LA HABANA, 17 ago (Xinhua) -- El carnaval de La Habana, el más concurrido de Cuba, inicia hoy viernes sus tradicionales paseos de carrozas y comparsas, que durante dos fines de semana consecutivos animarán las noches en el emblemático malecón de la ciudad.
Considerado el mayor espectáculo cultural y festivo de la capital cubana, el festejo popular forma parte de las celebraciones, entre otras, por los 500 años de la fundación de la urbe, que se cumplen en 2019.
Los esperados desfiles por un tramo de más de un kilómetro reunirán una amplia representación de los bailes y ritmos tradicionales del país caribeño.
Momentos especiales devendrán los paseos de las renombradas comparsas "El Alacrán" y "Los Componedores de Batea", pues ambas festejan su aniversario 110 en un escenario que compartirán con otras más jóvenes como "Los Guaracheros de Regla" y "Caballeros del Ritmo", bajo el precepto de unificar antigüedad y actualidad.
Junto a las 14 carrozas y 18 comparsas en concurso animarán los llamados "muñecones", enormes figuras que representan a los más diversos personajes, así como marionetas gigantes que complementan el mayor deleite para la población.
Habrá también en forma paralela varias tribunas en que se presentarán agrupaciones populares de música bailable.
Entre ellas está la afamada "Los Van Van" y la orquesta femenina "Las Anacaonas", así como agrupaciones rumberas y de música urbana, estas últimas incluidas entre las novedades de la gran fiesta.
El director artístico del Carnaval Habana 2018, Efraín Sabás, resaltó que cada uno de los 16 municipios de la ciudad tendrá su propia carroza, comparsa y bailables, de manera independiente a las que desfilarán en la zona céntrica de este evento anual.
A su vez, la directora de Cultura en la capital cubana, Lizette Martínez, agregó que la opción de que el jolgorio llegue a toda la provincia es lo que distingue a esta festividad veraniega.
Para los niños ya se realizó un carnaval infantil en el mismo circuito de los adultos, con 12 carrozas y 19 comparsas.
Cada año, la población habanera espera ansiosa la fiesta del carnaval, cuyo origen es la época colonial, cuando los amos permitían a sus esclavos celebrar el "Día de Reyes".
Según los registros históricos, las primeras celebraciones de este tipo se realizaron en la ciudad el 24 de febrero de 1895.
En estos festejos, que se fueron extendiendo a otras ciudades y poblados de Cuba, era costumbre disfrazar a niños y adultos.
Se visitaban en cada esquina las tarimas donde se vendían raros y llamativos sombreros para la ocasión llamados "pachangas", así como dulces, juguetes, adornos artesanales y otros objetos de recuerdo.
Desde entonces y hasta principios de la década de 1960, estas festividades se realizaban en febrero, pero tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959, la fiesta se cambió para el mes de julio, al finalizar la zafra azucarera.
En varias provincias de la isla, el calendario incluso mantiene aún la celebración de estas fiestas colectivas en julio, entre ellas Santiago de Cuba, situada 864 kilómetros al oriente de La Habana.
Por varias décadas, uno de los grandes atractivos del festejo habanero fue la elección de la "Reina", posteriormente llamada "Estrella" del carnaval, con sus seis damas o luceros.
Dicha costumbre fue eliminada posteriormente, ya que a decir de los organizadores, "subestimaba los principales valores y verdadera belleza de la mujer".
En aquel certamen, que se trasmitía por televisión a todo el país, competían decenas de hermosas jóvenes, de entre las cuales un jurado elegía a "la más bella entre las bellas" con otras seis afortunadas, que presidían el carnaval y recibían un sinnúmero de honores y obsequios.
El carnaval de La Habana, toda una fiesta de tradiciones, incluye palcos y tribunas colocadas a ambos lados del malecón, en los cuales miles de personas pueden disfrutar del acervo cultural cubano.
La población capitalina y los visitantes disfrutarán así de alegres noches habaneras, entre carrozas y comparsas, música y bailables, platos típicos y refrescantes bebidas -en especial la popular cerveza bien fría y el genuino ron de la isla-, mientras la ciudad avanza hacia su medio milenio.
