ESPECIAL: Año Nuevo Lunar chino a ojos de una pareja argentina

Spanish.xinhuanet.com   2018-02-19 13:40:06

Por Zhu Wanjun

BEIJING, 19 feb (Xinhua) -- Como muchos argentinos, Pablo Domini conocía el Año Nuevo Lunar chino debido a los festejos celebrados por la comunidad china en Buenos Aires, pero no se dio cuenta de que es una fecha importante de reunión familiar hasta que vino a vivir a China hace tres años.

Domini, periodista argentino, vive en China junto con su esposa Mechi, quien está cursando un doctorado en la Universidad Normal de Zhejiang, en la ciudad oriental de Jinhua, y según él son los únicos argentinos que residen allí por el momento.

Antes de trasladarse a China, en estas fechas festivas Domini acudía junto a sus amigos al Barrio Chino de Buenos Aires, donde se despliegan acrobacias, exhibiciones de artes marciales, así como caligrafía y gastronomía oriental. Recuerda que "es una fiesta muy colorida y alegre, con música, bailes y comida china".

La celebración del Año Nuevo Lunar chino en Buenos Aires, organizada conjuntamente por la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la capital argentina, la Embajada de la República Popular China y la Fundación Muralla Dorada, gana cada vez más popularidad entre la gente local, con una creciente participación, habiendo registrado más de 800.000 personas este año, según los organizadores.

A diferencia de las celebraciones chinas en Argentina, que son más como una fiesta, los amigos chinos cuentan a Domini que ellos suelen volver a sus ciudades natales y se reúnen con sus familias a pesar de la enorme distancia que los pueda separar, y eso "me ha dado a entender que es una fecha que tiene gran importancia afectiva y emocional", explicó el periodista.

Domini anotó que la Navidad tiene en Argentina esa característica de carga afectiva y búsqueda de reunirse con la familia y los seres queridos, muy parecida a la del Año Nuevo Lunar chino.

En opinión de Domini, Argentina y China comparten los valores familiares y prestan mucha atención a la unión familiar en los días especiales, mientras que las diferencias radican en la participación del calendario lunar, el horóscopo, y las creencias en torno a este.

Sin embargo, personalmente admite que se interesa mucho por el horóscopo chino, y siempre "sé qué animal regirá el año y leo sobre cómo influirá en mi vida y en el mundo en general".

Este año es el del perro, símbolo de lealtad y espíritu observador, y según Domini, "no parece traer grandes problemas para mí".

Tras tres años estudiando chino y trabajando en China, también conoce las tradiciones de comer jiaozi (ravioles chinos) y regalar a los niños un hong bao (sobre rojo) con una pequeña cantidad de dinero, con el deseo de traer buena suerte.

Aún más, ya conoce varias tradiciones y supersticiones chinas referentes a las celebraciones, como puede ser lanzar fuegos artificiales para hacer ruido y espantar al monstruo llamado Nian (que se pronuncia igual que la palabra "año" en chino), no sacar la basura durante los primeros tres días del año, y cortarse el pelo antes de que empiece el nuevo año.

"Trato de cumplirlas, por las dudas", indicó el argentino.

Como tantos que aprovechan las largas vacaciones chinas para viajar por el país y su alrededores o volver a reunirse con sus familias, Domini decidió este año viajar junto a su esposa hacia el sur, a Camboya y Vietnam, para evitar el frío que hace en pleno invierno chino.

"Pasamos la noche de año nuevo en la ciudad de Hoi An, Vietnam, donde la influencia china es muy fuerte y hay festejos, que incluyen fuegos artificiales y linternas".

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ESPECIAL: Año Nuevo Lunar chino a ojos de una pareja argentina

Spanish.xinhuanet.com 2018-02-19 13:40:06

Por Zhu Wanjun

BEIJING, 19 feb (Xinhua) -- Como muchos argentinos, Pablo Domini conocía el Año Nuevo Lunar chino debido a los festejos celebrados por la comunidad china en Buenos Aires, pero no se dio cuenta de que es una fecha importante de reunión familiar hasta que vino a vivir a China hace tres años.

Domini, periodista argentino, vive en China junto con su esposa Mechi, quien está cursando un doctorado en la Universidad Normal de Zhejiang, en la ciudad oriental de Jinhua, y según él son los únicos argentinos que residen allí por el momento.

Antes de trasladarse a China, en estas fechas festivas Domini acudía junto a sus amigos al Barrio Chino de Buenos Aires, donde se despliegan acrobacias, exhibiciones de artes marciales, así como caligrafía y gastronomía oriental. Recuerda que "es una fiesta muy colorida y alegre, con música, bailes y comida china".

La celebración del Año Nuevo Lunar chino en Buenos Aires, organizada conjuntamente por la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la capital argentina, la Embajada de la República Popular China y la Fundación Muralla Dorada, gana cada vez más popularidad entre la gente local, con una creciente participación, habiendo registrado más de 800.000 personas este año, según los organizadores.

A diferencia de las celebraciones chinas en Argentina, que son más como una fiesta, los amigos chinos cuentan a Domini que ellos suelen volver a sus ciudades natales y se reúnen con sus familias a pesar de la enorme distancia que los pueda separar, y eso "me ha dado a entender que es una fecha que tiene gran importancia afectiva y emocional", explicó el periodista.

Domini anotó que la Navidad tiene en Argentina esa característica de carga afectiva y búsqueda de reunirse con la familia y los seres queridos, muy parecida a la del Año Nuevo Lunar chino.

En opinión de Domini, Argentina y China comparten los valores familiares y prestan mucha atención a la unión familiar en los días especiales, mientras que las diferencias radican en la participación del calendario lunar, el horóscopo, y las creencias en torno a este.

Sin embargo, personalmente admite que se interesa mucho por el horóscopo chino, y siempre "sé qué animal regirá el año y leo sobre cómo influirá en mi vida y en el mundo en general".

Este año es el del perro, símbolo de lealtad y espíritu observador, y según Domini, "no parece traer grandes problemas para mí".

Tras tres años estudiando chino y trabajando en China, también conoce las tradiciones de comer jiaozi (ravioles chinos) y regalar a los niños un hong bao (sobre rojo) con una pequeña cantidad de dinero, con el deseo de traer buena suerte.

Aún más, ya conoce varias tradiciones y supersticiones chinas referentes a las celebraciones, como puede ser lanzar fuegos artificiales para hacer ruido y espantar al monstruo llamado Nian (que se pronuncia igual que la palabra "año" en chino), no sacar la basura durante los primeros tres días del año, y cortarse el pelo antes de que empiece el nuevo año.

"Trato de cumplirlas, por las dudas", indicó el argentino.

Como tantos que aprovechan las largas vacaciones chinas para viajar por el país y su alrededores o volver a reunirse con sus familias, Domini decidió este año viajar junto a su esposa hacia el sur, a Camboya y Vietnam, para evitar el frío que hace en pleno invierno chino.

"Pasamos la noche de año nuevo en la ciudad de Hoi An, Vietnam, donde la influencia china es muy fuerte y hay festejos, que incluyen fuegos artificiales y linternas".

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