MOSCU, 3 jul (Xinhua) -- El astro del fútbol de Nigeria, John Obi Mikel, reveló hoy que horas antes de que jugara como capitán de su selección el partido final del Grupo D de la Copa del Mundo contra Argentina el 26 de junio fue informado de que su padre había sido secuestrado.
Mikel dijo al periódico "The Guardian" que se encontraba en el autobús de la selección de Nigeria rumbo al estadio en San Petersburgo cuando recibió una llamada de un familiar que le dijo que su padre había sido secuestrado y que exigían un rescate.
"Tuve que dominar el trauma. Recibí una llamada cuatro horas antes del inicio para decirme lo que había pasado", explicó.
"Jugué mientras mi padre estaba en las manos de los bandidos", dijo Mikel al periódico.
El jugador admitió que estuvo desconsolado, pero que "al final, sabía que no podía decepcionar a 180 millones de nigerianos. Tuve que dejarlo afuera de mi cabeza e ir y representar a mi país primero. No pude siquiera informar a los entrenadores o el personal y sólo un grupo muy estrecho de amigos supieron", agregó Mikel.
El jugador informó al periódico que le dijeron que los secuestradores "dispararían de inmediato a mi padre si yo informaba a las autoridades o le decía alguien", y que mantuvo el secuestro en secreto porque "no quise que mi problema fuera una distracción el día de un juego tan importante".
El padre de Mikel fue secuestrado en el sureste de Nigeria y aunque después fue liberado, Mikel confirmó que había sido torturado por los secuestradores.
"Afortunadamente, mi padre fue liberado a salvo la tarde del lunes. Agradezco a las autoridades policiales por sus esfuerzos de rescate y el apoyo que he recibido de amigos y familiares. Desafortunadamente mi papá está ahora en el hospital recibiendo tratamiento de emergencia como resultado de la tortura que sufrió durante su captura", declaró.