Inicia cumbre de G7 en Canadá en medio de disputas comerciales entre EEUU y aliados

Actualizado 2018-06-09 07:45:12 | Spanish. xinhuanet. com

CANADA-QUEBEC-CUMBRE-G7

(De izq. a der.) Los participantes de la cumbre del Grupo de los Siete (G7), el presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, posan durante el primer día de la cumbre del G7, en La Malbaie, Quebec, Canadá, el 8 de junio de 2018. La cumbre del Grupo de los Siete (G7), que empezó el viernes en Quebec, podría ser una reunión difícil entre Estados Unidos y sus aliados en medio de las crecientes preocupaciones por los aranceles estadounidenses a las importaciones al acero y al aluminio. (Xinhua/POOL)

QUEBEC, 8 jun (Xinhua) -- La cumbre del Grupo de los Siete (G7), que empezó hoy en Quebec, podría ser una reunión difícil entre Estados Unidos y sus aliados en medio de las crecientes preocupaciones por los aranceles estadounidenses a las importaciones al acero y al aluminio.

Los líderes del G7, los países industrializados más poderosos del mundo (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos), se reúnen cada año para discutir la colaboración en temas como la economía mundial, el cambio climático, la seguridad y la paz.

A su llegada a la ciudad La Malbaie de Charlevoix, Quebec, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo una breve conversación con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre asuntos de comercio y la República Popular Democrática de Corea (RPDC), según informes de los medios.

Los temas oficiales de la cumbre de este año incluyen el aumento en las inversiones y la creación de empleos para impulsar el crecimiento y promover la igualdad de género.

Pero la confrontación por la decisión unilateral de Washington de imponer aranceles a importaciones de metales de la Unión Europea (UE) y Canadá podría dominar la cumbre.

Además, el rechazo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al acuerdo sobre cambio climático y al acuerdo nuclear de Irán, también ha dividido al G7.

"Parece será uno contra seis dado que ninguno de los otros países tomó acciones agresivas contra Estados Unidos y éste atacando a sus propios aliados", dijo Perrin Beatty, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Canadá integrada por 200.000 empresas.

El presidente de la mayor asociación empresarial de Canadá se encuentra en un centro de prensa cercano esperando señales de si Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, y la Unión Europea (UE) como participante, pueden convencer a Estados Unidos de replantear su estrategia comercial.

En respuesta a los aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio canadienses, Canadá siguió el ejemplo de la UE y amenazó con imponer sus propios aranceles de represalia a productos estadounidenses.

Canadá anunció aranceles a las importaciones de acero y aluminio estadounidenses, así como a 71 categorías de productos industriales y de consumo que afectarán a los estados de donde proceden destacados miembros republicanos del Congreso.

Los productos incluyen mermeladas de fruta de Wisconsin, estado del presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, y whisky, estado del líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell.

"Nos sentimos heridos e insultados", dijo la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, en una reciente entrevista con CNN sobre los aranceles de Estados Unidos contra Canadá.

Beatty dijo que la comunidad empresarial canadiense está "realmente preocupada" por la forma en la que Trump está atacando lo que debería ser el objetivo de tener un comercio "libre y abierto".

"Hemos visto una serie de medidas tomadas por el presidente dirigidas a los aliados y amigos más cercanos de Estados Unidos que son destructivas y que infligen daño serio y directo en la economía estadounidense, así como en las economías de sus socios", dijo Beatty. "Aunque parece no estar consciente de las consecuencias".

El arancel que el Departamento de Comercio de Estados Unidos impuso este año al papel de periódico canadiense ha incrementado los costos de editores de diarios y ahora pone en peligro el destino de los diarios locales en todo Estados Unidos, dijo Beatty.

La administración Trump ha impuesto severos aranceles contra la industria canadiense de madera blanda, los cuales han elevado los costos de viviendas y muebles en Estados Unidos, lo que vuelve menos competitivos a los fabricantes de muebles estadounidenses, dijo Beatty.

La guerra comercial podría calentarse si el próximo objetivo de Trump es la industria automotriz canadiense, la cual exporta cerca del 80 por ciento de los vehículos que fabrica a Estados Unidos, o la industria láctea canadiense, con base en el reciente tuit del presidente de que "Canadá amenaza a nuestros negocios agrícolas y los agricultores han sido muy pobres durante mucho tiempo".

Todas estas acciones erosionan aún más cualquier esperanza de que sobreviva el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, actualmente renegociado por Estados Unidos, Canadá y México, según Beatty.

"Es una gran ironía que se proyecte como empresario. En los negocios, ya sea como cliente o proveedor, uno desea garantizar que ambos tengan un trato justo que sea de beneficio mutuo y uno nunca desea una situación en la que alguien se sienta victimizado", dijo.

