BEIJING, 2 ene (Xinhua) -- El renminbi (RMB, o yuan, moneda china) sorprendió al mundo con su fortaleza en 2017. ¿Por qué?
Hasta el 29 de diciembre, última jornada de negociación de 2017, la tasa de cambio del yuan se mantuvo en 6,5120 frente al dólar, fortaleciéndose un 6,72 por ciento en el año, la apreciación anual más pronunciada en nueve años, según cálculos del proveedor de información financiera Eastmoney.com.
El rendimiento estuvo muy lejos de lo que el mercado había anticipado hace un año, cuando muchas expectativas apuntaban a un yuan más débil.
El debilitamiento del dólar frente a una canasta de monedas fue parte de la historia, como lo demuestran las disminuciones en el índice del dólar en el último año. Pero el RMB también se mostró fuerte frente a otras monedas.
El índice compuesto del tipo de cambio del yuan lanzado por el Sistema de Comercio de Divisas de China, que mide la fortaleza del yuan en relación con una canasta de 24 monedas, incluyendo el dólar, el euro y el yen japonés, llegó a 94,37 a fines de noviembre, reafirmándose desde el 94,22 que marcó a finales de enero de 2017.
Con unos fundamentos económicos sólidos, una regulación mejorada, un entorno monetario relativamente más estricto y un mayor uso global de la moneda, la estabilidad del yuan se ha justificado y se mantendrá bien respaldada.
"El RMB se mantendrá estable frente a una canasta de monedas en 2018, con movimientos bidireccionales que se convertirán en una norma", indica un informe de investigación de China Everbright Bank.
FUNDAMENTOS ECONÓMICOS
Una economía china robusta ayudó al yuan a dar un giro, reforzando la confianza de los inversores en la moneda del país asiático.
La economía china se está reafirmando gracias a que su PIB se expandió el 6,9 por ciento interanual en los primeros tres trimestres, y el 6,8 por ciento en el tercer trimestre, lo que supone el noveno trimestre consecutivo en el que China registra un crecimiento económico de al menos 6,7 por ciento, todo lo cual prueba que la economía se mantiene firme.
El Banco Mundial elevó en diciembre su pronóstico de crecimiento económico de China en 2017 a 6,8 por ciento, frente al 6,7 por ciento que proyectaba en octubre, citando un mayor consumo personal y el comercio exterior.
Además del fuerte crecimiento del PIB, China también ha mantenido un superávit por cuenta corriente, abundantes reservas de divisas, condiciones fiscales sanas y sistemas financieros estables, todo lo cual ayuda a respaldar su moneda.
REGULACIÓN MÁS FUERTE
En 2016, China tomó medidas enérgicas contra las transferencias ilegales de capital disfrazadas de inversión exterior, intensificó la regulación de las actividades irracionales de inversión en el extranjero y reforzó el escrutinio sobre las compras irregulares de divisas por parte de particulares.
Las autoridades también han introducido un "factor contracíclico" al modelo de fijación de precios existente de la paridad central del yuan frente al dólar, con el objetivo de moderar las fluctuaciones procíclicas impulsadas por el sentimiento irracional en el mercado de divisas.
Gracias a estas medidas, los flujos de capital transfronterizos se han vuelto más estables y equilibrados, lo que contribuye a una recuperación gradual de las reservas de divisas.
Las existencias de divisas cayeron por debajo de los tres billones de dólares en enero de 2017, pero aumentaron de forma constante en los siguientes 10 meses, alcanzando 3,12 billones de dólares a finales de noviembre.
ENTORNO MONETARIO
China siguió una política monetaria prudente y neutral en 2017, aplicando una gama completa de instrumentos de política para mantener la estabilidad básica en la liquidez y las tasas de interés en un nivel apropiado.
La Reserva Federal de Estados Unidos elevó la tasa de interés de referencia tres veces este año, presionando al yuan. Mientras que el banco central de China se abstuvo de hacer lo mismo, sus operaciones de mercado abierto aumentaron las tasas de interés en respuesta, mitigando el impacto de las alzas de la Fed.
Los elaboradores de políticas continuarán adoptando una política monetaria prudente y neutral en 2018, de acuerdo con una reunión económica anual que estableció el tono, concluida a principios de diciembre.
PASO INTERNACIONAL
China ha hecho grandes progresos para que el yuan se convierta en una moneda internacional y liberalice su cuenta de capital, lo que ayudó a atraer flujos de capital extranjero y apuntalar la fortaleza del yuan.
Las autoridades de China aprobaron un programa de conexión de bonos entre la región administrativa especial de Hong Kong y la parte continental a mediados de mayo, lo que permite a los inversionistas de ambos lados comerciar bonos en los mercados interbancarios de los demás. El programa "hacia el norte", que permite a los inversores extranjeros adquirir bonos emitidos en la parte continental de China, comenzó en julio.
Tras el lanzamiento de las conexiones entre las bolsas Shanghai-Hong Kong y Shenzhen-Hong Kong, que permitieron a los inversores extranjeros comprar acciones del tipo A con menos restricciones que regímenes anteriores, también está en preparación un programa similar entre Shanghai y Londres.
El ponderador de índices de valores global MSCI decidió en junio incluir una serie de acciones cotizadas en Shanghai y Shenzhen en uno de sus índices más negociados.
Se estima que la medida atraerá entre 15.000 y 20.000 millones de dólares al mercado de capital chino en 2018, pronosticó Wang Hanfeng, analista de la China International Capital Corporation.
