ESPECIAL: Cárcel del fin del mundo, una atracción turística en el extremo austral de Argentina

Actualizado 2018-07-11 06:20:14 | Spanish. xinhuanet. com

ARGENTINA-USHUAIA-MUSEO-PRESIDIO NACIONAL-SERIE

Imagen del 7 de julio de 2018 de visitantes caminando frente a la sede del Museo del Presidio Nacional en la ciudad de Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, en Argentina. (Xinhua/Martín Zabala)

USHUAIA, Argentina, 10 jul (Xinhua) -- La cárcel que funcionó de 1902 a 1947 en la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego, en el extremo austral de Argentina, se ha convertido en un museo que destaca como atracción turística sin par en esa zona del país.

Hasta Ushuaia llegan viajeros interesados en conocer cómo eran las condiciones de vida hace más de un siglo de los reclusos.

Se trata del "Presidio Nacional", cuya construcción comenzó en 1896 como medida del gobierno argentino para reforzar la soberanía en una zona inhóspita, 3.112 kilómetros al sur de Buenos Aires, y cuyos fríos y severos pasillos impresionan a quienes los recorren.

Araceli Velazco, encargada de las visitas guiadas en español e inglés del museo, explicó a Xinhua durante un recorrido que los turistas se entusiasman con el paseo "porque se puede ver cómo era vivir en este edificio de principios del 1900".

"Argentina buscaba reforzar la soberanía sobre la Tierra del Fuego y lo hicieron a través de colonias penales. De allí que se realiza la construcción del edificio en el año 1902. En principio fue una cárcel de reincidentes y después se empezó a traer todo tipo de presos, muchos de ellos muy conocidos dentro de la historia criminal argentina", detalló.

En 1920 la cárcel contaba con cinco pabellones de 76 celdas exteriores cada uno.

Las 380 celdas eran unipersonales, aunque con el correr de los años la cárcel llegó a alojar a más de 600 condenados.

En 1943, pocos años antes del cierre del penal, se inauguró un nosocomio que luego fue el hospital de la Base Naval y por mucho tiempo el único de la zona.

Velazco relató que el presidio "funcionó hasta 1947 como cárcel.

La cárcel estuvo abandonada durante algún tiempo, pero a partir de 1994 comenzó a funcionar como museo "para que no se perdiera este lugar, esta estructura, que representa mucho, no sólo para la historia argentina, sino sobre todo para Ushuaia, porque gran parte de lo que fue el pueblo se construyó con la mano de obra de los presos", indicó.

La guía recordó que "una de las ideas más importantes que tenía esta cárcel es que ellos (las autoridades) consideraban que el trabajo era rehabilitador. El trabajo era obligatorio, por lo que los presos tenían que trabajar no sólo para el edificio, sino también para la ciudad".

"Se encargaban de abrir calles, construir casas, hacían varias tareas que estaban relacionadas con la vida cotidiana del pueblo", detalló Velazco.

Además, los reos estuvieron a cargo de construir puentes y de la explotación forestal de los bosques cercanos, lo que permitió en 1910 habilitar el tendido de vías para la circulación del tren en la zona más austral del mundo.

El penal tuvo 30 sectores de trabajo, algunos de los cuales quedaban fuera del complejo carcelario.

Los talleres instalados atendieron las necesidades de la cárcel y prestaron servicios a toda la ciudad de Ushuaia, a la que ofrecieron la primera imprenta, teléfonos, electricidad y una dotación de bomberos.

A medida que pasó el tiempo fueron enviados a esta cárcel personas que cometieron graves delitos, muchos de ellos condenados a cadena perpetua o de larga duración.

A unos metros de las imágenes que recuerdan a esos internos con sus trajes amarillos y azules a rayas verticales, Velazco enfatizó que "el edificio es muy importante en la historia de Ushuaia, porque representa el comienzo del poblado".

En 1947 el gobierno argentino dispuso la clausura de la cárcel y las instalaciones fueron transferidas al Ministerio de Marina y en ellas se instaló la Base Naval en 1950.

El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional por ley del Congreso de la Nación en abril de 1997.

"Es uno de los pocos edificios dentro de la ciudad que supera los 100 años de antigüedad, siendo que Ushuaia es un poblado bastante joven", expresó Velazco.

