BUENOS AIRES, 26 jun (Xinhua) -- Unos 19.000 aficionados vieron hoy martes en una pantalla gigante ubicada en una plaza de Buenos Aires el angustioso triunfo de Argentina 2-1 sobre Nigeria en el Mundial de fútbol Rusia 2018, que le dio la clasificación a los octavos de final.
Con el gol de Marcos Rojo en el minuto 85, la mayoría de los argentinos estalló en lágrimas, pero no de tristeza, sino "de emoción", de desahogo, de sufrimiento.
En el primer tiempo, la corrida de Lionel Messi que terminó en su primer gol en la Copa dejó las gargantas afónicas de algunos de los aficionados.
Los reproches amagaron con brotar cuando Javier Mascherano cometió un infantil penalti que le dio vida a Nigeria, pero todo quedó de lado cuando Rojo, el impensado héroe, le otorgó a Argentina el triunfo que necesitaba.
"Sampaoli (Jorge), poné a Pavón", solicitaban muchos y el entrenador les dio el gusto, ya que mandó a la cancha al delantero estrella del club argentino Boca Juniors para aprovechar su velocidad en el ataque.
"Argentina es grande, poderosa, jugaron excelente, de corazón se lo merecen", declaró a Xinhua una turista extranjera que dijo no saber mucho de fútbol pero brindó su apoyo a los albicelestes.
Lucía González, una joven argentina, dijo por su parte: "Lo sufrí demasiado, pero estoy contenta con el resultado, la selección hace llorar, me encanta y los voy a apoyar siempre".
Otro aficionado, Federico Ojeda, remarcó: "Dios, cómo sufrimos, no me quiero ir de acá, no lo puedo creer, gritamos como nunca, una alegría enorme".
En tanto, Matías Facciolo señaló que tiene "mucha esperanza" y dijo que "ahora es otro Mundial, esto ya pasó, ahora arranca lo bueno".
"No lo puedo creer todavía, lloraba de la emoción que tenía, los jugadores se lo merecen, dejaron todo", señaló entre llantos otra aficionada enfundada en los colores celeste y blanco.
Los simpatizantes se fueron de la plaza San Martín, en el barrio capitalino de Retiro (norte), con la sonrisa ancha y pensando en Francia, el rival en octavos de final del sábado próximo.
Ya quedó atrás el pobre rendimiento en la fase de grupos (4 puntos por un empate 1-1 con Islandia, una derrota 3-0 ante Croacia y el éxito 2-1 sobre Nigeria) y ahora, con la épica de un triunfo milagroso, el equipo deberá mejorar mucho.
"Ahora sí que empieza el Mundial", coincidieron los fanáticos, conscientes de que se vienen los duelos mano a mano, en los cuales los errores se pagan con el regreso a casa. Fin