Por Raúl Menchaca
La estadounidense, Victoria Burgess, de 33 años de edad, reacciona a bordo de un bote desde el Club Náutico Internacional Hemingway, al oeste de La Habana, Cuba, el 26 de junio de 2018. Parada sobre una tabla de surf, desde donde rema con fuertes paletadas, la estadounidense Victoria Burguess intenta desde el martes cruzar el estrecho de La Florida para unir, al menos deportivamente, a Cuba y Estados Unidos. Por delante tiene unas 90 millas (170 kilómetros) que pretende cubrir en unas 30 horas para inscribir su nombre en el Libro Guinnes de récord. (Xinhua/Joaquín Hernández)
LA HABANA, 26 jun (Xinhua) -- Parada sobre una tabla de surf, desde donde rema con fuertes paletadas, la estadounidense Victoria Burguess intenta desde hoy martes cruzar el estrecho de La Florida para unir, al menos deportivamente, a Cuba y Estados Unidos.
El sol apenas tibiaba este martes cuando la surfista, de 33 años, comenzó su travesía desde el Club Náutico Internacional Hemingway, al oeste de La Habana, hasta Cayo Hueso, en el sur del estado de Florida en Estados Unidos.
Por delante tiene unas 90 millas que pretende cubrir en unas 30 horas para inscribir su nombre en el Libro Guinnes de récord, quien a una pregunta de Xinhua responde que "fracasar no está entre los planes".
Burguess es una mujer delgada y fibrosa, con el pelo rubio decolorado por el sol, una combinación que delata su afición por el mar y por el gimnasio, a donde acude "al menos una vez por semana".
La preparación de la atleta se intensificó un poco durante las últimas semanas para este intento, aunque señaló que el componente psicológico es tan importante como el físico.
Pero su empeño es gigantesco, sobre todo si se sabe que el recorrido más largo hecho hasta ahora por ella es de siete horas, mientras que el estrecho de La Florida le exigirá cuatro veces más.
La deportista, quien además practicó fútbol, baloncesto, voleibol y polo acuático, nombró su intento como "El cruce de la chica libre", una alegoría "para demostrar que las mujeres podemos hacer cualquier cosa, si nos lo proponemos".
"Quiero que las mujeres tengan conciencia de sus propias fuerzas", afirmó la también nutricionista y entrenadora física.
Aseguró además haber comprobado que las mujeres a veces no son conscientes de sus posibilidades físicas, por lo que dudan a la hora de esforzarse un poco más de lo normal.
"Este va a ser el primer récord femenino de este tipo", dijo Burguess a la prensa poco antes de iniciar el singular viaje, que además "trata de rescatar la amistad entre Cuba y Estados Unidos".
Washington y La Habana, que restablecieron relaciones diplomáticas en 2015 después de medio siglo de separación, viven ahora un retroceso en esos lazos desde la llegada a la Casa Blanca de la administración del presidente Donald Trump.
Durante el trayecto, la surfista está acompañada de un bote de apoyo y un equipo de cinco personas, entre familiares y amigos, quienes se encargan de su nutrición y seguridad.
Burgess ha participado en famosas competencias de distancia en surf con remos, como la de Molokai a Oahu y la de Maui a Molokai, ambas en Hawai, pero es la primera vez que intenta un desafío tan grande.
Cruzar el estrecho de La Florida desde Cuba ha sido un desafío para varios atletas, en especial estadounidenses y en distintas modalidades, que van desde nadar con o sin una jaula contra tiburones, hasta bracear sobre una tabla de surf.
En agosto de 2013, el también estadounidense Benjamin Friberg venció esa misma prueba luego de 28 horas de remar parado sobre una tabla de surf, hecho inédito hasta entonces.
Victoria Burguess trata ahora de hacer historia desde la trinchera femenina y por eso sonríe con seguridad cuando mira hacia el horizonte.
Aprecia un sol radiante y un mar en calma, sin pensar en los retos que le puede imponer la naturaleza a la vuelta de unas horas.