ESPECIAL: El atento trabajo de los cuidadores de tigres con los cachorros recién nacidos en el noreste de China

Spanish.xinhuanet.com   2018-06-09 16:25:13

HARBIN, 9 jun (Xinhua) -- Li Xin cambia con cuidado un pañal a un cachorro recién nacido de tigre siberiano que duerme en una incubadora tratando de no molestarlo, mientras a su alrededor una docena de animales piden alimento.

Desde que las hembras del Parque del Tigre Siberiano de Harbin, capital de la provincia nororiental china de Heilongjiang, comenzaron a dar a luz a principios de abril, han llegado unos 60 cachorros.

En el parque viven más de 1.300 ejemplares de este animal y allí se ha creado una delegación del Centro de Cría del Tigre Siberiano, el centro profesional de cría de esta especie más grande del mundo.

Los cuidadores, como Li, se ocupan de los cachorros en caso de que la madre no tenga suficiente leche o capacidades para sacar adelante su descendencia. El trabajo requiere atenciones constantes.

El responsable del departamento de cría y veterinaria del centro, Huang Haitao, indicó a Xinhua que cualquier anomalía puede ser un síntoma de que los cachorros tienen una enfermedad mortal, de modo que es necesario comprobar su estado con frecuencia.

"Un cachorro de tigre puede morir de una enfermedad aguda en seis horas desde que aparecen los primeros síntomas si no es tratado a tiempo", explicó Huang.

Por lo tanto, Li y sus colegas, que cuidan a unos 50 animales en la base, trabajan en turnos para atenderlos las 24 horas.

Cada mañana comprueba el peso, temperatura corporal y los excrementos de los cachorros nada más llegar a la base. Estos son indicadores de su estado de salud. A lo largo del turno de día los alimenta y cambia los pañales cada dos o tres horas.

A la hora de la comida los cachoros empiezan a gemir para pedir alimentos y Li les da botellas de leche de cabra templada, tras lo que hace que eructen y escucha los sonidos del abdomen de los animales.

"Los eructos indican que la leche ha llegado al estómago", señaló.

Li se tituló en veterinaria y cría de animales en la Facultad de Tecnología Agrícola de Heilongjiang y trabaja como cuidador de tigres desde que terminó sus estudios en 2004.

"Cuando vine aquí por primera vez tenía curiosidad pero también estaba asustado de que los tigres me pudiesen herir. Por fortuna, mis colegas fueron muy amables y me enseñaron pacientemente cómo trabajar con los animales", recordó.

Ahora es cuidador sénior y trabaja con dedicación atendiendo a los animales. En la temporada de nacimientos su equipo hace turnos de 32 horas y es común que tengan que trabajar por la noche.

"Creo que el trabajo es más duro que cuidar de mi propia descendencia", indicó Li, que tiene 35 años y fue padre hace ocho.

Cuando nació su bebé Li llevaba seis años en su puesto como cuidador de tigres y su experiencia en este ámbito le ayudó en su paternidad.

Cambiar pañales, hacer que eructe y bañar al bebé...fue fácil para mí, mientras que mi mujer no tenía esta experiencia y tenía miedo al hacerlo al principio", contó.

Dado que el sistema inmune de los tigres no empieza a madurar hasta que tienen unos seis meses, Li indicó que una de sus grandes esperanzas es que los cachorros de los que se ocupa no enfermen en este periodo.

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ESPECIAL: El atento trabajo de los cuidadores de tigres con los cachorros recién nacidos en el noreste de China

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HARBIN, 9 jun (Xinhua) -- Li Xin cambia con cuidado un pañal a un cachorro recién nacido de tigre siberiano que duerme en una incubadora tratando de no molestarlo, mientras a su alrededor una docena de animales piden alimento.

Desde que las hembras del Parque del Tigre Siberiano de Harbin, capital de la provincia nororiental china de Heilongjiang, comenzaron a dar a luz a principios de abril, han llegado unos 60 cachorros.

En el parque viven más de 1.300 ejemplares de este animal y allí se ha creado una delegación del Centro de Cría del Tigre Siberiano, el centro profesional de cría de esta especie más grande del mundo.

Los cuidadores, como Li, se ocupan de los cachorros en caso de que la madre no tenga suficiente leche o capacidades para sacar adelante su descendencia. El trabajo requiere atenciones constantes.

El responsable del departamento de cría y veterinaria del centro, Huang Haitao, indicó a Xinhua que cualquier anomalía puede ser un síntoma de que los cachorros tienen una enfermedad mortal, de modo que es necesario comprobar su estado con frecuencia.

"Un cachorro de tigre puede morir de una enfermedad aguda en seis horas desde que aparecen los primeros síntomas si no es tratado a tiempo", explicó Huang.

Por lo tanto, Li y sus colegas, que cuidan a unos 50 animales en la base, trabajan en turnos para atenderlos las 24 horas.

Cada mañana comprueba el peso, temperatura corporal y los excrementos de los cachorros nada más llegar a la base. Estos son indicadores de su estado de salud. A lo largo del turno de día los alimenta y cambia los pañales cada dos o tres horas.

A la hora de la comida los cachoros empiezan a gemir para pedir alimentos y Li les da botellas de leche de cabra templada, tras lo que hace que eructen y escucha los sonidos del abdomen de los animales.

"Los eructos indican que la leche ha llegado al estómago", señaló.

Li se tituló en veterinaria y cría de animales en la Facultad de Tecnología Agrícola de Heilongjiang y trabaja como cuidador de tigres desde que terminó sus estudios en 2004.

"Cuando vine aquí por primera vez tenía curiosidad pero también estaba asustado de que los tigres me pudiesen herir. Por fortuna, mis colegas fueron muy amables y me enseñaron pacientemente cómo trabajar con los animales", recordó.

Ahora es cuidador sénior y trabaja con dedicación atendiendo a los animales. En la temporada de nacimientos su equipo hace turnos de 32 horas y es común que tengan que trabajar por la noche.

"Creo que el trabajo es más duro que cuidar de mi propia descendencia", indicó Li, que tiene 35 años y fue padre hace ocho.

Cuando nació su bebé Li llevaba seis años en su puesto como cuidador de tigres y su experiencia en este ámbito le ayudó en su paternidad.

Cambiar pañales, hacer que eructe y bañar al bebé...fue fácil para mí, mientras que mi mujer no tenía esta experiencia y tenía miedo al hacerlo al principio", contó.

Dado que el sistema inmune de los tigres no empieza a madurar hasta que tienen unos seis meses, Li indicó que una de sus grandes esperanzas es que los cachorros de los que se ocupa no enfermen en este periodo.

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