QINGDAO, 9 jun (Xinhua) -- Un tren de carga que transporta piezas de automóviles y alimentos saldrá de la Terminal CRIntermodal de Qingdao, en la provincia oriental china de Shandong, tres veces a la semana. Llegará a Almaty, capital comercial de Kazajistán, diez días más tarde y a cinco países de Asia central, entre ellos Kirguistán y Tayikistán.
El viaje recorta un mes su duración frente al transporte marítimo y cuesta mucho menos, resalta Wei Xuelun, vicegerente ejecutivo de la Terminal CRIntermodal de Qingdao.
Los trenes de carga de Qingdao, que se pusieron en marcha en 2015, han recorrido la distancia entre China y Asia central en más de 3.000 ocasiones, convirtiendo la ciudad costera china en un nodo en el corredor económico que vincula China, Asia central y Europa.
Qingdao, que hospeda la XVIII Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) este fin de semana, es uno de los testigos de la conectividad reforzada entre China y otros miembros de la organización gracias al desarrollo de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
Tras unos cinco años, la iniciativa ha obtenido notables progresos.
China ha firmado acuerdos de cooperación con 88 países y organizaciones internacionales. El volumen comercial entre el país asiático y otras naciones a lo largo de la Franja y la Ruta ha superado los cinco billones de dólares.
Empresas chinas han construido 75 zonas de cooperación económica y comercial de ultramar en la región, con una inversión total de 25.500 millones de dólares y creado cerca de 220.000 puestos de trabajo, declaró el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
Todos los proyectos se han llevado a cabo a través de consultas en pie de igualdad y de la aplicación conjunta con los países receptores para beneficiarse mutuamente.
Un número creciente de países y organizaciones está participando activamente en la Iniciativa y promoviendo su profundo desarrollo en todo el globo. La iniciativa busca promover los proyectos de infraestructuras, ampliarse a otras industrias y sectores en los países destinos, comenta Norman Sze, jefe de Servicios de Franja y Ruta de Deloitte en China.
La iniciativa, compuesta por la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, está estrechamente vinculada con la OCS desde el inicio. El presidente chino Xi Jinping propuso el desarrollo de la Franja Económica de la Ruta de la Seda durante una visita a Kazajistán en 2013.
Los países en la región no solo están geográficamente alineados con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, sino que también comparten principios y metas similares, apunta Wang Wen, jefe ejecutivo del Instituto de Estudios Financieros de Chongyang, de la Universidad Renmin de China. Además, intentan incrementar la prosperidad regional mediante la mejora de la conectividad de manera igualada y de beneficio mutuo.
En el primer trimestre de 2018 el volumen comercial entre China y otros miembros de la OCS ascendió un 20,7 por ciento interanual. La inversión acumulada de China en estos países alcanzó 84.000 millones de dólares durante el periodo y muchos grandes proyectos de energía, minería e industria están progresando sin problemas, añade Gao.
Con la firma de un acuerdo de la OCS sobre la facilitación del transporte terrestre internacional y la formación gradual de una red de infraestructuras de carreteras, ferrocarriles, energía y telecomunicaciones, los miembros de la organización están disfrutando de un vínculo más fuerte.
La cumbre de Qingdao ofrece nuevas oportunidades para que los países implicados se dediquen aún más a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
China y Rusia suscribieron el viernes un convenio para abrir más sus transportes terrestres internacionales al otro, una medida destinada a promover los intercambios económicos y comerciales bilaterales.
La Terminal CRIntermodal de Qingdao está cooperando con la empresa nacional de ferrocarriles de Kazajistán para recibir más importaciones, entre ellas trigo, según indica Wei.
"Esperamos que la cumbre de la OCS en Qingdao genere mejores oportunidades para este aspecto", concluye Wei.
