LIMA, 13 abr (Xinhua) -- La delegación de Cuba presente este viernes en la ceremonia de apertura de la VIII Cumbre de las Américas abandonó el recinto al inicio de la intervención del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en repudio a sus declaraciones en la víspera contra el país caribeño y sus autoridades.
"La delegación cubana no tenía por qué admitir esas declaraciones y sencillamente en un acto de dignidad nos hemos retirado", dijo a la prensa el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Rogelio Sierra.
El secretario general de la OEA afirmó el jueves en una reunión con la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia (Redlac) que era necesario aumentar la "presión" contra Cuba y Venezuela.
"Almagro y la desprestigiada OEA no tienen ninguna moral ni ninguna autoridad para emitir juicios o juzgar a países de la región o a Cuba", subrayó el vicecanciller cubano.
Sierra puntualizó, por otra parte, que la delegación cubana permaneció en el Centro de Convenciones de Lima en la apertura de la cumbre escuchando "con mucha seriedad el discurso inaugural del presidente peruano, Martín Vizcarra, "a quien deseamos éxitos en su nueva gestión".
Cuestionado sobre la ausencia del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en la cumbre debido a que su invitación fue cancelada, dijo que "la solidaridad de Cuba con Venezuela no está en discusión".
Se trata de la segunda participación de Cuba en las Cumbres de las Américas, un evento que reúne cada tres años a todos los mandatarios del continente desde 1994.
La primera participación del país caribeño ocurrió en Panamá, en 2015, después de la insistencia de los países de América Latina y el Caribe en los cónclaves anteriores.
Cuba asiste a esta cumbre, dijo Sierra, "ejerciendo nuestro legítimo derecho de participar en un foro del cual deberíamos ser parte desde hace mucho tiempo".
El presidente Raúl Castro decidió no viajar a Lima para preparar la transición tras su salida del cargo antes de fin de este mes, y en su lugar encabeza la delegación cubana el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla.
