BUDAPEST, 26 ene (Xinhua) -- El problema de la migración no permanecerá en el marco de Europa, es obvio que el debate pasará del foro europeo al escenario internacional y Europa tendrá que buscar una solución al problema, dijo hoy en Budapest el primer ministro de Hungría, Viktor Orban.
Orban hizo la declaración durante una discusión con sus colegas de las demás naciones del Grupo Visegrad: Polonia, República Checa y Eslovaquia.
Orban recordó el momento en el que el ex secretario general de la ONU Kofi Annan dijo en 2004 que la migración es una solución y no un problema y recomendó a Europa abrir los canales para la inmigración. "Los países europeos occidentales aceptaron la recomendación de Annan en el 2015 y la pregunta es si nosotros queremos seguir este camino o no", dijo.
Asimismo recordó que el actual secretario general de la ONU António Gutereres también dijo en días recientes que la migración es algo bueno y que la organización mundial ha estado involucrada en la elaboración de un acuerdo para que los migrantes puedan ser distribuidos a nivel global.
"Ayudaremos a quienes lo necesiten, pero no aceptamos migrantes. No queremos ser un país de inmigrantes", señaló Orban.
El primer ministro dijo que es importante que las naciones del Grupo Visegrad hagan oír su voz porque "nuestra forma de pensar no es una excepción, sino un comportamiento normal, es sentido común. No estamos solos".
"¿Quién decidió? ¿Quién permitió a extranjeros entrar al continente? ¿Quién asumirá la responsabilidad de esta decisión?" preguntó Orban.
De acuerdo con Orban esto se permitió a pesar de la voluntad del pueblo europeo al que no entrevistaron. Mientras tanto, en Hungría se está preguntando qué es lo que quieren hacer los húngaros. El primer ministro se refirió así a una reciente consulta nacional sobre la inmigración en Hungría.
Por otra parte, el primer ministro eslovaco Robert Fico rechazó las críticas a los países del Grupo Visegrad por tener en ocasiones opiniones diferentes, como por ejemplo, las cuotas obligatorias.
Fico dijo que Hungría hizo lo que se esperaba que hiciera en la crisis migratoria: defendió la frontera de Schengen. Y fue un enorme error criticar al país por eso.
También destacó la importancia de la solidaridad y recomendó por lo tanto a sus colegas de los países del Grupo Visegrad viajar juntos a Libia para encontrar soluciones específicas. Fico describió las cuotas obligatorias como "completamente carentes de significado".
El primer ministro checo Andrej Babis dijo que la opinión de los países Visegrad es la misma en cuanto a migración y dijo que los países miembros deben crear juntos la seguridad europea.
Babis dijo además que el problema de la migración debe ser resuelto fuera de Europa.
El jefe de gobierno de Polonia, Mateusz Morawiecki, dijo que Polonia está lista en términos financieros para ayudar a los necesitados, pero en los puntos desde los cuales los migrantes indocumentados partan. También pidió prestar atención al hecho de que Polonia ha aceptado, por ejemplo, a ucranianos y chechenos que han huido de la guerra.
Los primeros ministros también discutieron el tema de la ampliación de la Unión Europea y todos coincidieron en la necesidad de integrar a los Balcanes.
