BEIJING, 30 nov (Xinhua) -- La Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing celebró un seminario-laboratorio sobre la traducción literaria de chino a español, en el que Pilar González España, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid y una reconocida poetisa española, discutió con estudiantes los requerimientos y preparativos necesarios para lograr una traducción literaria del chino a español adecuada y correcta.
Además de exponer sus conceptos sobre la traducción y explicarlos con ejemplos, González alentó a los jóvenes a participar en la discusión y a traducirlos ellos mismos. Para ello recurrió a piezas de reconocidos poetas chinos, como Wang Wei y Su Shi.
"Me gusta la poesía china porque es una cultura que me da cosas que no tengo, y puedo aprender mucho", explicó. González ha hecho un viaje por China siguiendo la huella de Li Qingzhao, su poetisa china preferida.
"Es un viaje muy raro, porque es un viaje ahora pero para imaginar el siglo XII, y no hay nada igual, todo es diferente. Es interesante, porque es estar en el lugar e ir borrándolo, es un movimiento de contradicción, es como enfocar y desenfocar con la vista, como ir para adelante y para atrás", dijo González.
"Lo más difícil para mí en traducción son las capas de significado y las referencias que hay detrás de cada verso, toda la cultura y el entramado de conocimientos que uno tiene que tener para poder traducir. Entonces la única solución para poder entender lo que dicen los versos es utilizar comentarios, glosas antiguas de chinos y comentarios e interpretación de extranjeros", agregó.
Aunque los dos idiomas son muy distintos, lo que dificulta un proceso naturalmente difícil como es la traducción, la académica explicó que "la poesía no es un fin, sino un medio para expresar los sentimientos de los hombres, y en ese sentido somos todos iguales, porque sentimientos como el amor y la tristeza son puntos en común. Son puntos en común aunque de formas distintas, pero la belleza de la lengua es la misma, el mismo placer de oír el poema y el mismo sentimiento que provoca".
Comparando las características de poemas españoles con las de los chinos en aspectos como el número de sílabas, la métrica, las rimas y las formas, González argumentó que "un traductor tiene responsabilidades y tiene que decidir estas cosas".
"Lo mejor es aprender de memoria los poemas que te gustan en español, y luego el esquema prosódico y los acentos se te quedan en la cabeza", indicó.
"Si no amas la poesía, si no has leído poesía, si no escribes poesía, es casi imposible que traduzcas bien", insistió González.