Chinos se despiden de laboratorio espacial Tiangong-1

Spanish.xinhuanet.com   2018-04-02 14:05:22

BEIJING, 2 abr (Xinhua) -- Los chinos se despidieron del laboratorio espacial experimental Tiangong-1 después de que reingresara hoy lunes en la atmósfera terrestre este precursor de la futura estación espacial de China.

El laboratorio volvió a entrar en la atmósfera a las 8:15, aproximadamente, en la región del Pacífico sur, y quedó prácticamente calcinado, informó la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China.

El Tiangong-1 fue lanzado el 29 de septiembre de 2011 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, ubicado en el noroeste de China. Su tarea principal era probar las tecnologías del encuentro y el acoplamiento entre naves espaciales, y acumular experiencias para desarrollar una estación espacial.

Se acopló con éxito con las naves Shenzhou-8, 9 y 10, fue visitado por seis astronautas, entre ellos dos mujeres.

En junio de 2013, la astronauta Wang Yaping pronunció desde el laboratorio una conferencia para estudiantes sobre los principios físicos básicos, inspirando el entusiasmo de la ciudadanía por la ciencia y la exploración espacial.

El Tiangong-1 estuvo operativo durante cuatro años y medio, dos años y medio más de lo previsto, hizo importantes contribuciones a la causa espacial tripulada de China y allanó el camino para que China se convierta en el tercer país del mundo en operar un estación espacial permanente, alrededor de 2022.

El subdirector de diseño del Centro de Astronautas de China, Huang Weifen, señaló que "el importante papel del Tiangong-1 pasará a la historia espacial de China", y que aportó "unas valiosas experiencias para la construcción de la estación espacial".

"Aunque el Tiangong-1 era solo una plataforma de transición entre la nave y la estación espacial, es un paso clave para que China adquiera la tecnología de acoplamiento de la nave espacial, y demostró la viabilidad de permanecer largo tiempo en el espacio para los chinos. La imaginación científica que generó entre los chinos tiene un valor incalculable", comentó Bai Ruixue, una experiodista especializada en el espacio y ahora directora general de una compañía que se enfoca en la comprensión pública de la ciencia espacial.

"Mientras informaba del acoplamiento entre la Shenzhou-8 y el Tiangong-1 en el Centro de Control Aeroespacial de Beijing en noviembre de 2011, mucha gente lloraba al ver las dos naves espaciales, como dos granos de polvo flotando en el vasto universo, conectadas entre sí. Es un romance extremo creado por la ciencia y la tecnología", evocó Bai.

"El Tiangong-1 ha cargado con el sueño espacial de millones de chinos. Aunque su objetivo solo era probar las tecnologías para la estación espacial, tiene muchos efectos de largo alcance", sostuvo Mao Xinyuan, columnista dedicado a la popularización de la ciencia espacial.

El regreso de Tiangong-1 fue capturado por algunos astrónomos aficionados que trazaron su trayectoria cuando sobrevolaba Beijing al amanecer.

"Era muy brillante e iba muy rápido. Es hora de despedirnos de Tiangong-1", destacó Yu Jun, uno de los entusiastas observadores de estrellas.

Durante los últimos años, el director del planetario de Beijing, Zhu Jin, ha tomado muchas fotos de Tiangong-1 desde la tierra cuando el laboratorio espacial sobrevolaba la zona.

"En las noches claras podíamos verlo a simple vista. También tomé fotos de la Estación Espacial Internacional, pero no es el mismo sentimiento que al ver astronaves o satélites chinos", destacó Zhu.

Cuando Zhu viaja por China se encuentra con muchos jóvenes aficionados a la exploración espacial. "Creo que la causa es el gran progreso del programa espacial chino en los últimos años", opinó Zhu.

En 1992, China desarrolló una estrategia de tres pasos para un programa espacial tripulado.

El primero de ellos, cuyo objetivo era enviar a un astronauta al espacio y procurar su regreso seguro, fue completado por Yang Liwei en la misión Shenzhou-5 en 2003.

El segundo fue el desarrollo de técnicas y tecnologías de vuelo espacial avanzadas, entre las que se incluían la actividad extravehicular y el acoplamiento orbital. Esta fase también incluyó el lanzamiento de dos laboratorios espaciales, que son realmente miniestaciones espaciales capaces de ser tripuladas de forma temporal.

Después de Tiangong-1, China puso en órbita el Tiangong-2, el primer laboratorio espacial del país "en sentido estricto", el 15 de septiembre de 2016. Dos astronautas vivieron a bordo durante 30 días, el periodo de permanencia más prolongado para los astronautas chinos, y durante el cual se realizaron numerosos experimentos científicos de vanguardia, como la distribución de clave cuántica, el reloj atómico frío y la observación de explosiones de rayos gamma.

Tianzhou-1, la primera astronave de carga de China, se lanzó al espacio el 20 de abril del año pasado y se acopló a Tiangong-2 para probar el reabastecimiento en órbita, otra tecnología crucial para la construcción de una estación espacial.

El próximo paso será ensamblar y operar una estación espacial tripulada permanente.

De acuerdo con Zhou Jianping, jefe diseñador del programa espacial tripulado chino, la estación espacial de China, con una vida diseñada inicial de al menos diez años, estará formada por un módulo núcleo y dos módulos experimentales, cada cual con un peso de casi 20 toneladas. Podrá acomodar de tres a seis astronautas.

Los planes relativos al retiro de la Estación Espacial Internacional en 2024, hacen que la estación china se convierta en una alternativa prometedora y hará de China el único país con una estación espacial permanente.

