ESPECIAL: Vigilia en Cuba por dos sobrevivientes y familiares de víctimas de accidente aéreo

Spanish.xinhuanet.com   2018-05-24 06:45:13

Por Noemí Galbán y Raimundo Urrechaga

LA HABANA, 23 may (Xinhua) -- Una vigilia perenne es la que vive toda Cuba desde la tarde del viernes 18 de mayo, cuando se confirmó que el avión Boeing 737, arrendado a la empresa mexicana Damojh por Cubana de Aviación, se precipitó a tierra tras despegar del aeropuerto internacional José Martí de La Habana.

Un total de 113 personas iban a bordo del vuelo doméstico DMJ 0972 que trasladaba a los pasajeros hasta la provincia de Holguín, a unos 750 kilómetros al este de la capital; de ellos 111 fallecieron.

En un principio sobrevivieron tres mujeres cubanas, pero en la tarde del lunes Gretell Landrove, de 23 años, murió debido a las severas lesiones traumáticas sufridas, pese a los esfuerzos del equipo médico que la atendió en el Hospital Universitario Calixto García de la capital cubana.

"Todo ha sido muy triste, pero la muerte de Gretell me afectó de una manera especial porque justo cuando tenía 23 años sufrí un accidente de tránsito que puso en peligro mi vida. Estaba terminando mis estudios universitarios igual que ella y me sentí identificada", comentó a Xinhua consternada la joven habanera Anabel Fonseca.

Para toda Cuba, las tres mujeres que lograron permanecer con vida tras el siniestro se convirtieron en el consuelo y fuerza de un país que aún llora junto al centenar de familias que perdieron a sus seres queridos.

"Logré salvarme, hoy tengo 33 años, me gradué finalmente, soy una profesional, me casé y tengo un hijo, puedo decir que soy una mujer plena y esperaba que ella también lo lograra, pero saber que no va a realizar ninguno de sus sueños me ha puesto muy sensible", agregó Fonseca entre lágrimas.

El pronóstico de las dos sobrevivientes todavía es reservado, pues a pesar de que algunos parámetros han mejorado levemente, el riesgo de complicaciones como consecuencia de las serias lesiones sufridas está latente, dijo a periodistas el doctor Carlos Alberto Martínez, director del Hospital Universitario Calixto García.

No obstante el estado crítico de ambas y el desafortunado desenlace de Gretell Landrove, sus familiares se aferran a la esperanza, la fe y la confianza en la medicina cubana.

"Me dijeron que ha ido mejorando un poquito. Yo pienso que salga de eso, tengo fe que ellas se salven y que todos los médicos nos ayuden, sé que la ciencia es muy buena y nos las van a salvar", aseguró Marilyn Almaguer, madre de Mailén Díaz de 19 años de edad y una de las sobrevivientes.

La humilde mujer residente en el este de Cuba siempre habló en plural porque junto a su hija, en la misma sala de cuidados intensivos del hospital Calixto García de La Habana, también se encuentra Emiley Sánchez, otra holguinera de 39 años de edad.

En el parte médico de este miércoles, el doctor Martínez informó que Sánchez comenzó a presentar empeoramiento de la función respiratoria y su pronóstico es desfavorable, en correspondencia con la magnitud de las quemaduras en el 41 por ciento de su cuerpo que comprometen su evolución.

"La cinemática del trauma (que analiza la escena de un accidente para determinar posibles lesiones) ha sido grandísima, hay que esperar (...) ver cómo las lesiones secundarias debido a la explosión, a las ondas expansivas, a los lugares donde ellas chocaron cuando fueron expelidas, influyen en los órganos internos", explicó a Xinhua la doctora Alicia León.

La especialista en Medicina General Integral y máster en Urgencias Médicas fue una de las primeras profesionales que asistió a Mailén Díaz cuando, una vez enterada del accidente corrió hasta el policlínico donde trabajó durante 15 años para ofrecer su ayuda en todo lo que hiciera falta.

