COMENTARIO: Estrategia de "tipo duro" de EEUU hacia China presagia males para economía mundial

Spanish.xinhuanet.com   2018-03-24 07:18:27

Por Wang Haiqing

BEIJING, 23 mar (Xinhua) -- En sintonía con su política cada vez más apegada al unilateralismo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su remedio para los problemas comerciales con China: un plan para imponer aranceles de hasta 60.000 millones de dólares a las importaciones chinas y restricciones a las inversiones del país asiático.

Las severas medidas fueron anunciadas al final de una investigación de la Oficina del Representante Comercial de EEUU basada en la sección 301 del Acta Comercial de 1974, una herramienta utilizada con frecuencia por Washington antes de que naciese la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El acta, que permite al presidente estadounidense imponer barreras comerciales unilateralmente, cayó en desuso tras la instauración de la OMC en 1995.

Desempolvar una legislación desfasada y utilizarla contra uno de sus principales socios comerciales refleja el menosprecio de Washington por las normas de la OMC, la espina dorsal del vigente sistema de comercio internacional y en cuya creación Estados Unidos tuvo un papel clave.

La medida ha reforzado la impresión de que Estados Unidos, la única superpotencia mundial y uno de los principales hacedores de reglas internacionales, está siempre dispuesto a romper las normas que espera que otros sigan en beneficio de su propio interés.

Ha habido muchos ejemplos de la rampante tendencia estadounidense hacia el unilateralismo desde que Trump asumió la Presidencia del país en 2017.

Por nombrar unos cuantos, EEUU volvió la espalda al histórico acuerdo climático de París, amenazó con abandonar el pacto nuclear de Irán, anunció su retirada de la UNESCO y coaccionó a sus socios comerciales con renegociaciones de pactos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Al recurrir al unilateralismo, Washington está renunciando a su responsabilidad de mantener en funcionamiento el sistema comercial internacional, basado en las reglas, y al mismo tiempo ensombreciendo las perspectivas de un mundo en paz y próspero.

Los pesados aranceles que Estados Unidos planea imponer a las importaciones chinas han tenido efecto en los mercados de valores de todo el mundo, agrandado el temor ante una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

Dado el volumen del comercio entre China y EEUU y el hecho de que las economías están más que nunca interconectadas, una guerra comercial a través del Pacífico causaría estragos en todo el mundo. Los miembros podrían tomar medidas comerciales unilaterales en vez de llevar sus disputas ante la OMC y socavar así el sistema comercial mundial.

Hay mucho en juego si Estados Unidos decide proceder con su estrategia de "tipo duro" hacia China. Beijing lo entiende y nunca buscará entablar una guerra comercial con Washington. Pero si la administración Trump decide finalmente lanzar una guerra comercial total contra China, esta se verá obligada a responder.

El presidente Trump tuiteó en una ocasión que "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar". Quizás sería bueno que cambiase de opinión ahora que está en marcha un verdadero conflicto.

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COMENTARIO: Estrategia de "tipo duro" de EEUU hacia China presagia males para economía mundial

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Por Wang Haiqing

BEIJING, 23 mar (Xinhua) -- En sintonía con su política cada vez más apegada al unilateralismo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su remedio para los problemas comerciales con China: un plan para imponer aranceles de hasta 60.000 millones de dólares a las importaciones chinas y restricciones a las inversiones del país asiático.

Las severas medidas fueron anunciadas al final de una investigación de la Oficina del Representante Comercial de EEUU basada en la sección 301 del Acta Comercial de 1974, una herramienta utilizada con frecuencia por Washington antes de que naciese la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El acta, que permite al presidente estadounidense imponer barreras comerciales unilateralmente, cayó en desuso tras la instauración de la OMC en 1995.

Desempolvar una legislación desfasada y utilizarla contra uno de sus principales socios comerciales refleja el menosprecio de Washington por las normas de la OMC, la espina dorsal del vigente sistema de comercio internacional y en cuya creación Estados Unidos tuvo un papel clave.

La medida ha reforzado la impresión de que Estados Unidos, la única superpotencia mundial y uno de los principales hacedores de reglas internacionales, está siempre dispuesto a romper las normas que espera que otros sigan en beneficio de su propio interés.

Ha habido muchos ejemplos de la rampante tendencia estadounidense hacia el unilateralismo desde que Trump asumió la Presidencia del país en 2017.

Por nombrar unos cuantos, EEUU volvió la espalda al histórico acuerdo climático de París, amenazó con abandonar el pacto nuclear de Irán, anunció su retirada de la UNESCO y coaccionó a sus socios comerciales con renegociaciones de pactos como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Al recurrir al unilateralismo, Washington está renunciando a su responsabilidad de mantener en funcionamiento el sistema comercial internacional, basado en las reglas, y al mismo tiempo ensombreciendo las perspectivas de un mundo en paz y próspero.

Los pesados aranceles que Estados Unidos planea imponer a las importaciones chinas han tenido efecto en los mercados de valores de todo el mundo, agrandado el temor ante una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

Dado el volumen del comercio entre China y EEUU y el hecho de que las economías están más que nunca interconectadas, una guerra comercial a través del Pacífico causaría estragos en todo el mundo. Los miembros podrían tomar medidas comerciales unilaterales en vez de llevar sus disputas ante la OMC y socavar así el sistema comercial mundial.

Hay mucho en juego si Estados Unidos decide proceder con su estrategia de "tipo duro" hacia China. Beijing lo entiende y nunca buscará entablar una guerra comercial con Washington. Pero si la administración Trump decide finalmente lanzar una guerra comercial total contra China, esta se verá obligada a responder.

El presidente Trump tuiteó en una ocasión que "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar". Quizás sería bueno que cambiase de opinión ahora que está en marcha un verdadero conflicto.

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