LANZHOU, 13 may (Xinhua) -- Investigadores chinos están digitalizando manuscritos tibetanos antiguos que fueron llevados al extranjero desde las famosas grutas de Mogao hace un siglo, dentro de los esfuerzos por estudiar y preservar la cultura tibetana.
Puesto en marcha por la Universidad Noroccidental Minzu de la provincia de Gansu en 2013, el programa de digitalización ha convertido 11 volúmenes de literatura tibetana antigua fotocopiada en archivos electrónicos, con una base de datos en construcción.
Los manuscritos fotocopiados fueron comprados por la universidad a bibliotecas de Reino Unido y Francia, donde se encuentran los documentos originales.
La universidad compiló y publicó 31 volúmenes a partir de las fotocopias de la literatura tibetana antigua desde 2005, y la cifra aumentará a 45 en los próximos dos o tres años. Se digitalizarán gradualmente y se incluirán en la base de datos.
Los manuscritos de Dunhuang fueron descubiertos en las grutas de Mogao, en Gansu, en 1900. Hay más de 60.000, que incluyen historia, política, religión y costumbres populares.
Los documentos, que datan de los siglos IV al XI, están en su mayoría en chino, pero algunos están en otras lenguas, como el tibetano. A principios del siglo XX, sin embargo, una gran cantidad de manuscritos de Dunhuang fueron llevados a países extranjeros como Francia, Gran Bretaña y Rusia.
"Entre la literatura de Dunhuang, hay más de 10.000 piezas escritas en el idioma tibetano antiguo", dijo Tsering, profesor del instituto de literatura étnica en el extranjero de la universidad.
"Estos documentos abarcan historia, ética, leyes, obras traducidas, textos budistas y otros. Ofrecen material importante para que los investigadores estudien la sociedad, la economía y el intercambio cultural multiétnico en Dunhuang en aquel entonces", resaltó.
Puede tomar más tiempo para que los investigadores completen el trabajo de digitalización, debido al contenido complejo y la escritura poco clara de los documentos.
Las grutas de Mogao, declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, presentan una gran colección de arte budista, que incluye más de 2.000 esculturas de pintadas y 45.000 metros cuadrados de frescos distribuidos en 735 cuevas.