo y plantar un árbol", dice.
Mora, quien fue el gestor de la que es hasta ahora la única participación de China en el Festival Internacional de Cine de Bogota, como país invitado de honor, en 2005, ocupa en la actualidad un alto cargo ejecutivo en una reconocida compañía internacional de medios audiovisuales.