Una vez estabilizada, la joven fue trasladada al centro médico que es referencia a nivel nacional en cuanto a traumatología y otras especialidades, pero la doctora León no ha dejado de preocuparse por Díaz y Sánchez ni un solo día.

"Nunca antes esperé con tanta angustia el noticiero de televisión, porque allí es donde me entero del estado de las sobrevivientes y conozco si las familias de las víctimas al menos encuentran el consuelo de llevarse a sus seres queridos para darles sepultura", reconoció a Xinhua, Adela Quijada.

La jubilada habanera es una de los tantos cubanos que aguardan con cierto sobresalto las emisiones informativas que transmite en la mañana, mediodía y en la noche la televisión cubana, espacios donde se actualiza la evolución, tanto médica forense, como investigativa del suceso.

"De los 102 cubanos a bordo, 32 eran jóvenes menores de 35 años y eso duele, cuántos sueños tronchados, cuánta vida por delante que se frustró", lamentó estremecida Quijada.

Al igual que ella, Natalia, una joven estudiante de tercer año de la carrera de economía de la Universidad de La Habana, narró sus experiencias.

"José Carlos Figueroa estudiaba economía igual que yo, estábamos en tercer año los dos y aunque no coincidimos en el aula, sí lo conocía. Me impactó mucho saber que había muerto en el avión, ha sido un golpe muy duro para todos", manifestó.

De sus ojos comenzaron a salir lágrimas de manera intempestiva; sin embargo, logró reponerse para señalar que en honor de José Carlos y de todos los que perdieron la vida, la tarde del lunes realizaron una vigilia para rendir homenaje al compañero desaparecido y solidarizarse con los familiares de las otras víctimas.

En el más reciente informe ofrecido la tarde de este miércoles a la prensa, Sergio Rabell, director del Instituto de Medicina Legal donde se realiza el reconocimiento de los fallecidos, anunció que luego de casi 100 horas de trabajo ininterrumpido, se han logrado identificar 58 cuerpos.

Desde la madrugada del sábado 19, cuando llegaron a esa institución capitalina la totalidad de los restos de los pasajeros y la tripulación mexicana del avión siniestrado, los expertos de cada una de las especialidades se han abocado para entregar a los allegados cuanto antes a sus familiares.

Del total de víctimas reconocidas, 48 son cubanos y 10 de los 11 extranjeros que iban a bordo (cinco visitantes y los seis miembros de la tripulación mexicana).

Falta por corroborar la identidad de un tripulante y los restantes 52 cuerpos que se encuentran en la institución forense capitalina.

Con el transcurrir de los días, comienzan a conocerse historias que conmueven a toda Cuba y gran parte del mundo, imágenes con los rostros de los que fallecieron en el trágico accidente estremecen a quienes las aprecian.

Un hijo que justo el día en que cumplía 12 años de edad y esperaba ansioso el mejor de los regalos, ver a su padre después de un tiempo de ausencia, conoció que la separación sería para siempre.

Un padre que no desea vivir porque el viernes último no sólo perdió a su pequeña de poco más de un año, sino a su amada esposa. Una madre que confió a su pequeño a una hermana para que lo trasladara hasta Holguín y jamás los vio.

Otra madre que aguardaba a su hijo para juntos celebrar el cumpleaños 22 de su descendiente el pasado sábado 19 de mayo.

Un hijo que decidió hablar con la prensa a pesar del dolor para decirle a su hermana en el exterior que no se culpe por lo ocurrido, pues ella le recomendó a la mamá viajar dos días antes para que se reuniera pronto con la familia, luego de un año de vivir fuera de Cuba.

Muchas son las anécdotas, los sueños perdidos, el amor arrebatado que multiplica la tragedia.

Un desafortunado episodio que calará hondo en la memoria de los cubanos, quienes, al igual que cada familiar de las víctimas, recordará con pesar el 18 de mayo de 2018, día en el que 111 de las 113 personas a bordo de un avión nunca llegaron a su destino.

