Por Gerardo Laborde
MONTEVIDEO, 22 mar (Xinhua) -- Jubilado como docente y arquitecto en Uruguay, el chino Cheung-Koon Yim, de 82 años, está embarcado en un gran desafío: la administración del Instituto Confucio (IC) en Montevideo para difundir la lengua y la cultura china.
"Los uruguayos me abrieron la puerta sin ninguna condición, me mimaron", recuerda Yim sobre su desembarco en 1953 en Uruguay, país donde se casó, estudió, obtuvo un título universitario y tuvo cuatro hijos y cuatro nietos.
La puesta en marcha del IC, cuya ceremonia de desvelación de la placa se realizó en noviembre pasado, es una forma de "devolver lo que me ha dado Uruguay en estos 65 años", reflexiona el director del IC por la parte uruguaya en una entrevista con Xinhua.
En sus clases en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República (Udelar) siempre intentó incorporar "conceptos filosóficos chinos referidos al hábitat, a cómo posicionarse en el universo".
Es la misma Udelar donde está instalado el primer Instituto Confucio de China en Uruguay, gracias a un convenio entre Hanban (por su abreviatura en chino), institución que se encarga de los asuntos vinculados con los Institutos Confucio, y el centro docente uruguayo.
Y es la misma Udelar -la universidad estatal- donde sus hijos se graduaron como profesionales, dice con orgullo Yim, quien no disimula su agradecimiento a la educación pública uruguaya.
Recuerda que su tío, con quien inmigró al país, era un entusiasta sinólogo a quien ayudó a organizar cursos de difusión de la cultura china.
El rector de la Udelar, Roberto Markarian, lo invitó a Yim a sumarse a la iniciativa. "No me quedaba otra que aceptar", explica.
Montevideo y Qingdao (provincia de Shandong) son ciudades hermanadas, por lo que la Universidad de Qindao es responsable de proporcionar al IC de Montevideo el equipo docente, académico y los materiales, y la Udelar se encarga de aportar la logística y la infraestructura.
Aún restan detalles para acondicionar el edificio, propiedad de la Udelar y enclavado a pocos metros del Parque Batlle, uno de los pulmones verdes de la ciudad, tareas que culminarán los próximos días. Pero los cursos comenzarán el 2 de abril sí o sí, asegura Yim.
El IC ofrecerá cursos de chino mandarín, en un principio, y de gastronomía -que se dictará en un aula-cocina-, caligrafía y pintura, más adelante.
"Tenemos que enseñar el idioma chino dentro de una óptica de transferencia cultural. Si el educando no tiene una mínima comprensión de la forma de vida en China y su tradición de 5 mil años, su manera de pensar, su cosmovisión, es muy difícil aprender el idioma", puntualiza el director uruguayo del IC.
Los cupos ya se completaron, demostración del cada vez mayor interés de los uruguayos por la cultura china.
Antes del comienzo de clases en el IC ya comenzaron cursos de mandarín en el Centro de Estudios de idiomas extranjeros (Celex) de la Facultad de Humanidades de la Udelar.
"Evidentemente cada vez más los vínculos se amplían, a nivel comercial, cultural, y todo el mundo quiere estudiar el mandarín", explica Yim.
Otro objetivo es llevar cursos del instituto a las sedes regionales de la Udelar en el interior del país.
El IC ya firmó convenios y está en negociaciones para capacitar funcionarios del Instituto Nacional de Carnes (INAC), el ministerio de Defensa, la cancillería e intendencias departamentales.
"¡No podemos atender a todos! Le estamos poniendo paños tibios para ir despacio", afirma el responsable del IC.
"Venimos a construir puentes con el Instituto Confucio", concluye.