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Chinos se despiden de laboratorio espacial Tiangong-1

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BEIJING, 2 abr (Xinhua) -- Los chinos se despidieron del laboratorio espacial experimental Tiangong-1 después de que reingresara hoy lunes en la atmósfera terrestre este precursor de la futura estación espacial de China.

El laboratorio volvió a entrar en la atmósfera a las 8:15, aproximadamente, en la región del Pacífico sur, y quedó prácticamente calcinado, informó la Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China.

El Tiangong-1 fue lanzado el 29 de septiembre de 2011 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, ubicado en el noroeste de China. Su tarea principal era probar las tecnologías del encuentro y el acoplamiento entre naves espaciales, y acumular experiencias para desarrollar una estación espacial.

Se acopló con éxito con las naves Shenzhou-8, 9 y 10, fue visitado por seis astronautas, entre ellos dos mujeres.

En junio de 2013, la astronauta Wang Yaping pronunció desde el laboratorio una conferencia para estudiantes sobre los principios físicos básicos, inspirando el entusiasmo de la ciudadanía por la ciencia y la exploración espacial.

El Tiangong-1 estuvo operativo durante cuatro años y medio, dos años y medio más de lo previsto, hizo importantes contribuciones a la causa espacial tripulada de China y allanó el camino para que China se convierta en el tercer país del mundo en operar un estación espacial permanente, alrededor de 2022.

El subdirector de diseño del Centro de Astronautas de China, Huang Weifen, señaló que "el importante papel del Tiangong-1 pasará a la historia espacial de China", y que aportó "unas valiosas experiencias para la construcción de la estación espacial".

"Aunque el Tiangong-1 era solo una plataforma de transición entre la nave y la estación espacial, es un paso clave para que China adquiera la tecnología de acoplamiento de la nave espacial, y demostró la viabilidad de permanecer largo tiempo en el espacio para los chinos. La imaginación científica que generó entre los chinos tiene un valor incalculable", comentó Bai Ruixue, una experiodista especializada en el espacio y ahora directora general de una compañía que se enfoca en la comprensión pública de la ciencia espacial.

"Mientras informaba del acoplamiento entre la Shenzhou-8 y el Tiangong-1 en el Centro de Control Aeroespacial de Beijing en noviembre de 2011, mucha gente lloraba al ver las dos naves espaciales, como dos granos de polvo flotando en el vasto universo, conectadas entre sí. Es un romance extremo creado por la ciencia y la tecnología", evocó Bai.

"El Tiangong-1 ha cargado con el sueño espacial de millones de chinos. Aunque su objetivo solo era probar las tecnologías para la estación espacial, tiene muchos efectos de largo alcance", sostuvo Mao Xinyuan, columnista dedicado a la popularización de la ciencia espacial.

El regreso de Tiangong-1 fue capturado por algunos astrónomos aficionados que trazaron su trayectoria cuando sobrevolaba Beijing al amanecer.

"Era muy brillante e iba muy rápido. Es hora de despedirnos de Tiangong-1", destacó Yu Jun, uno de los entusiastas observadores de estrellas.

Durante los últimos años, el director del planetario de Beijing, Zhu Jin, ha tomado muchas fotos de Tiangong-1 desde la tierra cuando el laboratorio espacial sobrevolaba la zona.

"En las noches claras podíamos verlo a simple vista. También tomé fotos de la Estación Espacial Internacional, pero no es el mismo sentimiento que al ver astronaves o satélites chinos", destacó Zhu.

Cuando Zhu viaja por China se encuentra con muchos jóvenes aficionados a la exploración espacial. "Creo que la causa es el gran progreso del programa espacial chino en los últimos años", opinó Zhu.

En 1992, China desarrolló una estrategia de tres pasos para un programa espacial tripulado.

El primero de ellos, cuyo objetivo era enviar a un astronauta al espacio y procurar su regreso seguro, fue completado por Yang Liwei en la misión Shenzhou-5 en 2003.

El segundo fue el desarrollo de técnicas y tecnologías de vuelo espacial avanzadas, entre las que se incluían la actividad extravehicular y el acoplamiento orbital. Esta fase también incluyó el lanzamiento de dos laboratorios espaciales, que son realmente miniestaciones espaciales capaces de ser tripuladas de forma temporal.

Después de Tiangong-1, China puso en órbita el Tiangong-2, el primer laboratorio espacial del país "en sentido estricto", el 15 de septiembre de 2016. Dos astronautas vivieron a bordo durante 30 días, el periodo de permanencia más prolongado para los astronautas chinos, y durante el cual se realizaron numerosos experimentos científicos de vanguardia, como la distribución de clave cuántica, el reloj atómico frío y la observación de explosiones de rayos gamma.

Tianzhou-1, la primera astronave de carga de China, se lanzó al espacio el 20 de abril del año pasado y se acopló a Tiangong-2 para probar el reabastecimiento en órbita, otra tecnología crucial para la construcción de una estación espacial.

El próximo paso será ensamblar y operar una estación espacial tripulada permanente.

De acuerdo con Zhou Jianping, jefe diseñador del programa espacial tripulado chino, la estación espacial de China, con una vida diseñada inicial de al menos diez años, estará formada por un módulo núcleo y dos módulos experimentales, cada cual con un peso de casi 20 toneladas. Podrá acomodar de tres a seis astronautas.

Los planes relativos al retiro de la Estación Espacial Internacional en 2024, hacen que la estación china se convierta en una alternativa prometedora y hará de China el único país con una estación espacial permanente.

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