"Esta parece ser la estrategia del presidente Trump. Ve al comercio como un juego de suma cero en el que Estados Unidos sólo puede avanzar si los demás pierden", indicó.

Beatty dijo que nunca había visto tanto resentimiento del gobierno estadounidense a su homólogo canadiense desde que llegó a Ottawa en 1972, cuando fue elegido como miembro de la Cámara de los Comunes por el entonces Partido Conservador Progresista a los 22 años de edad.

La Casa Blanca dijo que Trump no asistirá a la reunión del G7 sobre cambio climático pues partirá de la reunión de dos días antes de lo inicialmente planeado.

Trump escribió hoy tuits duros dirigidos al primer ministro canadiense Justin Trudeau, el presidente francés Emmanuel Macron y la Unión Europea por temas de comercio, y dijo que está ansioso por "enderezar los acuerdos comerciales desleales" con los países del G7.

Al final de la cumbre, los líderes esperan firmar una declaración conjunta que detalle las posturas e iniciativas políticas que acuerden.

Francia y Alemania han advertido que no firmarán los acuerdos finales a menos que Washington haga algunas concesiones políticas importantes.

La cumbre se realiza en el contexto del más alto nivel de tensiones en décadas entre Estados Unidos y sus aliados a causa de Trump, desde comercio y el acuerdo iraní hasta el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), según un artículo publicado en el más reciente número del New Yorker.

El jueves por la mañana, Trump publicó en Twitter que estaba alistándose "para el G7 en Canadá para luchar por nuestro país en comercio", mientras los otros líderes del G7 se preparaban para un Estados Unidos más solo que nunca antes. Ahora Trump enfrenta el riesgo muy real de que los aliados se unan en su contra, según el artículo.

"Puede que al presidente estadounidense no le importe estar aislado, pero tampoco nos importa a nosotros firmar un acuerdo de seis países en caso de ser necesario", publicó más tarde Macron en Twitter.

"Durante el mandato de Trump, 'Estados Unidos primero' está convirtiéndose en Estados Unidos solo", señaló el artículo del New Yorker.

Antes de partir a Canadá para la cumbre del G7 de este año, Trump dijo a los medios que Rusia debería ser invitada de nuevo a la reunión del G7. Los miembros europeos del G7 se opusieron de forma unánime al llamado de Trump, indicó hoy la presidencia francesa.

 
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Inicia cumbre de G7 en Canadá en medio de disputas comerciales entre EEUU y aliados

Spanish.xinhuanet.com 2018-06-09 07:45:12

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(De izq. a der.) Los participantes de la cumbre del Grupo de los Siete (G7), el presidente del Consejo de la Unión Europea, Donald Tusk, la primera ministra de Reino Unido, Theresa May, la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, posan durante el primer día de la cumbre del G7, en La Malbaie, Quebec, Canadá, el 8 de junio de 2018. La cumbre del Grupo de los Siete (G7), que empezó el viernes en Quebec, podría ser una reunión difícil entre Estados Unidos y sus aliados en medio de las crecientes preocupaciones por los aranceles estadounidenses a las importaciones al acero y al aluminio. (Xinhua/POOL)

QUEBEC, 8 jun (Xinhua) -- La cumbre del Grupo de los Siete (G7), que empezó hoy en Quebec, podría ser una reunión difícil entre Estados Unidos y sus aliados en medio de las crecientes preocupaciones por los aranceles estadounidenses a las importaciones al acero y al aluminio.

Los líderes del G7, los países industrializados más poderosos del mundo (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Japón y Estados Unidos), se reúnen cada año para discutir la colaboración en temas como la economía mundial, el cambio climático, la seguridad y la paz.

A su llegada a la ciudad La Malbaie de Charlevoix, Quebec, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo una breve conversación con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, sobre asuntos de comercio y la República Popular Democrática de Corea (RPDC), según informes de los medios.

Los temas oficiales de la cumbre de este año incluyen el aumento en las inversiones y la creación de empleos para impulsar el crecimiento y promover la igualdad de género.

Pero la confrontación por la decisión unilateral de Washington de imponer aranceles a importaciones de metales de la Unión Europea (UE) y Canadá podría dominar la cumbre.

Además, el rechazo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al acuerdo sobre cambio climático y al acuerdo nuclear de Irán, también ha dividido al G7.

"Parece será uno contra seis dado que ninguno de los otros países tomó acciones agresivas contra Estados Unidos y éste atacando a sus propios aliados", dijo Perrin Beatty, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Canadá integrada por 200.000 empresas.

El presidente de la mayor asociación empresarial de Canadá se encuentra en un centro de prensa cercano esperando señales de si Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, y la Unión Europea (UE) como participante, pueden convencer a Estados Unidos de replantear su estrategia comercial.

