BEIJING, 24 nov (Xinhua) -- A medida que se acerca el final de 2017, no va quedando duda de que China cumplirá su meta de crecimiento económico del 6,5 por ciento. Llegar a esta situación no ha sido fácil, ya que el país está inmerso en una masiva transformación de su modelo económico hacia uno que prima el crecimiento de calidad.
Los agoreros extranjeros anticipaban ya en febrero que la economía china estaba en desintegración basándose en el crecimiento de los préstamos acompañado del desacelerado crecimiento.
Así que, ¿por qué la segunda mayor economía del mundo se comportó mejor de lo previsto? Hay "cuatro erres" que permiten vislumbrar el progreso de China en un año que ha sido duro.
RESISTENCIA
A pesar de algunas fluctuaciones a corto plazo, la economía continuó siendo estable, con un PIB que creció un 6,9 por ciento interanual en los primeros nueve meses.
El mercado del empleo del país es estable, con un desempleo registrado en las ciudades del 3,95 por ciento a finales del tercer trimestre, el nivel más bajo desde 2008. Durante enero y octubre se crearon en las urbes alrededor de 12 millones de nuevos puestos de trabajo, lo que superó el el objetivo anual de 11 millones.
El IPC creció un 1,5 por ciento en los primeros 10 meses con respecto al mismo periodo del año pasado, por debajo del objetivo del tres por ciento.
La resistencia de la región menos desarrollada del noreste del país también ha mejorado gracias al establecimiento de la Zona de Libre Comercio (ZLC) en la provincia de Liaoning, que ha permitido a las antiguas ciudades industriales atraer más inversión, aprovechar la Iniciativa de la Franja y la Ruta y explorar la cooperación económica con el noreste de Asia y Europa.
Yingkou, el primer puerto franco del noreste de China abierto a los extranjeros en 1861, ha emergido de nuevo como foco de atención tras haber atraído 21.260 millones de yuanes (alrededor de 3.200 millones de dólares) de inversión extranjera después de integrarse en la ZLC en abril.
REDUCCIÓN
China ha emprendido un serio proceso de reequilibrio mediante la reducción del exceso de capacidad de los sectores del acero y el carbón, que producen más que en el resto de países del mundo.
A pesar del desafío que supone en términos de pérdidas de trabajos y dificultades para el reingreso laboral, China ya ha cumplido el objetivo de reducción de capacidad de este año. Como resultado, su uso de capacidad industrial subió al nivel más alto en los últimos cinco años para alcanzar el 76,6 por ciento entre enero y septiembre.
Las ganancias netas del Grupo HBIS, la compañía acerera más grande de la región Beijing-Tianjin-Hebei, registraron un aumento de más del 74 por ciento en la primera mitad del año.
Otra medida clave de reequilibrio es reducir las existencias. El sector inmobiliario, con un alto parque de viviendas sin colocar, tenía más de 602 millones de metros cuadrados no vendidos a finales de septiembre, una disminución de cerca de nueve millones de metros cuadrados con respecto al mes anterior.
REESTRUCTURACIÓN
En lugar de depender excesivamente del comercio y la inversión extranjera, la economía china ha obtenido mayores recursos del consumo, los servicios y la innovación.
El sector servicios se expandió un 7,8 por ciento interanual en los primeros tres trimestres, por encima del 3,7 por ciento de la industria primaria y el 6,3 por ciento de la secundaria, contribuyendo un 58,8 por ciento al crecimiento económico.
Los sectores de la alta tecnología y la manufactura de equipos también se reforzaron y atrajeron más inversiones. De enero a septiembre, la inversión en la industria de alta tecnología creció un 18,4 por ciento interanual, mejor resultado que el 11,7 por ciento del mismo periodo de 2016.
ROBOTS
El uso generalizado de robots indica que la manufactura de China es cada día más inteligente. Hasta octubre, la producción de robots industriales había aumentado un 68,9 por ciento en un contexto de rápido crecimiento de la tecnología de inteligencia artificial (IA).
La compañía líder de IA de China Iflytek se ha dedicado a la investigación de tecnologías del habla y el lenguaje, y se hizo con casi el 70 por ciento del mercado global de reconocimiento del idioma chino.
Ante el próximo advenimiento de la era de la IA, el gobierno chino está animando a las empresas privadas a apostar por la manufactura inteligente para mejorar la calidad de la gama alta. Se impondrán nuevos estándares y especificaciones para el sector.