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Spanish.xinhuanet.com 2018-07-11 06:20:14

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Imagen del 7 de julio de 2018 de visitantes caminando frente a la sede del Museo del Presidio Nacional en la ciudad de Ushuaia, provincia de Tierra del Fuego, en Argentina. (Xinhua/Martín Zabala)

USHUAIA, Argentina, 10 jul (Xinhua) -- La cárcel que funcionó de 1902 a 1947 en la ciudad de Ushuaia, capital de la provincia de Tierra del Fuego, en el extremo austral de Argentina, se ha convertido en un museo que destaca como atracción turística sin par en esa zona del país.

Hasta Ushuaia llegan viajeros interesados en conocer cómo eran las condiciones de vida hace más de un siglo de los reclusos.

Se trata del "Presidio Nacional", cuya construcción comenzó en 1896 como medida del gobierno argentino para reforzar la soberanía en una zona inhóspita, 3.112 kilómetros al sur de Buenos Aires, y cuyos fríos y severos pasillos impresionan a quienes los recorren.

Araceli Velazco, encargada de las visitas guiadas en español e inglés del museo, explicó a Xinhua durante un recorrido que los turistas se entusiasman con el paseo "porque se puede ver cómo era vivir en este edificio de principios del 1900".

"Argentina buscaba reforzar la soberanía sobre la Tierra del Fuego y lo hicieron a través de colonias penales. De allí que se realiza la construcción del edificio en el año 1902. En principio fue una cárcel de reincidentes y después se empezó a traer todo tipo de presos, muchos de ellos muy conocidos dentro de la historia criminal argentina", detalló.

En 1920 la cárcel contaba con cinco pabellones de 76 celdas exteriores cada uno.

Las 380 celdas eran unipersonales, aunque con el correr de los años la cárcel llegó a alojar a más de 600 condenados.

En 1943, pocos años antes del cierre del penal, se inauguró un nosocomio que luego fue el hospital de la Base Naval y por mucho tiempo el único de la zona.

Velazco relató que el presidio "funcionó hasta 1947 como cárcel.

La cárcel estuvo abandonada durante algún tiempo, pero a partir de 1994 comenzó a funcionar como museo "para que no se perdiera este lugar, esta estructura, que representa mucho, no sólo para la historia argentina, sino sobre todo para Ushuaia, porque gran parte de lo que fue el pueblo se construyó con la mano de obra de los presos", indicó.

La guía recordó que "una de las ideas más importantes que tenía esta cárcel es que ellos (las autoridades) consideraban que el trabajo era rehabilitador. El trabajo era obligatorio, por lo que los presos tenían que trabajar no sólo para el edificio, sino también para la ciudad".

"Se encargaban de abrir calles, construir casas, hacían varias tareas que estaban relacionadas con la vida cotidiana del pueblo", detalló Velazco.

Además, los reos estuvieron a cargo de construir puentes y de la explotación forestal de los bosques cercanos, lo que permitió en 1910 habilitar el tendido de vías para la circulación del tren en la zona más austral del mundo.

El penal tuvo 30 sectores de trabajo, algunos de los cuales quedaban fuera del complejo carcelario.

Los talleres instalados atendieron las necesidades de la cárcel y prestaron servicios a toda la ciudad de Ushuaia, a la que ofrecieron la primera imprenta, teléfonos, electricidad y una dotación de bomberos.

A medida que pasó el tiempo fueron enviados a esta cárcel personas que cometieron graves delitos, muchos de ellos condenados a cadena perpetua o de larga duración.

A unos metros de las imágenes que recuerdan a esos internos con sus trajes amarillos y azules a rayas verticales, Velazco enfatizó que "el edificio es muy importante en la historia de Ushuaia, porque representa el comienzo del poblado".

En 1947 el gobierno argentino dispuso la clausura de la cárcel y las instalaciones fueron transferidas al Ministerio de Marina y en ellas se instaló la Base Naval en 1950.

El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional por ley del Congreso de la Nación en abril de 1997.

"Es uno de los pocos edificios dentro de la ciudad que supera los 100 años de antigüedad, siendo que Ushuaia es un poblado bastante joven", expresó Velazco.

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