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ESPECIAL: Vigilia en Cuba por dos sobrevivientes y familiares de víctimas de accidente aéreo

Spanish.xinhuanet.com 2018-05-24 06:45:13

Por Noemí Galbán y Raimundo Urrechaga

LA HABANA, 23 may (Xinhua) -- Una vigilia perenne es la que vive toda Cuba desde la tarde del viernes 18 de mayo, cuando se confirmó que el avión Boeing 737, arrendado a la empresa mexicana Damojh por Cubana de Aviación, se precipitó a tierra tras despegar del aeropuerto internacional José Martí de La Habana.

Un total de 113 personas iban a bordo del vuelo doméstico DMJ 0972 que trasladaba a los pasajeros hasta la provincia de Holguín, a unos 750 kilómetros al este de la capital; de ellos 111 fallecieron.

En un principio sobrevivieron tres mujeres cubanas, pero en la tarde del lunes Gretell Landrove, de 23 años, murió debido a las severas lesiones traumáticas sufridas, pese a los esfuerzos del equipo médico que la atendió en el Hospital Universitario Calixto García de la capital cubana.

"Todo ha sido muy triste, pero la muerte de Gretell me afectó de una manera especial porque justo cuando tenía 23 años sufrí un accidente de tránsito que puso en peligro mi vida. Estaba terminando mis estudios universitarios igual que ella y me sentí identificada", comentó a Xinhua consternada la joven habanera Anabel Fonseca.

Para toda Cuba, las tres mujeres que lograron permanecer con vida tras el siniestro se convirtieron en el consuelo y fuerza de un país que aún llora junto al centenar de familias que perdieron a sus seres queridos.

"Logré salvarme, hoy tengo 33 años, me gradué finalmente, soy una profesional, me casé y tengo un hijo, puedo decir que soy una mujer plena y esperaba que ella también lo lograra, pero saber que no va a realizar ninguno de sus sueños me ha puesto muy sensible", agregó Fonseca entre lágrimas.

El pronóstico de las dos sobrevivientes todavía es reservado, pues a pesar de que algunos parámetros han mejorado levemente, el riesgo de complicaciones como consecuencia de las serias lesiones sufridas está latente, dijo a periodistas el doctor Carlos Alberto Martínez, director del Hospital Universitario Calixto García.

No obstante el estado crítico de ambas y el desafortunado desenlace de Gretell Landrove, sus familiares se aferran a la esperanza, la fe y la confianza en la medicina cubana.

"Me dijeron que ha ido mejorando un poquito. Yo pienso que salga de eso, tengo fe que ellas se salven y que todos los médicos nos ayuden, sé que la ciencia es muy buena y nos las van a salvar", aseguró Marilyn Almaguer, madre de Mailén Díaz de 19 años de edad y una de las sobrevivientes.

La humilde mujer residente en el este de Cuba siempre habló en plural porque junto a su hija, en la misma sala de cuidados intensivos del hospital Calixto García de La Habana, también se encuentra Emiley Sánchez, otra holguinera de 39 años de edad.

En el parte médico de este miércoles, el doctor Martínez informó que Sánchez comenzó a presentar empeoramiento de la función respiratoria y su pronóstico es desfavorable, en correspondencia con la magnitud de las quemaduras en el 41 por ciento de su cuerpo que comprometen su evolución.

"La cinemática del trauma (que analiza la escena de un accidente para determinar posibles lesiones) ha sido grandísima, hay que esperar (...) ver cómo las lesiones secundarias debido a la explosión, a las ondas expansivas, a los lugares donde ellas chocaron cuando fueron expelidas, influyen en los órganos internos", explicó a Xinhua la doctora Alicia León.

La especialista en Medicina General Integral y máster en Urgencias Médicas fue una de las primeras profesionales que asistió a Mailén Díaz cuando, una vez enterada del accidente corrió hasta el policlínico donde trabajó durante 15 años para ofrecer su ayuda en todo lo que hiciera falta.

