Por Victoria Argüello
BUENOS AIRES, 13 jul (Xinhua) -- La constante que ha mantenido China en su crecimiento económico es signo de un "desarrollo responsable" así como de "una planificación a largo plazo" y de "la cooperación con distintas regiones del mundo", asegura la antropóloga argentina especialista en Asia, Alejandra Conconi.
La integrante de la Comisión de Recursos Humanos de la Cámara de Comercio Chino-Argentina valoró positivamente el crecimiento del 6,7 por ciento que registró China en su Producto Interno Bruto (PIB) durante el primer semestre del 2018, según un informe de la Academia de Ciencias Sociales de China.
La licenciada en Estudios Orientales aseguró, en diálogo con Xinhua, que esta cifra es posible gracias a un sinfín de políticas acertadas pero, sobre todo, porque el Gobierno chino "ha sabido proyectar en el tiempo un desarrollo continuo para el país".
"China se ha apoyado en una demanda de consumo, en retail, y sectores como consumo virtual que han crecido; además de una demanda en las exportaciones. Aparte, el sistema de gobierno centralizado con metas en plazos largos ha sabido proyectar un desarrollo continuo", precisó Conconi.
La planificación estratégica es una de las políticas del Gobierno de China más ponderadas por Conconi, a la vez que resaltó que "China ha tenido un desarrollo responsable a través del marco Sur-Sur con Africa y América Latina".
En algunos países de la región latinoamericana, como es el caso de Argentina, China realizó inversiones en momentos en los cuáles empresas y capitales norteamericanos o europeos dejaban el país argumentando distintas razones, puntualizó.
"De allí que China desembarcara en la región invirtiendo y capitalizando con un interés no sólo económico. Esto ha sido positivo -para ambas partes- para sostener negocios, inversiones y empleos que ya no eran rentables o de interés económico para otras naciones (del hemisferio)", apuntó.
Para la experta, China ha contribuido en el proceso de recuperación de la economía mundial además de servir de ejemplo para las economías emergentes.
"Existe una persistencia en emprendimientos y trabajos con la confianza plena en el crecimiento del país que llevará al desarrollo personal. Esto se da, claro, con una moneda fuerte, y una permanente confianza en la dirigencia política", sostuvo.
Agregó que "la combinación de una base socialista inclusiva, con el interés por el desarrollo, además de la apertura de la economía en las últimas décadas trajo resultados a imitar en muchas áreas".
Desde la óptica de la antropóloga, las nuevas generaciones de China, presentes en las empresas y emprendimientos que son motores de la economía, conservan también paradigmas de sacrificio por la nación china, un aspecto que consideró elemental para el desarrollo.
"Se vive la ansiedad de un momento histórico donde muchos han tenido un crecimiento personal y colectivo sin precedentes en la historia, sobre todo la historia contemporánea", precisó.
En el primer trimestre del 2018, el PIB de China llegó a 19,88 billones de yuanes (3,2 billones de dólares), lo cual representó un crecimiento del 6,8 por ciento interanual, según cifras del Buró Nacional de Estadísticas.
De acuerdo con el Buró, desde el comienzo de este año el comercio exterior del país se ha hecho más equilibrado, ya que el aumento de las importaciones ha sido superior al de las exportaciones y se ha reducido el superávit comercial, mientras que el PIB ha mantenido una constante de crecimiento entre el 6,7 y el 6,9 por ciento en los últimos 11 meses.
