LHASA, 18 feb (Xinhua) -- Una ordenada multitud de peregrinos y turistas hacía cola hoy domingo para visitar el templo Jokhang en Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, en el suroeste de China, un día después de que se registrase un incendio en parte de sus instalaciones.
Las llamas comenzaron a las 18:40 de la tarde del sábado y fueron apagadas poco después sin que se produjesen víctimas.
No hay signos visibles de las llamas en las áreas abiertas al público, salvo unas marcas de agua en el salón principal del monasterio, según los periodistas de Xinhua que acudieron al lugar hoy domingo.
El templo es importante en el budismo tibetano. Tiene más de 1.300 años de historia y alberga muchos tesoros culturales, incluida una estatua a tamaño real del buda Sakyamuni cuando tenía 12 años.
Muchos peregrinos se sintieron aliviados al comprobar que la estatua no se había visto afectada por el fuego y algunos se conmovieron hasta el punto de derramar lágrimas mientras hacían reverencias y rezaban.
"Me sentí muy aliviado al ver que la estatua no había sufrido daños", manifestó un peregrino de la prefectura autónoma de Ganzi, en la provincia vecina de Sichuan, Kelsang Metog.
El mercado de Barkhor, que se encuentra junto al monasterio, volvió a abrir sus puertas hoy por la mañana, tras un cierre temporal a causa del incendio.
El templo Jokhang estará cerrado del 19 al 22 de febrero, como estaba programado, para que los monjes celebren las vacaciones del Año Nuevo. El Año Nuevo tibetano se celebró el viernes, el mismo día que el Festival de la Primavera de este año.
