RIO DE JANEIRO, 8 mar (Xinhua) -- El gobierno brasileño expresó hoy jueves su "gran preocupación" por la decisión del gobierno de Estados Unidos de aplicar aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero y el 10 por ciento a las de aluminio, por "seguridad nacional".
"Las medidas causarán graves prejuicios a las exportaciones brasileñas y tendrán un significativo impacto negativo en los flujos bilaterales de comercio, ampliamente favorables a Estados Unidos en los últimos diez años", señalaron autoridades.
En un comunicado conjunto, los ministerios de Industria y Comercio Exterior y de Relaciones Exteriores expresaron que la medida también afectará "las relaciones comerciales y de inversiones entre los dos países".
Brasil señaló que recurrirá "a todas las acciones necesarias en los ámbitos bilateral y multilateral para preservar sus derechos e intereses".
"Las medidas restrictivas a las importaciones de acero y aluminio son incompatibles con las obligaciones de Estados Unidos en el amparo de la Organización Mundial del Comercio y no se justifican tampoco por las excepciones de seguridad del GATT 1994", agregó la nota.
El comunicado, firmado conjuntamente por el ministro de Industria y Comercio Exterior, Marcos Jorge, y el canciller Aloysio Nunes, resaltó que Brasil buscó desde el año pasado "en sucesivas gestiones, evitar la aplicación de las medidas a las exportaciones brasileñas".
El texto señaló que se buscó esclarecer "al gobierno americano y a otros actores relevantes en aquel país que los productos de Brasil no causan ninguna amenaza a los intereses comerciales o de seguridad de Estados Unidos".
Según la nota, las industrias de ambos países están integradas y se complementan.
"Cerca del 80 por ciento de las exportaciones brasileñas de acero son de productos semiacabados, utilizados como materias por la industria siderúrgica norteamericana", expresó.
"Al mismo tiempo, Brasil es el mayor importador de carbón siderúrgico de Estados Unidos, con cerca de 1.000 millones de dólares en 2017, principalmente destinado a la producción brasileña de acero exportado a aquel país", agregó.
El gobierno brasileño consideró que la decisión de la administración estadounidense "minará los esfuerzos en curso en el Foro Global del Acero, del cual Estados Unidos forma parte, visando una solución para la cuestión del exceso de capacidad en el sector siderúrgico, verdadera raíz de los problemas enfrentados por el sector".
La Confederación Nacional de la Industria (CNI) calcula que la decisión puede suponer un prejuicio anual de 3.150 millones de dólares a la industria brasileña. Fin
