BEIJING, 15 ago (Xinhua) -- Los precios de las viviendas en las principales ciudades chinas se mantuvieron estables en julio, en un momento en el que el gobierno continúa reforzando los controles sobre el sector, informó hoy miércoles el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
Las cuatro ciudades de primera clase, es decir, Beijing, Shanghai, Shenzhen y Guangzhou, registraron un incremento del 0,2 por ciento en los precios de las viviendas nuevas en julio frente a junio, 0,4 puntos porcentuales menos que la registrada de hace un mes, de acuerdo con el BNE.
Analizando los datos, los precios de las viviendas nuevas cayeron en Shanghai mientras que en Beijing, Guangzhou y Shenzhen se elevaron 0,2; 0,6 y 0,5 por ciento, respectivamente.
En las 31 ciudades de segunda clase esta clase de activo subió un 1,1 por ciento en julio, 0,1 puntos porcentuales menos que en junio.
En términos interanuales, las viviendas nuevas se encarecieron un 0,2 por ciento en las ciudades de primera clase, mientras que las existentes aumentaron un 0,5 por ciento, 0,4 puntos porcentuales más que la cifra de hace un año.
El estadístico superior del BNE Liu Jianwei destacó que los gobiernos locales continuaron aplicando controles al mercado inmobiliario en julio, esforzándose por equilibrar la demanda y la oferta a fin de promover el desarrollo sano del sector.
Los precios de las viviendas nuevas registraron una reducción internanual en dos de las 15 ciudades "calientes", donde la compra especulativa de viviendas es monitorizada, con la reducción más significante del precio de 0,1 por ciento el mes pasado, mientras que 11 urbes registraron aumentos y dos localidades se mantuvieron sin cambios.
La inversión inmobiliaria de China se incrementó un 10,2 por ciento interanual en los primeros siete meses de este año, en comparación con el 9,7 por ciento registrado en el periodo enero-junio, informó este martes el Buró Nacional de Estadísticas (BNE).
Durante los últimos años, los precios inmobiliarios subieron rápidamente, sobre todo en las ciudades principales, y emergió la preocupación sobre posibles burbujas inmobiliarias. Para controlar la especulación, los gobiernos locales impusieron restricciones a la compra de viviendas e incrementaron el pago mínimo exigido para una hipoteca.
El sector inmobiliario, considerado como uno de los principales soportes de la economía de China y que padeció un sobrecalentamiento, se ha mantenido estable en gran medida para ayudar a evitar los riesgos financieros.