Una vez estabilizada, la joven fue trasladada al centro médico que es referencia a nivel nacional en cuanto a traumatología y otras especialidades, pero la doctora León no ha dejado de preocuparse por Díaz y Sánchez ni un solo día.

"Nunca antes esperé con tanta angustia el noticiero de televisión, porque allí es donde me entero del estado de las sobrevivientes y conozco si las familias de las víctimas al menos encuentran el consuelo de llevarse a sus seres queridos para darles sepultura", reconoció a Xinhua, Adela Quijada.

La jubilada habanera es una de los tantos cubanos que aguardan con cierto sobresalto las emisiones informativas que transmite en la mañana, mediodía y en la noche la televisión cubana, espacios donde se actualiza la evolución, tanto médica forense, como investigativa del suceso.

"De los 102 cubanos a bordo, 32 eran jóvenes menores de 35 años y eso duele, cuántos sueños tronchados, cuánta vida por delante que se frustró", lamentó estremecida Quijada.

Al igual que ella, Natalia, una joven estudiante de tercer año de la carrera de economía de la Universidad de La Habana, narró sus experiencias.

"José Carlos Figueroa estudiaba economía igual que yo, estábamos en tercer año los dos y aunque no coincidimos en el aula, sí lo conocía. Me impactó mucho saber que había muerto en el avión, ha sido un golpe muy duro para todos", manifestó.

De sus ojos comenzaron a salir lágrimas de manera intempestiva; sin embargo, logró reponerse para señalar que en honor de José Carlos y de todos los que perdieron la vida, la tarde del lunes realizaron una vigilia para rendir homenaje al compañero desaparecido y solidarizarse con los familiares de las otras víctimas.

En el más reciente informe ofrecido la tarde de este miércoles a la prensa, Sergio Rabell, director del Instituto de Medicina Legal donde se realiza el reconocimiento de los fallecidos, anunció que luego de casi 100 horas de trabajo ininterrumpido, se han logrado identificar 58 cuerpos.

Desde la madrugada del sábado 19, cuando llegaron a esa institución capitalina la totalidad de los restos de los pasajeros y la tripulación mexicana del avión siniestrado, los expertos de cada una de las especialidades se han abocado para entregar a los allegados cuanto antes a sus familiares.

Del total de víctimas reconocidas, 48 son cubanos y 10 de los 11 extranjeros que iban a bordo (cinco visitantes y los seis miembros de la tripulación mexicana).

Falta por corroborar la identidad de un tripulante y los restantes 52 cuerpos que se encuentran en la institución forense capitalina.

Con el transcurrir de los días, comienzan a conocerse historias que conmueven a toda Cuba y gran parte del mundo, imágenes con los rostros de los que fallecieron en el trágico accidente estremecen a quienes las aprecian.

Un hijo que justo el día en que cumplía 12 años de edad y esperaba ansioso el mejor de los regalos, ver a su padre después de un tiempo de ausencia, conoció que la separación sería para siempre.

Un padre que no desea vivir porque el viernes último no sólo perdió a su pequeña de poco más de un año, sino a su amada esposa. Una madre que confió a su pequeño a una hermana para que lo trasladara hasta Holguín y jamás los vio.

Otra madre que aguardaba a su hijo para juntos celebrar el cumpleaños 22 de su descendiente el pasado sábado 19 de mayo.

Un hijo que decidió hablar con la prensa a pesar del dolor para decirle a su hermana en el exterior que no se culpe por lo ocurrido, pues ella le recomendó a la mamá viajar dos días antes para que se reuniera pronto con la familia, luego de un año de vivir fuera de Cuba.

Muchas son las anécdotas, los sueños perdidos, el amor arrebatado que multiplica la tragedia.

Un desafortunado episodio que calará hondo en la memoria de los cubanos, quienes, al igual que cada familiar de las víctimas, recordará con pesar el 18 de mayo de 2018, día en el que 111 de las 113 personas a bordo de un avión nunca llegaron a su destino.

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