En respuesta a los aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio canadienses, Canadá siguió el ejemplo de la UE y amenazó con imponer sus propios aranceles de represalia a productos estadounidenses.

Canadá anunció aranceles a las importaciones de acero y aluminio estadounidenses, así como a 71 categorías de productos industriales y de consumo que afectarán a los estados de donde proceden destacados miembros republicanos del Congreso.

Los productos incluyen mermeladas de fruta de Wisconsin, estado del presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, y whisky, estado del líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell.

"Nos sentimos heridos e insultados", dijo la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, en una reciente entrevista con CNN sobre los aranceles de Estados Unidos contra Canadá.

Beatty dijo que la comunidad empresarial canadiense está "realmente preocupada" por la forma en la que Trump está atacando lo que debería ser el objetivo de tener un comercio "libre y abierto".

"Hemos visto una serie de medidas tomadas por el presidente dirigidas a los aliados y amigos más cercanos de Estados Unidos que son destructivas y que infligen daño serio y directo en la economía estadounidense, así como en las economías de sus socios", dijo Beatty. "Aunque parece no estar consciente de las consecuencias".

El arancel que el Departamento de Comercio de Estados Unidos impuso este año al papel de periódico canadiense ha incrementado los costos de editores de diarios y ahora pone en peligro el destino de los diarios locales en todo Estados Unidos, dijo Beatty.

La administración Trump ha impuesto severos aranceles contra la industria canadiense de madera blanda, los cuales han elevado los costos de viviendas y muebles en Estados Unidos, lo que vuelve menos competitivos a los fabricantes de muebles estadounidenses, dijo Beatty.

La guerra comercial podría calentarse si el próximo objetivo de Trump es la industria automotriz canadiense, la cual exporta cerca del 80 por ciento de los vehículos que fabrica a Estados Unidos, o la industria láctea canadiense, con base en el reciente tuit del presidente de que "Canadá amenaza a nuestros negocios agrícolas y los agricultores han sido muy pobres durante mucho tiempo".

Todas estas acciones erosionan aún más cualquier esperanza de que sobreviva el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, actualmente renegociado por Estados Unidos, Canadá y México, según Beatty.

"Es una gran ironía que se proyecte como empresario. En los negocios, ya sea como cliente o proveedor, uno desea garantizar que ambos tengan un trato justo que sea de beneficio mutuo y uno nunca desea una situación en la que alguien se sienta victimizado", dijo.

"Esta parece ser la estrategia del presidente Trump. Ve al comercio como un juego de suma cero en el que Estados Unidos sólo puede avanzar si los demás pierden", indicó.

Beatty dijo que nunca había visto tanto resentimiento del gobierno estadounidense a su homólogo canadiense desde que llegó a Ottawa en 1972, cuando fue elegido como miembro de la Cámara de los Comunes por el entonces Partido Conservador Progresista a los 22 años de edad.

La Casa Blanca dijo que Trump no asistirá a la reunión del G7 sobre cambio climático pues partirá de la reunión de dos días antes de lo inicialmente planeado.

Trump escribió hoy tuits duros dirigidos al primer ministro canadiense Justin Trudeau, el presidente francés Emmanuel Macron y la Unión Europea por temas de comercio, y dijo que está ansioso por "enderezar los acuerdos comerciales desleales" con los países del G7.

Al final de la cumbre, los líderes esperan firmar una declaración conjunta que detalle las posturas e iniciativas políticas que acuerden.

Francia y Alemania han advertido que no firmarán los acuerdos finales a menos que Washington haga algunas concesiones políticas importantes.

La cumbre se realiza en el contexto del más alto nivel de tensiones en décadas entre Estados Unidos y sus aliados a causa de Trump, desde comercio y el acuerdo iraní hasta el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), según un artículo publicado en el más reciente número del New Yorker.

El jueves por la mañana, Trump publicó en Twitter que estaba alistándose "para el G7 en Canadá para luchar por nuestro país en comercio", mientras los otros líderes del G7 se preparaban para un Estados Unidos más solo que nunca antes. Ahora Trump enfrenta el riesgo muy real de que los aliados se unan en su contra, según el artículo.

"Puede que al presidente estadounidense no le importe estar aislado, pero tampoco nos importa a nosotros firmar un acuerdo de seis países en caso de ser necesario", publicó más tarde Macron en Twitter.

"Durante el mandato de Trump, 'Estados Unidos primero' está convirtiéndose en Estados Unidos solo", señaló el artículo del New Yorker.

Antes de partir a Canadá para la cumbre del G7 de este año, Trump dijo a los medios que Rusia debería ser invitada de nuevo a la reunión del G7. Los miembros europeos del G7 se opusieron de forma unánime al llamado de Trump, indicó hoy la presidencia francesa.

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