Por Elena Chuquimarca
QUITO, 31 dic (Xinhua) -- Los ecuatorianos se preparan para despedir hoy domingo a la medianoche el 2017 con la quema de monigotes también llamados "años viejos", que representan el dejar atrás lo negativo que ha pasado en el año que termina.
En todo el país sudamericano, las principales calles y avenidas se han convertido en los últimos días en vitrinas para el expendio de monigotes de diferente tamaño y valor.
En Quito, capital del país, las calles lucen este domingo abarrotadas de "años viejos" y de ciudadanos que a última hora se acercan a comprar uno de su preferencia para quemar a la medianoche y despedir el 2017.
Se trata de una tradición enraizada en el pueblo ecuatoriano desde 1830, según historiadores, que manda saltar sobre las llamas del monigote y darle un par de patadas.
Esta práctica se realiza en varios países de América Latina, aunque está más arraigada en Ecuador.
Los monigotes son muñecos elaborados con papel periódico o cartón, que se visten con ropa usada, rellenos de aserrín y representan a políticos, personajes animados y súper héroes, entre otros.
La vendedora de monigotes en la avenida Cardenal de la Torre al sur de Quito, Verónica Punguil, comentó en entrevista con Xinhua que "es una tradición que no se va a perder", porque "va de generación en generación".
"Como todos los años puse mi puesto de venta en la acera. Este año he traído muñecos animados", dijo Punguil.
Punguil agregó que desde junio pasado se contrata personal para elaborar los muñecos de cara al fin de año, en que la quema de los monigotes es una tradición que reúne anualmente a las familias ecuatorianas.
"Tenemos nosotros la costumbre de quemar al viejo y despedir con la familia al año que termina. Le pegamos al viejo, le decimos que sea otro mejor año, que este ha sido peor. Cada año es una historia distinta", dijo por su parte a Xinhua, Juan Jácome, de 65 años.
Cargando un monigote que adquirió en 20 dólares, Jácome contó que el 2017 ha sido difícil para el país en el ámbito político y económico, por lo que existen razones para quemarlo, mientras espera que "la situación sea mejor" en 2018.
La celebración de fin de año en Ecuador también va acompañada de baile y humor, así como de los llamados "testamentos", leyendas realizadas en forma de sátira con las cosas que deja el año viejo.
Familia, vecinos y amigos reunidos para la celebración comparten copas de licor o el infaltable "canelazo", una bebida elaborada con agua de canela, azúcar, limón y aguardiente de caña.
En tanto, las llamadas "viudas", hombres o mujeres vestidos de negro o con atuendos llamativos, han pasado horas en las calles para interrumpir el tránsito o pedir caridad y llorar por la partida del año viejo.
La despedida del año se complementa con una variedad de rituales y creencias para atraer la prosperidad, el amor y el dinero.
El ritual más popular para la buena suerte es comer a la medianoche una uva por cada una de las 12 campanadas.
Otras de las prácticas tradicionales que realizan los ecuatorianos en esta fecha son colocar dinero dentro de los zapatos para tener prosperidad económica o usar ropa interior roja para el amor.
