MADRID, 13 ene (Xinhua) -- El Real Madrid y su técnico, Zinedine Zidane, no atraviesan un buen momento, con una Liga prácticamente perdida cuando aún falta toda la segunda parte a 16 puntos del Barcelona y con juego mediocre que origina incertidumbre ante los próximos compromisos de Copa y de Champions, pero hoy el conjunto blanco en la Liga vuelve ante el Villarreal a examinarse ante la afición para ver si la crisis de juego y resultados han concluido.
Prácticamente los mismos jugadores que el pasado año y con el mismo entrenador, una amplia mayoría de aficionados no entiende este enorme "bajón" de juego, en especial en la segundas partes donde el equipo desaparece dejando enormes espacios a sus rivales como si los jugadores blancos estuvieran fuera del partido.
Con una defensa muy frágil, entre los numerosos defectos de un equipo conformista cuando va delante en el marcador, que es víctima del desorden y se muestra incapaz de controlar y cerrar los partidos, se encuentra la falta de respuesta desde el banquillo y el pobre rendimiento de sus grandes estrellas, recogen medios deportivos.
Zidane sigue confiando en Benzema, ahora lesionado, pero que está lejos de su mejor forma, además Cristiano Ronaldo sólo lleva en esta Liga cuatro goles, es decir, ocho menos que la temporada pasada en estas mismas fechas, y luego el galés Bale, muy vulnerable, es ahora el jugador más en forma del Real Madrid, lo que indica el estado actual del conjunto blanco.
El Real Madrid lo ha ganado todo con Zidane, menos la Copa de Rey, objetivo primordial para esta temporada cuando ya la Liga la tiene casi perdida, pero tras dos años recién cumplidos como entrenador del Real Madrid, el técnico galo atraviesa su peor momento al frente de un equipo que hace tan sólo cinco meses dominaba el mundo pero que se ha desplomado en la Liga y cuya evidente crisis podría hacer peligrar su puesto.
La prensa deportiva se hace eco que el pulso que ha decidido echar Zidane al presidente madridista, Florentino Pérez, por el fichaje del portero Kepa, procedente del Athletic de Bilbao, y los malos resultados han puesto en la picota al entrenador francés, que parece haber perdido el control sobre una plantilla acusada de nuevo de estar acomodada y no es capaz de revertir la situación ni encontrar las causas del derrumbe, resaltan los expertos.
El caso es que Zidane ha quedado "tocado" y habrá que ver qué ocurre en Champions ante el temible París Saint-Germain, a un mes de la ida de octavos de final de la Liga de Campeones, la competición preferida por los blancos a la que se agarra el Real Madrid para salvar la temporada, dado que la Copa del Rey, aunque nunca la haya ganado el técnico, sería un pobre consuelo para un equipo obligado a competir y entregarse por todos los títulos.
El Real Madrid ha tirado la Liga antes de cumplirse la primera vuelta y ahora, aunque tenga un partido menos, está a casi tantos puntos del título (16), como del descenso (17). "Tengo que detectar el problema porque soy el responsable", dijo esta semana Zidane.
El Real Madrid no está bien, lo reflejan sus resultados, dos últimos empates, en Liga ante el Celta y en Copa ante el segunda división, el Numancia, una mala racha de resultados, la peor como visitante desde diciembre de 2008, lo que provocó entonces el despido del alemán Bernd Schuster y la llegada de Juande Ramos, aunque en ese momento no era presidente Florentino Pérez, quien pese a todo sigue confiando de pleno en Zidane, aunque tanto el presidente como el técnico han tenido en las dos últimas semanas serias discrepancias sobre el fichaje del portero Kepa, que el club quiere fichar y Zidane dice que no lo necesita.
Un Real Madrid que anda roto física, táctica y psicológicamente ante su pobre juego y males resultados, pero su técnico se enfada con la prensa y defiende a su plantilla y asegura que "si un jugador está mal" él busca "soluciones" y resalta que es "culpa de todos", "yo el primero".
Por ahora, según dice Zidane, "hasta el 31 de enero puede pasar de todo, pero yo he creado esta plantilla, asumo lo que he hecho, y no echaré la culpa a lo que sea si no van bien las cosas".
Por último, un técnico que ha ganado ocho de diez títulos posibles en temporada y media, pero tanto hoy, en el Santiago Bernabéu, en Liga ante el Villarreal como en Copa la semana próxima ante el Leganés y luego la Champions ante el PSG son partidos claves que puede determinar la propia crisis madridista y su solución, dicen medios deportivos.
