COMENTARIO: Primer año de Trump y su "EEUU Primero" provoca división e inestabilidad

Actualizado 2018-01-18 10:37:19 | Spanish. xinhuanet. com

WASHINGTON, 18 ene (Xinhua) -- Durante su primer año como presidente de EEUU, Donald Trump ha intentado implementar su política de "EEUU Primero" en todo el mundo, pero ha conseguido volver a su país cada vez más egoísta, y hacer del mundo un lugar más inestable.

El estilo de Trump, caracterizado por muchos como "diplomacia de desconexión" y "diplomacia de Twitter", ha provocado la retirada de EEUU de numerosos tratados e instituciones multilaterales, generando indignación a muchos niveles.

Su bravuconería e intolerancia han irritado a países de Oriente Medio, América Latina, del Atlántico y de la península coreana, donde el peligro real de una desastrosa confrontación nuclear ha crecido de manera exponencial.

Bajo el estandarte de "EEUU Primero", Washington se ha desvinculado en gran medida de las normas y responsabilidades globales, y se ha vuelto más propensa a amenazar a otros con sanciones, suspensión de ayudas e intimidación nuclear. El país no esconde ahora su preferencia por poner sus propios intereses por encima del bien general, y los puños por encima de la razón.

Para el mundo, la decisión de la Administración Trump de retirarse del multilateralismo ha provocado que otros justifiquen o nieguen el consenso internacional y el subsiguiente status quo que tanto había costado conseguir.

Tras el fuertemente condenado anuncio de Trump el pasado mes de Marzo del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, el Parlamento israelí aprobó una legislación para evitar que su gobierno haga concesiones sobre Jerusalén Este en cualquier futura negociación de paz con los palestinos.

Ahora hay más proyectos de ley en camino para separar a los barrios palestinos de Jerusalén, y reforzar la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania. Las perspectivas de paz para esta tierra azotada por la guerra parecen estar ahora más lejos que nunca.

Trump considera que él ha estado liderando a EEUU para que el país salga de su "zona de confort" restableciendo ejes y modificando "suposiciones fundamentales" internacionales. Pero sus acciones solo han conducido a una crisis de confianza entre los aliados del país y más allá.

"Los tiempos en los que podíamos depender completamente de otros han, hasta cierto punto, acabado", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, tras asistir a la cumbre del G7 en mayo. "Lo he experimentado durante los últimos días. Nosotros los europeos verdaderamente tenemos que poner nuestro destino en nuestras propias manos".

En respuesta a la suspensión por EEUU en enero de la asistencia de seguridad a Pakistán por el "descontento" por su comportamiento antiterrorista, el canciller paquistaní, Khawaja Asif, dijo que considera que la alianza Islamabad-Washington ha terminado.

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, señaló previamente este mes que 2018 será "un año de ejecución" de políticas exteriores diseñadas y desarrolladas el año pasado. Si es así, el mundo necesita prepararse para un EEUU más ansioso de proteger su poder dónde y cuándo lo considere necesario.

Trump debería darse cuenta, para lo que le queda de presidencia, que en esta era de globalización, donde los destinos de todas las naciones están conectados sin precedentes, nadie puede hacer prosperar a un solo país sin unir sus esfuerzos con otros para conseguir una prosperidad más amplia.

El camino hacia el éxito del "EEUU Primero" depende de si los miembros de la interconectada comunidad internacional deciden juntar sus esfuerzos por el bienestar común, o tomar caminos separados en búsqueda de intereses propios.

 
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COMENTARIO: Primer año de Trump y su "EEUU Primero" provoca división e inestabilidad

Spanish.xinhuanet.com 2018-01-18 10:37:19

WASHINGTON, 18 ene (Xinhua) -- Durante su primer año como presidente de EEUU, Donald Trump ha intentado implementar su política de "EEUU Primero" en todo el mundo, pero ha conseguido volver a su país cada vez más egoísta, y hacer del mundo un lugar más inestable.

El estilo de Trump, caracterizado por muchos como "diplomacia de desconexión" y "diplomacia de Twitter", ha provocado la retirada de EEUU de numerosos tratados e instituciones multilaterales, generando indignación a muchos niveles.

Su bravuconería e intolerancia han irritado a países de Oriente Medio, América Latina, del Atlántico y de la península coreana, donde el peligro real de una desastrosa confrontación nuclear ha crecido de manera exponencial.

Bajo el estandarte de "EEUU Primero", Washington se ha desvinculado en gran medida de las normas y responsabilidades globales, y se ha vuelto más propensa a amenazar a otros con sanciones, suspensión de ayudas e intimidación nuclear. El país no esconde ahora su preferencia por poner sus propios intereses por encima del bien general, y los puños por encima de la razón.

Para el mundo, la decisión de la Administración Trump de retirarse del multilateralismo ha provocado que otros justifiquen o nieguen el consenso internacional y el subsiguiente status quo que tanto había costado conseguir.

Tras el fuertemente condenado anuncio de Trump el pasado mes de Marzo del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, el Parlamento israelí aprobó una legislación para evitar que su gobierno haga concesiones sobre Jerusalén Este en cualquier futura negociación de paz con los palestinos.

Ahora hay más proyectos de ley en camino para separar a los barrios palestinos de Jerusalén, y reforzar la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania. Las perspectivas de paz para esta tierra azotada por la guerra parecen estar ahora más lejos que nunca.

Trump considera que él ha estado liderando a EEUU para que el país salga de su "zona de confort" restableciendo ejes y modificando "suposiciones fundamentales" internacionales. Pero sus acciones solo han conducido a una crisis de confianza entre los aliados del país y más allá.

"Los tiempos en los que podíamos depender completamente de otros han, hasta cierto punto, acabado", dijo la canciller alemana, Angela Merkel, tras asistir a la cumbre del G7 en mayo. "Lo he experimentado durante los últimos días. Nosotros los europeos verdaderamente tenemos que poner nuestro destino en nuestras propias manos".

En respuesta a la suspensión por EEUU en enero de la asistencia de seguridad a Pakistán por el "descontento" por su comportamiento antiterrorista, el canciller paquistaní, Khawaja Asif, dijo que considera que la alianza Islamabad-Washington ha terminado.

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, señaló previamente este mes que 2018 será "un año de ejecución" de políticas exteriores diseñadas y desarrolladas el año pasado. Si es así, el mundo necesita prepararse para un EEUU más ansioso de proteger su poder dónde y cuándo lo considere necesario.

Trump debería darse cuenta, para lo que le queda de presidencia, que en esta era de globalización, donde los destinos de todas las naciones están conectados sin precedentes, nadie puede hacer prosperar a un solo país sin unir sus esfuerzos con otros para conseguir una prosperidad más amplia.

El camino hacia el éxito del "EEUU Primero" depende de si los miembros de la interconectada comunidad internacional deciden juntar sus esfuerzos por el bienestar común, o tomar caminos separados en búsqueda de intereses propios.

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