Por Raúl Menchaca
PINAR DEL RIO, Cuba, 12 may (Xinhua) -- "Te ofrecemos el Sol", reza un enorme cartel de promoción que marca el sitio exacto donde se erige en Cuba el mayor complejo turístico inmobiliario asociado al golf de América Latina.
El Sol, omnipresente en la Cuba, pinta de vivos colores la zona de Punta Colorada, un remoto paraje de la costa norte de la occidental provincia cubana de Pinar del Río, unos 110 kilómetros al oeste de La Habana.
Hay una belleza salvaje que entusiasma al visitante al posar la mirada sobre la playa de Punta Colorada, en cuyo alrededor está previsto que se levante dentro de unos siete años la parte inicial de este megaproyecto, cuyo costo total ronda los 1.000 millones de euros (1.195 millones de dólares).
La empresa mixta Punta Colorada S.A., conformada por la estatal Cubagolf y el grupo español La Playa Golf & Resorts, es la encargada de la ambiciosa obra que aprovechará el paradisíaco paisaje natural de la zona.
En una primera etapa, la obra abarcará 700 hectáreas donde se ubicarán 1.250 habitaciones distribuidas en tres hoteles, y más de 1.700 unidades residenciales entre villas, apartamentos y búngalos.
Además, tendrá una marina con capacidad para 300 atraques, y dos campos de golf de 18 hoyos, uno de ellos con la particularidad de ser el único en el mundo con un hoyo en el mar.
Como si fuera poco, Punta Colorada Cuba Golf Marina también tendrá un centro de alto rendimiento deportivo para varias disciplinas como fútbol, tenis, béisbol y velas.
"En el mundo turístico existe un concepto muy interesante, que consiste en aprovechar las instalaciones para el alto rendimiento deportivo, porque hay países en los que hace frío en determinada época del año y no se puede entrenar", dijo a periodistas el presidente de la empresa mixta, Jaume Roma.
El director de Cubagolf, Raudel García, explicó que este es uno de los 13 proyectos de desarrollo inmobiliario en los que se trabaja en Cuba en la actualidad, con el propósito de diversificar el producto turístico.
Sin ocultar el entusiasmo, Raudel García señaló que en los próximos años Cuba debe tener 27 campos de golf, con los cuales aspira a integrarse a los principales circuitos internacionales, donde se mueven cada año unas 40 millones de personas atraídas por la práctica de ese deporte.
El directivo admitió que hay instalaciones parecidas en todo el Caribe y que la competencia aventaja a Cuba en experiencia y tiempo de trabajo, pero confió en que la ubicación geográfica y las hermosas playas harán del megaproyecto cubano un destino obligado para este tipo de turismo asociado al golf.
En el extremo occidental de la isla, además del que se ejecuta en Punta Colorada, se prevé erigir otro campo de golf en una zona cercana al complejo turístico de La Güira, a un centenar de kilómetros al oeste de La Habana.
Sin embargo, Punta Colorada es el proyecto de mayor alcance de todos, que debe ocupar unas 3.700 hectáreas, al cabo de varias etapas constructivas en un plazo de 25 años, lo que de acuerdo con expertos lo convierte en el complejo inmobiliario asociado al golf más grande que se construye en América Latina.
Al generar más de 3.000 empleos, el proyecto tendrá un gran impacto social en la provincia, donde además superará la suma de las capacidades hoteleras del territorio, ubicadas en el Valle de Viñales, Cayo Levisa y la península de Guanahacabibes.
"Las empresas cubanas, sobre todo las de Pinar del Río, van a estar vinculadas ciento por ciento. Así ha sido desde el inicio, y forma parte del necesario encadenamiento productivo que demandan estos proyectos", apuntó Raudel García.
"Además, vamos a tratar de que la mayoría de lo que se consuma aquí sea obtenido en esta región y en el país, y eso conllevará a un desarrollo de la agricultura y de otras actividades", añadió.
Cuba espera recibir este año unos cinco millones de vacacionistas, después de acoger el pasado año a 4,7 millones de visitantes extranjeros.
La pujante industria turística cubana, que crece cada año, es la segunda fuente de ingresos por detrás de la exportación de los servicios médicos, lo cual supone una contribución del 10 por ciento al Producto Interno Bruto.