MEXICO, 19 abr (Xinhua) -- La dura posición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia Cuba lleva a pensar que no habrá cambios en la relación bilateral tras la elección hoy jueves de Miguel Díaz-Canel como nuevo mandatario cubano, dijo a Xinhua el politólogo e historiador Mario Ojeda.
El investigador del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recordó que Trump frenó en su primer año en la Casa Blanca el acercamiento que Washington y La Habana comenzaron en 2014 en búsca de romper cinco décadas de hielo.
"No hay mucho que esperar. Hemos visto que (Trump) ha radicalizado su discurso, no ha roto relaciones, como se hubiera podido esperar, pero tampoco ha hecho nada por mejorar los vínculos y más bien ha vuelto a forzar el bloqueo a la isla", apuntó.
"Esta expectativa que tuvieron con la Presidencia de Obama de que vendría un deshielo, de que vendría una normalización de vínculos de toda índole entre Cuba y Estados Unidos, se ha pospuesto con la llegada de Trump", indicó Ojeda.
Trump ha criticado con dureza al Gobierno cubano desde su campaña electoral y, en noviembre pasado, ya en el Despacho Oval, retomó las restricciones de negocios y viajes a la isla.
A juicio de Ojeda, el mayor desafío al que se enfrenta Cuba es echar a andar la economía, diversificar los vínculos con el exterior y tratar en definitiva de diversificar una economía, lastrada por el embargo estadounidense impuesto hace seis décadas.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la economía cubana creció 0,5 por ciento el año pasado tras una contracción de 0,9 por ciento en 2016 y este 2018 podría acelerar al 1 por ciento, impulsada, entre otros factores, por el turismo y una mejoría de los precios internacionales de sus productos de exportación.
