CURITIBA, abril 12, 2018 (Xinhua) -- La hija del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, Lurian Cordeiro da Silva (i), se retira de la sede de la Superintendencia de la Policía Federal, en Curitiba, Brasil, el 12 de abril de 2018. El expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), recibió el jueves por primera vez la visita de sus familiares desde que fue preso el sábado pasado tras ser condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero. Luís Cláudio da Silva, Sandro Luís da Silva y Lurian Cordeiro da Silva, hijos de Lula, así como un nieto del ex mandatario, llegaron a la sede de la Policía Federal en Curitiba, capital regional del estado de Paraná (sur), en compañía del abogado Cristiano Zanin Martins, según imágenes difundidas por la prensa local. (Xinhua/Ana Pozzi/Photopress/AGENCIA ESTADO)
RIO DE JANEIRO, 12 abr (Xinhua) -- El ex presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), recibió hoy jueves por primera vez la visita de sus familiares desde que fue preso el sábado pasado tras ser condenado a 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Luís Cláudio da Silva, Sandro Luís da Silva y Lurian Cordeiro da Silva, hijos de Lula, así como un nieto del ex mandatario, llegaron a la sede de la Policía Federal en Curitiba, capital regional del estado de Paraná (sur), en compañía del abogado Cristiano Zanin Martins, según imágenes difundidas por la prensa local.
Aunque las visitas a los presos en la Policía Federal de Curitiba son los miércoles, el organismo aplazó para este jueves la reunión con Lula por "cuestiones de seguridad".
La justicia negó el pasado martes que políticos con mandato vigente pudieran visitar a Lula, lo cual causó una gran polémica en Brasil.
Lula está preso desde el sábado pasado, cuando se entregó para cumplir la condena que recibió, luego del rechazo de la Corte Suprema de un "habeas corpus" presentado por la defensa del ex mandatario.
Lula cumple su condena en una sala especial de 15 metros cuadrados y cuenta con una cama, dos mesas, una televisión y un baño privado.
La detención del ex mandatario ha provocado varias manifestaciones en las inmediaciones de la sede de la Policía Federal, entre partidarios y detractores de Lula, por lo que la policía estableció un cordón de seguridad de unos 100 metros a cada lado de la sede policial.
Las autoridades sólo permiten el acceso a habitantes de la zona, personal autorizado, periodistas y personas que tengan cita para realizar algún trámite burocrático.
Lula fue condenado el año pasado por el juez federal Sérgio Moro, responsable en primera instancia del caso de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, a nueve años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero.
Luego de que la defensa presentó un recurso, el tribunal de apelaciones aumentó la condena contra el ex presidente a finales de enero a 12 años y un mes de prisión.
Lula está acusado de haber recibido un departamento de la constructora OAS en el litoral del estado de Sao Paulo a cambio de favorecerla desde el poder en contratos con Petrobras.
El ex mandatario se declara inocente y niega todas las acusaciones.