BUENOS AIRES, 17 ago (Xinhua) -- Organizaciones políticas y sociales de izquierda marcharon hoy a la sede del Banco Central (BCRA) en esta ciudad para repudiar la presencia de enviados del Fondo Monetario Internacional (FMI) que llegaron a la Argentina para monitorear la marcha del acuerdo celebrado en junio pasado por el cual el país recibió un crédito de 50.000 millones de dólares de parte del organismo multilateral.
Los manifestantes se concentraron en el cruce de la avenida Roque Sáenz Peña y la peatonal Florida, en pleno centro de Buenos Aires, para marchar desde allí hasta las puertas del Banco Central, donde realizaron un acto.
El diputado por el Frente de Izquierda, Gabriel Solano, afirmó allí que "no puede ocurrir que en Argentina venga una nueva misión del FMI, que se anuncien ajustes brutales en contra del pueblo sin que hayan acciones políticas de repudio".
"Lo que correspondía es que la CGT (Confederación General del Trabajo) convoque a una movilización y a un paro general, porque están en juego los salarios y los puestos de trabajo. Eso no ocurrió", subrayó el dirigente.
Solano enfatizó que "el Frente de Izquierda viene al Banco Central porque no queremos un sistema financiero tutelado por el FMI, sino un sistema bajo el control de los trabajadores. Por eso hemos elegido este lugar" para protestar.
Por su parte, el dirigente Christian Castillo, referente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), señaló que "esta misión del FMI vino a discutir que el Presupuesto 2019 tiene que tener rebajas en el sistema de educación, recortes en salud, en la obra pública y en la vivienda. Vienen para garantizar más ajuste".
Entre las organizaciones que se manifestaron este viernes estuvieron el Frente de Izquierda, el Partido Socialista de los Trabajadores y el Partido Obrero, entre otras entidades.
Los manifestantes enarbolaron carteles con las leyendas "Fuera el FMI" y "Basta de ajuste", entre otras consignas.
En junio, el gobierno argentino celebró un acuerdo con el FMI para recibir un crédito stand-by de 50.000 millones de dólares.
Como contrapartida del desembolso Argentina se comprometió a una meta de reducción del déficit primario para el año 2019 del 1,3% del Producto Interno Bruto (PIB), frente al 2,2% del que se partía, lo que supone un ajuste en los salarios de los empleados públicos, como así también recortes en la dotación de ese personal.
En el año 2020 se proyecta llegar al equilibrio primario y para el año 2021 pasar a un superávit primario de medio punto del PIB.
Además, como parte del acuerdo, el Banco Central definió un sendero de metas de inflación, de un 17% para fin de 2019; de un 13% para 2020 y de un 9% para 2021.
