BEIJING, 23 abr (Xinhua) -- La Iniciativa de la Franja y la Ruta facilitará la cooperación de beneficio mutuo entre China y los países del centro y este del continente europeo, de acuerdo con la multinacional de consultoría y contabilidad PricewaterhouseCoopers (PwC).
Las empresas chinas solían inclinarse más a invertir en países ricos en recursos naturales como Rusia y Kazajistán, dijo a Xinhua Piotr Romanowsky, socio de PwC en comercio consultivo en los países de la citada región.
"La Iniciativa de la Franja y la Ruta ha ocasionado un cambio radical. La inversión extranjera directa (IED) de China en Polonia y la República Checa en 2016 fue más alta que la de los 15 años anteriores combinados", destacó Romanowski.
La IED de China en los 16 países del centro y el este de Europa en ese año superó los 9.000 millones de dólares, luego de que en 2010 había sido de 3.000 millones, según datos oficiales.
"El milagro económico de China siempre había sido algo que la gente veía en televisión, pero durante los últimos años la creciente inversión de las compañías chinas ha traído oportunidades comerciales reales a la región", agregó el experto.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta tiene como objetivo construir redes de comercio e infraestructura que conecten a Asia con Europa y África sobre la base de las antiguas rutas comerciales marítimas y terrestres, con el centro y este de Europa como un enlace fundamental. Se le considera la manera en que China promueve el desarrollo mutuo en el mundo.
Tras varios años de preparación y exploración, las compañías chinas han empezado a impulsar su inversión y presencia en los países de la región, dijo Romanowski.
"Estos países cuentan con un enorme potencial para la inversión", aseguró, y citó la cooperación en diversos ámbitos, desde la infraestructura hasta la manufactura y la tecnología.
China y los países del centro y este de Europa vienen trabajando juntos para mejorar las redes de transporte, por ejemplo el proyecto de la autopista E763 en Serbia y el reacondicionamiento general del ferrocarril Budapest-Belgrado, así como otros proyectos de infraestructura, entre los que se cuenta una planta de energía térmica en Bosnia y Herzegovina.
Agnieszka Gajewska, también socia de PwC, y quien se especializa en los proyectos de capital e infraestructura, describió a esta última como la columna vertebral para la colaboración entre China y los citados países.
"Aun cuando están en una posición crucial sobre las rutas de la Franja y la Ruta, muchos países del centro y este de Europa todavía tienen una infraestructura deficiente y un bajo producto interno bruto (PIB) per capita, y necesitan modernizar sus aeropuertos, ferrocarriles y carreteras, áreas en las que las compañías chinas tienen mayores ventajas que los inversionistas de otras partes del mundo", dijo Gajewska.
En una reunión de alto nivel celebrada en noviembre, China propuso fortalecer la cooperación en innovación con los países de Europa centro-oriental, dedicando mayores esfuerzos a los parques industriales en áreas como capacidad, energía, logística y agricultura.
Con el fin de apoyar la intensificación de la cooperación, se acaba de establecer en Budapest, la capital de Hungría, la segunda fase del Fondo de Cooperación en Inversión China-Centro-Este de Europa, valorado en 1.000 millones de dólares.
Ramanowski dijo estar convencido de que la inversión china continuará registrando un robusto crecimiento en los países de esa región junto con un fortalecimiento de las relaciones económicas entre las dos partes. "La única duda es qué tan rápido y cuánto", aseguró.