BUENOS AIRES, 2 abr (Xinhua) -- Estados Unidos pregona el libre comercio pero no es lo que hace con China al establecer medidas proteccionistas, afirmó hoy la economista argentina María Cecilia Peralta.
"Donald Trump está cumpliendo con una de las promesas de su campaña electoral. En los discursos que lo llevaron a ser presidente de Estados Unidos prometió a su electorado que tomaría medidas con respecto al comercio con China. En aquellos momentos el entonces aspirante a la presidencia norteamericana ya planteaba una era con tintes proteccionistas contra los productos de origen chino", expresó la experta en una entrevista con Xinhua.
Para Peralta, máster en administración y políticas públicas de la Universidad de San Andrés, las decisiones de Trump en perjuicio de China constituyen "una decisión miope, que no solo no es buena para Estados Unidos, sino que tampoco lo es para el resto del mundo".
Este lunes, China pidió de nuevo a Estados Unidos que revoque sus medidas proteccionistas en medio de una creciente fricción entre las dos mayores economías del mundo.
Las medidas abusan de la cláusula de excepción de seguridad de las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y contravienen el principio de no discriminación en el comercio multilateral, dijo el Ministerio de Comercio chino en un comunicado publicado en Internet.
A pesar de las advertencias de grupos empresariales y de expertos en comercio, Trump firmó el mes pasado un memorándum que podría imponer aranceles a importaciones provenientes de China por hasta 60.000 millones de dólares y restricciones a la inversión china en Estados Unidos.
La acción tuvo lugar después de que la administración estadounidense asumiera una postura cada vez más de línea dura hacia China, ya que atribuyó las dificultades económicas internas y la pérdida de empleos a su déficit con los principales socios comerciales. Por lo tanto, decidió imponer un arancel de un 25 por ciento a las importaciones de acero y de un 10 por ciento a las de aluminio, teniendo como principal objetivo a China.
"Lo de Estados Unidos son medidas proteccionistas restrictivas básicas, que cualquier país pequeño y con desventajas comparativas utilizaría, pero no es propio de uno de los países centrales, que son aquellos que lideran la bandera del libre intercambio y firman tratados de libre comercio", advirtió Peralta.
"De hecho", dijo, "habría que ver caso a caso con cada producto si estas no están violando las reglas que la misma Organización Mundial del Comercio establece, organización que Estados Unidos lidera y de la que China también forma parte".
En igual sentido, "desde el punto de vista de las inversiones, la decisión de Trump no favorece el flujo de las mismas y es un tanto contradictorio a lo que Estados Unidos reclama a otros países en esta materia".
"El flujo continuo e irrestricto de inversiones y capitales es uno de los lemas que Estados Unidos pregona ante otros países pero no está siendo la política interna que se está queriendo llevar a cabo en este caso con China", enfatizó la economista.
En ese contexto, la analista señaló que "no se puede mirar este hecho como un punto aislado, sino que debemos mirar qué ocurrirá en adelante. Estados Unidos se ve cada vez más inquieto no solo por el presente, sino también por el futuro, debido a los cambios que se están llevando adelante en China tanto en lo político como en lo económico en este momento".
"Los cambios en la política interna de China son de importancia relevante, como así también la reforma en su Constitución, como así también los cambios en materia tecnológica y, ligado a ello, su oferta agregada de bienes y servicios. El desafío de otros países es realizar cambios semejantes a los que China hace. Es un gran reto que el mundo enfrenta y Estados Unidos no escapa a esto", observó la experta.
Consultada sobre cuál será el derrotero de la situación actual en el futuro, Peralta indicó que "las medidas que Trump quiere implementar no son tan simples de hacer y menos de manera masiva. Hay que ver qué es lo que realmente van a poner en marcha, porque medidas de este tipo generan pánico, no solo en lo comercial sino también en materia de flujo de dinero e inversiones, lo cual no es conveniente para ninguno de los dos países".
Para equilibrar las pérdidas causadas por la acción estadounidense, el 23 de marzo el Ministerio de Comercio de China propuso a la opinión pública contramedidas contra productos estadounidenses por cerca de 3.000 millones de dólares.
Después de recibir el apoyo interno, la política fue puesta en vigor. El Ministerio de Hacienda chino anunció hoy un arancel de un 15 por ciento para 120 productos estadounidenses, incluida la fruta, y un arancel de un 25 por ciento para otros ocho productos, entre los que se encuentra la carne de cerdo.