QUITO, 13 abr (Xinhua) -- Ecuador reanudó operaciones militares y policiales en la frontera norte con Colombia, tras confirmarse la muerte del equipo periodístico del diario local "El Comercio", secuestrado el pasado 26 de marzo, anunció hoy el presidente Lenín Moreno.
Las operaciones habían sido suspendidas para hacer viable la búsqueda y liberación de los secuestrados, que terminó con un trágico desenlace que enlutó al país.
Moreno dijo que la medida es parte de una serie de acciones adoptadas este viernes por el Consejo de Seguridad Pública y del Estado, el cual preside, para blindar la seguridad en la selvática frontera binacional de unos 700 kilómetros.
Dispuso, además, el despliegue de unidades de élite de las Fuerzas Armadas y de la policía en la frontera con Colombia, y declarar "zona de seguridad" el sector de Mataje, provincia de Esmeraldas (noroeste), donde ocurrió el secuestro del periodista Jorge Ortega (32 años), del fotógrafo Paúl Rivas (45) y del chofer Efraín Segarra (60).
El objetivo de la medida es "incrementar los controles militares y policiales en las carreteras de la zona", precisó el mandatario.
El Consejo de Seguridad decidió también incluir "al narcoterrorista alias 'Guacho' en la lista de los más buscados del Ecuador, y ofreció una recompensa de 100.000 dólares por información que conduzca a su captura", dijo el presidente.
"Guacho", como se conoce al ecuatoriano Walter Patricio Arizala, es el líder del frente "Oliver Sinisterra", conformado por disidentes de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al cual se le atribuye el secuestro del equipo de periodistas.
El asesinato de los ecuatorianos fue confirmado por Moreno, luego de que no se recibieron pruebas de que estaban con vida dentro del plazo de 12 horas que dio el gobierno a los captores la noche del jueves.
"No hemos recibidos pruebas de vida y lamentablemente tenemos información que confirma el asesinato de nuestros compatriotas (...). Ecuador está de luto", dijo el mandatario en rueda de prensa.
Moreno agregó que Ecuador y Colombia comenzarán inmediatamente "acciones coordinadas" en la frontera común, para lo cual ya se encuentran en Quito el ministro colombiano de Defensa, Luis Villegas, y los altos mandos militares y policiales de ese país.
Estas acciones se ejecutarán "por solicitud del gobierno de Ecuador", indicó.
De igual manera, Ecuador creará la Jurisdicción Especializada en Crimen Organizado, con sede en Quito, cuyo objetivo será garantizar la vida de jueces y fiscales.
Moreno ordenó al Consejo de Seguridad Pública del Estado el levantamiento de reserva de la información pertinente, con la finalidad de que el pueblo ecuatoriano conozca los esfuerzos que hizo el gobierno para garantizar la vida de los comunicadores secuestrados.
"Estamos de luto, pero no nos vamos a dejar amedrentar. Hoy más que nunca pido al país la unidad por la paz", apuntó el mandatario, quien dijo que el gobierno "ha obrado de buena fe" en este caso.
Ecuador tiene desplegados más de 12.000 efectivos en la zona fronteriza, donde operan grupos armados ilegales y delincuencia organizada transnacional ligada al narcotráfico, según las autoridades.
Las fuerzas de seguridad ecuatorianas que vigilan la zona han enfrentado desde enero pasado ataques armados y con explosivos por parte de esos grupos, a los que Ecuador ha golpeado en su estructura económica en más de 600 millones de dólares en los últimos meses, por el decomiso de precursores químicos, droga, armas e insumos.
Además, ha logrado la captura de al menos 22 miembros vinculados a esos grupos, según el Ministerio del Interior de Ecuador.
Los ataques a las Fuerzas Armadas de Ecuador han dejado cuatro muertos y al menos 40 heridos.
Según analistas, esta problemática es consecuencia del proceso de paz firmado en 2016 entre el gobierno de Santos y la extinta guerrilla de las FARC, que no eliminó la violencia en la zona limítrofe.
Los especialistas coinciden en que un porcentaje de esa guerrilla no dejó las armas y creó grupos delictivos ligados al narcotráfico, por lo que sugieren al gobierno de Ecuador cambiar el enfoque de su estrategia militar.
