BRASILIA, 19 may (Xinhua) -- El sector agropecuario de América Latina, favorecido por el aumento de la demanda de China en la última década, prevé un aumento de las exportaciones al país asiático y una mayor diversificación de productos en el próximo periodo.
En diálogo con Xinhua, expertos del sector coincidieron en la importancia de la demanda china en la generación de oportunidades para el desarrollo de zonas rurales y nuevos procesos productivos.
Según el director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, América Latina y el Caribe son fundamentales para el abastecimiento de alimentos de China y esa importancia puede incrementarse aún más.
"Nuestra región responde ya por cerca de una tercera parte de los alimentos importados por China. En los últimos 10 años, las exportaciones agroalimentarias de América Latina y el Caribe hacia China aumentaron a 13 por ciento desde 5,6 por ciento del total, tendencia que se explica principalmente por el aumento de los embarques desde el Cono Sur hacia China", indicó Otero.
Entre los productos que han experimentado mayor crecimiento en la relación comercial están el complejo soyero, carne bovina, carne aviar, azúcar y frutas.
El protagonismo de América Latina y el Caribe en la alimentación de China seguirá en aumento debido principalmente a dos factores, señaló el director de la IICA.
"Por un lado, China debe alimentar al 22 por ciento de la población mundial a partir de recursos limitados de tierra agrícola y agua", recordó.
Por otro lado, "destina 7 por ciento de su tierra a la agricultura y contiene sólo 6 por ciento de los recursos hídricos del mundo", agregó Otero.
Junto a Africa, los países latinoamericanos son los que poseen mayor potencial para incrementar su producción agrícola, con la posibilidad incluso de duplicar sus niveles actuales.
"América Latina y el Carbe abarcan más de una cuarta parte de las tierras cultivables y una tercera parte de los recursos de agua dulce del mundo, además de que es la región con mayor potencial para incorporar nuevas tierras a la producción agrícola", explicó el director general del IICA.
En el mismo sentido, Pedro Henriques Pereira, asesor de Relaciones Internacionales de la Confederación de Agricultura y Ganadería de Brasil (CNA), resaltó el fuerte crecimiento de las ventas del sector a China en la última década.
"Hace 10 años China superó a los Estados Unidos como principal destino de los productos agropecuarios brasileños, quedando atrás solamente de la Unión Europea. En 2013 finalmente China superó a la UE y se tornó un líder absoluto en la compra de productos agropecuarios de Brasil", puntualizó.
Desde 2014 hubo una pequeña reducción en el comercio, producto de la inestabilidad política y económica en Brasil, pero en 2017 el comercio se recalentó y se vio el mayor salto en los embarques hacia el país asiático.
Ese aumento fue posible por la cosecha récord en Brasil, lo cual posibilitó un aumento de 41 por ciento en las exportaciones de soya a China, lo que se sumó al crecimiento en las ventas de celulosa y carne bovina.
"El crecimiento en valores es innegable, saltó de 8.000 millones de dólares en productos del agronegocio en 2008, para casi 27.000 millones de dólares en 2017. Un aumento sorprendente en el término de diez años, a nivel cuantitativo", subrayó Pereira.
Sin embargo, desde el punto de vista cualitativo, Brasil puede aprovechar aún más esa aproximación comercial con China.
"Los productos exportados son prácticamente los mismos que 10 años atrás. Creo que el gran desafío en los próximos años es diversificar nuestra pauta de exportación y agregar valor. Es un proceso que lleva tiempo y demanda acciones del gobierno y del sector privado brasileño", dijo el asesor de la CNA.
Para el próximo periodo, el sector agropecuario brasileño prevé un aumento mayor de las exportaciones, motivado por una demanda mayor y más sofisticada de los consumidores chinos.
"Existe una revolución de los hábitos de consumo de la población china. No sólo aumentó el nivel de vida de la población china, que consume productos con mayor valor agregado, y productos de origen animal, sino que también el público se volvió más exigente y consciente sobre lo que consumen", precisó.
Esa conciencia hace que los consumidores chinos tengan una mayor preocupación con el clima, con el medio ambiente, con los métodos de producción, la seguridad de los alimentos y el bienestar animal.
"Hicimos un estudio de potencial de comercio para China, identificamos por lo menos 97 productos del agronegocio brasileño con posibilidades de crecer. Además de los sectores tradicionales (soya, celulosa y cueros) identificamos oportunidades para frutas, para productos lácteos, carnes y café", explicó.
Con relación al debate sobre proteccionismo en el mundo y sus impactos para el sector agropecuario, la CNA reivindica el libre comercio y considera que la guerra comercial es negativa para todas las partes.
"Nuestra visión es que, de modo general, la guerra comercial y el proteccionismo no benefician a nadie. A pesar de crear oportunidades de comercio para corto plazo, es mucho más complicado para el largo plazo. Esas medidas proteccionistas lo que generan es mucho más proteccionismo", añadió Pereira. Fin