BEIJING, 16 nov (Xinhua) -- Con el inicio de la visita de Estado a China del presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, el primer viaje de este tipo realizado por un líder panameño, los dos países esperan alcanzar un hito en su relación bilateral.
Durante la visita de una semana, Varela se reunirá con líderes chinos y tomará un tren bala para realizar un viaje de cerca de cuatro horas a una velocidad de 350 kilómetros por hora en la línea de 1.318 kilómetros entre Beijing y Shanghai, un importante centro económico de China.
Antes de establecer relaciones diplomáticas en junio, China y Panamá expandieron la cooperación económica y comercial en múltiples sectores.
Tan solo el año pasado, el comercio bilateral ascendió a 6.380 millones de dólares y la inversión directa de China en el país centroamericano superó los 230 millones de dólares.
En unos meses, desde que las dos partes enviaron embajadores a las respectivas capitales, los lazos bilaterales han registrado nuevos y rápidos avances.
De acuerdo con el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, los dos países ya emprendieron más de una decena de acuerdos de cooperación en comercio, inversiones, inspección de calidad, transporte marítimo, aviación, finanzas y turismo.
Existe un mayor potencial para el futuro desarrollo.
Dotado de una ventajosa posición geográfica, Panamá constituye uno de los más importantes centros de transporte marítimo del mundo. El Canal de Panamá es un conducto clave para el comercio marítimo internacional. Cada año, más de 1.000 buques chinos atraviesan la vía fluvial de 77 kilómetros, con lo que China es el segundo mayor usuario del canal.
Panamá también apoya la iniciativa de la Franja y la Ruta, compuesta por la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del Siglo XXI, y espera formar parte de ella y servir como puente que conecte a China con los demás países de la región.
Para que la cooperación entre los dos países crezca y prospere, se necesita un avance estable de las relaciones bilaterales, profundizar la confianza política mutua y respetar los intereses fundamentales el uno del otro. El compromiso declarado de Panamá con la política de Una Sola China muestra su sinceridad sobre sentar bases sólidas para los lazos bilaterales.
También se espera que Panamá pueda desempeñar un mayor papel para ayudar a China a construir una relación más sólida con los demás países de América Central y Sudamérica.
China está dispuesta a trabajar con Panamá y a promover la cooperación de beneficio mutuo. Ahora que está concentrada en forjar un nuevo tipo de relaciones internacionales caracterizadas por el respeto mutuo, la justicia y la cooperación de ganar-ganar, China está lista para trabajar con los otros países para construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad.
En este sentido, China y Panamá pueden convertirse en socios confiables y de largo plazo que puedan disfrutar de los avances y prosperidad compartidas en el largo plazo. La visita del presidente Varela podría ser testigo de un nuevo inicio para el viaje provechoso.